Capítulo 9

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   "Did you get what you deserve?"

Pero como en esta vida no todo es de color rosa, había otra situación la cual me atormentaba mucho.

Sí, tenía esa típica amiga con doble cara igual que las películas. Por algo las películas tenían esos personajes, porque esas personas existen, no son puras fantasías.

Era mi otra "mejor amiga" ya de adolescente.
Era esa mejor amiga que te decía que te amaba, que podías contar con ella; yo la escuchaba siempre, sufriendo por el chico que le gustaba, porque su familia la hacía a un lado y su hermana era la preferida... Pero cuando llegaba la hora de escucharme a mí, ah no, siempre tenía algo que hacer, o si no la típica: —ajá, si si, mira vos—, y yo estaba como: reallyyyyy girl?

Esta chica es la que antes mencioné con el tema de mi amor platónico, ella era la que solía mentirme diciéndome cosas como: —¡ah !, ¡tu amor me dijo que sos muy linda!—, en serio. Gente, por favor, no sean así.

Esta persona me hizo la vida imposible. Me mentía, decía que se preocupaba por mí y jamás lo hizo, así como tampoco escucharme; me decía que me amaba y demás cosas.

Pero... Una verdadera amiga no te quita los chicos que te gustan, digo, TODOS los chicos que te gustan (o gustaban), ¿o si?

Esto que digo es tan real como nuestras vidas. Sí, cada chico que me parecía lindo, o me gustaba, ella iba tras él. Muuuchas personas fueron testigos.

¿Y saben cuál fue mi impotencia? El saber que no era suficiente para los chicos.
Preguntarme eso todos los días de mi triste vida, me hacía tan, pero tan mal que ya dejaba que todo me pase por encima, ya llegaba un punto en el que no me parecía lindo nadie, no sentía nada por nadie... Me sentía una mierda.

Pero, ojo. Hubo casos en que ciertos chicos decían gustar de mi. ¿Y saben qué? Ella iba tras ellos. Y yo quedaba como una tonta.

Ahí también entendí que el tiempo no espera a nadie, el tren de las oportunidades pasa una vez. La culpa fue mía por dejarlas pasar.
Quería todo a mi tiempo, ya que era una persona retraída, no me animaba a estar con un chico porque sentía que esa persona quería estar conmigo por lástima, y sí. Siendo mi "amiga" una chica linda o pasable, ¿por qué los chicos me buscaban?

De igual manera, ella siempre llevaba la delantera.

Hasta que empecé a pensar si en realidad estaba mal yo o ella. Si los chicos me buscaban a mí pero ella, por decirlo así ya que las personas no son un objeto que se deben ganar, se los ganaba primero... ¿Quién estaba mal?

Me sentía fea, no era el tipo de ellos. Pero si ellos me decían que yo sí era linda, ¿entonces que mierda pensaba?  Y por tener ese pensamiento tan asqueroso dejé pasar tantas oportunidades... Pero bueno, así funcionan las cosas.
Yo queriendo tomar todo a mi tiempo y no, no es así. Tuve que ser mas viva.
Pero estas situaciones pasan por algo, para ver realmente quienes son nuestros verdaderos amigos.

Como dije antes, hay situaciones que no se justifican, situaciones que creamos teniendo conocimiento, somos humanos y cometemos errores, pero NO es excusa para hacer maldades. No pongamos esa misma excusa siempre porque lo que hacemos es volvernos más hipócritas y la hipocresía no es buena.

Ahhh si, cometemos un error que sabemos que está mal y en seguida nos atajamos con: bueno, soy humano, cometo mis errores.

¡NO! ¡Basta de excusarnos cuando hacemos algo que está mal y aprendamos a reconocer el hecho y afrontemos la situación con la cara en alto! Cuesta decir 'sí, me equivoque', ¡por supuesto! Pero tratemos de poner la cabeza en alto y decirlo, porque así es como podemos afrontar las cosas, las situaciones. El orgullo y la hipocresía hacen mal.
Con un pequeño paso que demos hacia adelante admitiendo la equivocación, aprendemos a no cometerlo de vuelta , quizá tratamos, pero saben el alivio al alma que da.

Hasta el día de hoy esa persona jamás me dijo 'perdón', tampoco lo espero, pero sé que mi consciencia limpia está.
Nunca entendi por qué hacía esas cosas, quizá por maldad, quizá porque se sentía insuficiente, no lo sé.

Pero agradezco que esas situaciones hayan pasado, el rencor que sentía se fue, de a poco se fue desvaneciendo, mi corazón se sentía más calmado ya que la impotencia me consumia más y más... Y yo me lastimaba sola también, pero pude aprender y entender que las personas no van al ritmo de uno, quizá me preocupe demasiado por ella, quizá le hice algún mal pero nunca supo decirmelo...

Pero son cosas que pasan. Hoy en día puedo decir que afronte esa situación con esa persona y nos saben lo mucho que me libere.

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