CAPÍTULO CINCO ; ❛❛ De una investigación poco recíproca

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No dormia desde que el sujeto de los mensajes dejó de escribir y le pidió evitarlo. No dormia, solo flotaba en un interminable limbo de pura y más cordial soledad.

Nora estaba perdida por la casa, tal vez persiguiendo ese grillo insistente que había escuchado hace unos segundos atrás y que debió entrar por la ventana que dejó abierta. No seria extraño cuando ese gigante arbol da una perfecta sombra en la ventana de su vecino y evita a Jaebum hasta que es el atardecer. El único recuerdo de que existe un árbol son las abejas en primavera, el polen y esos insectos molestos que encuentran como
invadir.

Su limbo personal es tan extraño. Sentía como flotaba en el agua por el cansancio, su cabeza era un disparate de pensamientos irracionales que iniciaban con recordar el cumpleaños de su padre y terminaba con el día que rompió uno de sus dientes por comer un rompemuelas creyendo que su mandíbula infantil era tan fuerte que abriría el dulce a la mitad.

De la nada comenzaría a distraerse tratando de escuchar los latidos de su corazón y al tener sueño su audición le haría malas pasadas haciéndole pensar que no tenía pulso.

Oh, ¿cuánto tiempo más tendría que esperar? Jaebum podría desmayarse en cualquier momento y desmayarse siempre le daba pesadillas.

Coloca una mano en su pecho, sintiendo su respiración y el aparato telecomumicativo sin ningún remordimiento por no maullar.

── Nora ──, susurra Jaebum desesperado por algún tipo de atención.

La minina por supuesto que lo ignora, el grillo había cantado una vez más causando un maullido demasiado cerca. Debe estar buscando debajo de la cama.

Frota sus ojos con una mano que se siente demasiado pesada y fuera de control, ¿acaso él tenía el 100% del control de su cuerpo? Se siente como si no fuera así.

Suspira una segunda vez y su boca se abre luego con un bostezo tan fuerte que incluso hace ruido, es demasiado exagerado incluso para el cansancio que tiene.

── Agh, por todos los dioses existentes y no existentes ──, gruñe levantando el celular para dedicarle una mirada acusatoria. ──Será mejor que me hable en los próximos cinco segundos o me quedaré dormido y me importara un carajo.

Mientras su mente inicia la cuenta regresiva, sus ojos no se despegan de la pantalla apagada.

Apenas menciona el número cuatro y una vibracion comienza en su mano, la pantalla se enciende mostrando un número guardado al nombre de "Edward" y poco después el clásico sonido de llamada.

Jaebum entra en crisis, alza las manos con sorpresa y mira a los lados sin saber que hacer.

¿Debería responder?

Acomoda su espalda en la pared de un salto, decidiendo que fue su culpa por realizar aquella antigua amenaza.

Arregla su garganta y...  ── ¿Quién habla? ──, responde con un tono de voz tan ronco que le produce escalofríos.

El otro lado de la línea es un ligero desastre, logra escuchar música y gente invadiendo con gritos eufóricos, hay risas y una respiración constante demasiado extraña.

Intenta arreglar nuevamente su garganta tosiendo en su puño.

──¿Hola, tipo extraño? Si esto es solo una llamada para escuchar mi voz y luego colgar, es bastante injusto.

ENTRE LÍNEAS © jackbumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora