Sin pernada

Lagrimas a la luna

Tu que nos viste
que fuiste testigo
te pido que le digas
que siempre lo amare...

-¡MALDITO, DESGRACIADO COBARDE, TE ODIO!- gritaba Eren llorando

- tranquilizate ángel mío, o me veré en la necesidad...-

Eren no dejaba hablar a Zeke

- ¿QUE? ¿ME MATARÁS? ¡ HAZLO! ES LO QUE EN ESTE MOMENTO MÁS DESEO, MATAME, PREFIERO LA MUERTE A PASAR UN SEGUNDO DE VIDA SIN LEVI-

Zeke enfureció ante las palabras de Eren

- no, si sigues así, ire  por ese remedo de zorra que se hace llamar duquesa y le sacaré al feto con mi daga y luego le cortaré la cabeza a ese duque ¿eso quieres? ¿ o prefieres que de una vez por todas acabe con la vida de nuestro padre o mejor aun, quieres que deje a nuestra madre ser violada hasta la muerte? ¡dime Eren! ¿que prefieres?-

- ¿ como puedes ser así de cruel? Mikasa es buena y su esposo, me han cuidado, papá y mamá te adoran ellos no tienen culpa en esto ni mi amado-

Zeke se acerco a Eren y tomo su rostro

- claro que la tienen, papá me alejo de ti Eren, mamá no me quería a tu lado, no supieron apreciar mi amor hacia ti, me alejaron, te enviaron con esa zorra, me hicieron creer que estabas muerto, durante años, mientras Pieck envenenaba a papá, veía que mamá no lloraba al ver tu retrato, algo dentro de mi decía que había esperanzas y luego llego ese hombre y me decía que estabas vivo, me daban ganas de matar a mamá, pero sabia que eso te molestaría, pero no podía perdonarle la vida a ese hombre, ahora seras mi esposo y...-

- Levi es y sera mi único esposo, ayer nos casamos y ayer fui suyo en cuerpo y alma-

- ¡MIENTES!- grito Zeke

- no miento, soy y seré siempre de Levi, mi primera y única vez fue y sera siempre de Le...-

Un golpe en la nuca hizo a Eren caer inconsciente, Zeke lo cargo a la carroza y Lovov subió con el

- señor ahora que cumpli-

- no te basta con unirte a mi, ¿que más quieres?-

- bueno, señor, yo deseo tener a esta hermosura una noche- dijo Lovov mirando con deseo el cuerpo de Eren

- lo veremos llegando a Cumbria-

Lovov sonrio, sin imaginar que desear más de lo que puedes pedir, puede hacer que tu ambición sea tu condena.

Mientras tanto, en la mansión de los Parisi, Mikasa se despertaba, había sido fuertemente torturada, pero su esposo se había llevado la peor parte

- amor, despierta- decía Mikasa moviendo levemente el cuerpo de su esposo, al ver que no reaccionaba comenzó a llorar - no me hagas esto, te  necesitamos, yo y el bebe, despierta maldito tonto-

- nunca había escuchado una boca tan sucia de una duquesa- dijo bajo Sebastian

Mikasa lloró y lo abrazo

- auch, no aprietes mucho, aun duele- dijo quejándose

- lo siento pensé que te perdería y..-