-Estoy segura que el premio a la caída del año va a ser mío.-
Digo mirando mis zapatos negros de 12 cm.
Emi se ríe frente al espejo mientras se termina de maquillar, se ve tan delicada con ese sombreado dorado sus labios pintados de un rojo claro. Y yo simplemente me puse rímel. La sigo observando y se coloca unos aretes de perlas pequeñas.
-Sos una exagerada Zafi, tienen plataforma, no te van a doler.-
Se gira con la silla y me mira esperando mi aprobación, a lo que solo asiento con mi cabeza.
-Perfecto, ahora es tu turno, veni que te peino.-
Saca la planchita de pelo y unas hebillas, palmea la silla para que me siente.
Me levanto de la cama y camino hacia ella, me siento, me mira pensativa poniendo su dedo en la boca hasta que sonríe y me guiña el ojo.
-Vas a quedar divina.-
Empieza a peinarme.
Una hora después ya estamos listas, ella tiene el pelo planchado hasta los hombros, un vestido negro de encaje corto, unos zapatos rojos altos como los mios y una carterita negra con cadenas doradas. Yo tengo 5 trenzas en un costado y onda en las puntas, un short negro de gabardina y un top blanco brillante.
-Es hora de irnos muñeca-
Me da una nalgada, agarra las llaves de su auto y salimos de su casa. El auto esta estacionado en la calle. Cuando nos subimos en este, tiramos las camperas en los asientos de atrás, ella conecta su celular en el estéreo, y pone a la tan amada Gaga y justo cuando esta por arrancar me mira enojada y no entiendo cuál es el problema.
-¿Qué pasa Em.?-
La miro confundida.
-No puedo creer que estés así, cambia esa cara Zafiro, me estas arruinando el humor –
Apunta mi cara.
-Mi cara esta normal, mejor deja de buscar problemas y vayamos, que hasta se me están quitando las ganas de ir.-
Subo la música y miro por la ventana.
-¿Qué te pasa Zafiro? Deja de ignorarme-
Apaga la música.
Giro mi cuerpo hacia ella.
-Solo estoy cansada Emilia, ayer trabaje horas extras, cubrí tu turno a la noche, volví a casa y solo dormí dos horas, dos malditas horas, para después volver a trabajar e ir a estudiar y ahora hago todo lo posible para mantener mis ojos abiertos y no dejar mal a la reina – la señalo- frente a su noviesito.-
Termino de decirle eso se baja del auto, corre hasta su casa dejando la puerta abierta para que la siga.
Respiro profundo, cuento hasta diez, y voy por ella.
Camino lentamente por el camino de ladrillos que lleva a la entrada, pensando en que tal vez no debí haberle hablado así , aunque ella parece nunca valorar las cosas que hago, siempre tenemos que hacer todas las cosas como a ella le parece y le conviene. Cuando estoy por cerrar su gran puerta blanca, veo en la pared izquierda tres cuadros colgados, son nuestras fotos, en uno estamos juntas acostadas en el pasto riéndonos, en el otro la estoy abrazando muy sonriente mientras ella parece querer alejarse, y en la tercera estamos las dos disfrazadas de abejas. Las fotos parecen casuales, pero recuerdo que cuando tomaron esas fotos, estábamos en situaciones parecidas a esta, yo sin haber hecho nada tenía que "arreglar" nuestra amistad por caprichos de ella. Al ver las fotos realmente me enoje, esta vez es su turno de buscarme, si quiere que sigamos siendo amigas, que ponga de su parte, porque yo ya me canse. Vuelvo a salir y cierro de un portazo, sé que me está mirando por la ventana de su habitación, saco mis cosas de su auto y camino hacia la parada.
Después de una hora llego a mi departamento. Al entrar veo que hay al menos unas 10 cajas de pizzas en la mesa ratonera de vidrio, dejo mis cosas en el sillón, me quito los zapatos, y me voy a mi habitación, mi hermana está durmiendo en mi cama, su amiga Lola esta durmiendo en el piso, hay muchos paquetes de chocolates vacíos.
Voy a la habitación de Lia y me pongo su ropa.
-Hola-
Dice Lola apoyada contra el marco de la puerta fregándose los ojos.
-Sos un mapache Loli-
le digo riéndome, paso por su lado para ir a la cocina. -¿Café?-
-Por favor, voy a ver si Lia está viva- vuelve a mi habitación.
Minutos después aparecen las dos con la cara lavada y el pelo recogido, se sientan en frente mio. Lia se levanta a buscar una caja de pizza que esta encima de la mesita de vidrio.
-¿Me van a contar que paso?-
Las veo comer como si no hubiera mañana. Se miran entre ellas varios segundos hasta que asienten.
-Terminen de comer, vayan a bañarse y me cuentan.- me siento su madre.
Me levanto a tirar las cajas vacías de pizzas que son solo tres y las otras las guardo en la heladera. Las chicas lavan lo que habían ensuciado, Lola barre mientras que Lia limpia mi habitación.
Luego de casi dos horas, nos sentamos en el sillón del living.
-Quiero que me cuenten cuál fue la razón por la que ordenaron pizzas como para un ejercito, se emborracharan con esa mierda y encima dejen mi habitación como un chiquero.-
las miro seriamente y cuando mi hermana me mira.
-Sin mentiras, sabes que no sirven de nada.-
Ella solo suspira y asiente.
-Lo vi a Jano con otra- y se largo a llorar.
-Mi cielo- la abrazo acariciando su pelo -él no merece que te ahogues en alcohol, no vale la pena, pero te entiendo tanto.- me abraza ella mas fuerte pidiendo que solo la contenga y no hable más.
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Gran Destino
RomanceDicen que de amor nadie se muere, pero siempre hay excepciones. -Voy a volver- me da dos besos en las mejillas secando mis lagrimas- y cuando lo haga, vamos a poder estar juntos y gritar al mundo lo mucho que nos amamos, te lo prometo Zafiro.- Qu...