¿Qué tan fuerte tiene que ser este amor, para superar las adversidades y problemas del pasado, presente y futuro?.
SEGUNDA TEMPORADA, primera parte en perfil.
¡POR AHORA NO ES NECESARIO LEERLOS LIBROS EN ORDEN PARA EL UNIVERSO COMPARTIDO!
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Horas antes del cumpleaños de 15. La hora se aproximaba, eran las cinco de la tarde, y la familia entera había decidido tomarse un pequeño descanso de una hora de los preparativos para poder dormir un poco y así celebrar hasta la madrugada.
Los colchones habían vuelvo a repartirse por la sala, incluso habían familiares que se habían amontonado en el pasillo del segundo piso con bolsas de dormir. Habían acomodado a los niños en la cama de Rosa, y tanto ella como sus novios eran quienes ocupaban el pasillo, durmiendo abrazados y amontonados.
El único que no se encontraba durmiendo era Ethan, quien sufría de insomnio crónico, agravado por el calor que hacía en esa parte del mundo en diciembre. Simplemente no podía quedarse allí con todos sus hermanos y su chica con la piel tan sudada que se pegaban entre ellos.
Por lo que decidió salir a fumar, con los pies zambullidos en el refrescante lago, era casi el paraíso con el calor que hacía ese día. El sol le pegaba directamente en la cara, pero a esa hora no era tan fuerte como más temprano, así que no se preocupe por quemar su piel, la montaña y árboles hacían un buen trabajo protegiéndolo de este.
Se encontraba tan concentrado en el cigarrillo y en lo delicioso que se sentía el agua helada contra su caliente piel, que no notó que alguien se acercaba a él, hasta que las pisadas se hicieron más notorias al entrar en contacto con la madera del muelle improvisado. Ethan se dio la vuelta asustado, de que fuera alguno de sus hermanos que lo pillara infraganti fumando. Para su mala y buena suerte, se trataba de su suegra, sola. Aunque no sabia que era peor, que descubrieran su vicio o quedarse a solas con la madre de su pareja.
—Parece que tienes un buen vicio a esa cosa. — la voz suave de la mujer consiguió sorprender al rubio, la mujer apenas se comunicaba con los hermanos, ya sea con monosílabos monótonos o indirectamente, con palabras sarcásticas cargadas de veneno que molestaban a su hija y que quienes sabían español, preferían no traducir al resto — Es una mierda peligrosa, haces bien en no fumar cerca de mis hijos, lo ultimo que te falta es darme mas razones para desconfiar de ti. — La mujer se sentó junto al rubio, no sin antes quitarse el calzado para hundir sus pies en el helada agua.
El rubio dio una calada antes de continuar— Si, es una mierda muy jodida, que si no le importa, señora Álvarez, me gustaría mantener entre nosotros. — el rubio clavo sus orbes bicolores en los contrarios. Entonces, se dio cuenta lo parecida que madre e hija eran, la manera en la que los ojos castaños de su suegra, lo miraban... ese color que siempre lo veían con amor... ahora lo abrumaban, el resentimiento era patente en ellos— De todas maneras , no le he dado ninguna razón para desconfiar de mi ¿O si?.
Sin embargo, la castaña lo ignoro, tomo las dos botellas de cerveza que había traído y dejo detrás de ella cuando se sentó, pasandole una a su yerno, desconcertado por la acción vio como la joven madre bebía un trago luego de abrir la misma, para armarse valor.
