Capítulo 13

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Y fue entonces cuando los demonios del pasado entraron como huracanes en los recuerdos del Ángel, sofocando cualquier esperanza de que todo fuera un mal sueño.

La respiración había desaparecido de su cuerpo a pesar de que su corazón latía a mil por hora. Estaba recibiendo demasiada información en muy poco tiempo y aún así los recuerdos le venían como bocanadas de aire frío, nada de fresco. Gélido. Cortantes y dolorosos.
Recordó a su padre con un niño de 6 años de la mano, dos menos de los que tenía ella. "Este es Liam, cariño. Es tu primo."
Le había dicho él, y ella le había creído, porque...¿quién no creería a su padre cuando ni siquiera conocía a nadie de su familia? Nadie que pudiera hacerle ver la gran mentira que estaba viviendo y el gran farsante que era su padre.

Recordó la segunda vez que los vio juntos, ella tendría 17, él 15. Sus rasgos estaban menos definidos que en ese momento, pero ahora que sabía quién era podía reconocerlo perfectamente. Había coincidido con él en la biblioteca durante el verano, no se había parado a preguntarle a su padre por él porque supuso que estaría de visita. Qué ingenua había sido.

Su padre estaba esperando fuera de la biblioteca para recogerlo y ella había deducido que su madre no podía. Lo raro de todo ello es que la joven nunca había notado nada fuera de lugar, siempre lo había visto bien. Quizá no fuera tan observadora como ella creía y quizá, todo el orden que había luchado por crear en su vida, fuera simplemente una ilusión.

-¿Ava? ¿Estás bien?-La voz de Andrew sonaba demasiado lejana, demasiado baja para que ella pudiera tomarla en cuenta. Tenía sus ojos clavados en el joven de pelo negro que tenía en frente, y debía tener mirada de psicópata porque pudo ver cómo Liam se incomodaba bajo la presión.

-Tú...-Susurró mientras se ponía en pie e, ignorando el dolor del tobillo, daba un paso hacia él.- Tú lo sabías, ¿verdad?-El chico no respondió, se limitó a bajar la cabeza para evitar el contacto visual. Ella, sin poder evitarlo caminó hasta quedarse frente a él y empujó su pecho con ambas manos, Liam se tambaleó pero seguía sin decir nada, ni siquiera podía mirarla.-¡Lo sabías y nunca me lo dijiste! ¿Qué clase de hermano eres?-Bufó volviendo a empujarle. Esta vez el joven agarró las muñecas de Ava y la miró a los ojos.

Los ojos verdes de papá... Pensó la joven con un infinito pesar.

-Si te lo hubiera dicho nuestro padre me habría mandado lejos y no habría podido seguir viéndote.-La incredulidad se hizo presente en el rostro de la joven.

-¿Seguir viéndome? Nos hemos cruzado dos veces, ¡Dos! Cuatro si contamos las de hoy. ¿Me explicas...?-Se calló.-¿Me has estado vigilando?

-No exactamente. Pero algo parecido.-Se rascó la nuca.

-Estoy harta de todo esto. De ti, de papá, de las mentiras y secretos.-Se giró hacia los boxeadores que habían permanecido en silencio todo el rato. Andrew tenía el semblante lleno de preocupación, seguramente porque era su médico y podía ver cómo apoyaba todo el peso sobre el pie herido, Kyle, sin embargo, era todo burla y diversión.-Y estoy aún más harta de vosotros. En cuanto a la ayuda que me pediste...-La sonrisa de Kyle desapareció.-Puedes torturar a tu hermanito para que lo haga por mi, me harías un gran favor por una vez.-Y con esto se fue, dando un sonoro portazo tras ella.
Caminó varios metros y, muy a su pesar, retrocedió lo andado para recuperar sus muletas. Las cuales había dejado junto al sofá y no había creído necesitar hasta que la adrenalina del enfado había empezado a disminuir permitiendo que notase el dolor de nuevo.
Se detuvo antes de llamar o de intentar abrir con la esperanza de poder escuchar la conversación que adentro de la casa se pudiera estar manteniendo, y de hecho pudo hacerlo.
Pero como últimamente estaba pasando, lo que escuchó no fue para nada algo que quisiera oír.

-No debiste burlarte así, Kyle. Quizá a ti te haga gracia, pero para ella no la tiene.
-¿En serio vas a defenderla?-La voz de Monroe no parecía mostrar ningún sentimiento, tan solo desdén.
-Maldito seas, estúpido. ¿No ves que ella es la única capaz de ayudarte?
-Es por eso que te acercaste a ella, ¿verdad?-Esta vez fue Liam el que habló.
Había permanecido en silencio desde que su hermana se había ido, y su mente había unido ahora las piezas.
-Creí que no hacía falta aclarar eso. Él se negó a hacerlo.-Andrew sonó cortante. Incluso más frío de lo que había sonado Kyle. La sangre se congeló en las venas de Ava.
¿Es que acaso no iban a dejar de hacerle daño?
Aguantó las ganas de llorar.
Entonces era por eso. No le gusto. Solo quiere ayudar a su amigo. Eres una ingenua Ava Willem y cada vez más idiota.

Los pensamientos de la chica le impidieron entrar de nuevo en la casa. Ya encontraría otras muletas y por supuesto que Andrew no le hacía falta para nada. Sabía que podría vivir sin seguir viéndole.

Pero dolía. Dolía como mil demonios sentirse utilizada.
Sentirse humillada por tantas personas y de tantas formas distintas en tan poco tiempo.

Sacó el móvil y llamó a un taxi para que fuera a por ella una calle más allá.
Caminó como pudo, ignorando el dolor y luchando por no llorar.
Cuando el taxi llegó, la joven se percató de que era el mismo hombre que la había llevado la primera vez. La miró por el retrovisor una vez que ella se acomodó con la mirada clavada en algún punto perdido a través de la ventana.
-¿Se encuentra bien?
-¿Alguna vez le han fallado personas a las que quiere e incluso personas que ni siquiera conocía?
-Lo primero si, a las segundas no les doy importancia. Y tampoco deberías hacerlo tú. Cualquier persona que no aporte nada bueno a tu vida no debería estar en ella. No les des oportunidad de hacerte daño. -El hombre cambió de marcha.
-¿Puedo hacerle otra pregunta?-Susurró, aún asimilando aquella frase.
-Ya lo está haciendo.-Dijo con una sonrisa tierna. Ella sonrió sin ganas.
-¿Cómo debería sentirse si descubre que tiene un hermano?
-Feliz. Mi madre murió en un accidente cuando era pequeño y mi padre se fue dejándome con mi tía. Creo que encontrar a otra alma perdida con mi misma sangre me haría feliz.-Dijo con un tono tan ausente que Ava se dio cuenta de que el hombre se había perdido en sus recuerdos.
De pronto se sintió egoísta.
-Lo siento.-Fue lo único que dijo. Él pareció no escucharla y el trayecto continuó en completo silencio.
Para cuando Ava volvió a entrar en su casa no había nadie allí, ni Edgar ni su madre.
Se dejó caer en el sofá con la mente en mil cosas y en ninguna realmente y dejó que todo saliera a través de las lágrimas.

Su padre le había mentido. Tenía un hermano. El cual sabía de su existencia y no había hecho nada para conocerla. El chico que pensaba que estaba interesado en ella solo la estaba utilizando para salvar el culo de su amigo. Amigo, que, por cierto, la había besado. Beso que le había gustado.

Desechó esa última idea de la cabeza.
Debía odiarlo. A Kyle, a Liam, a Andrew, a su padre.
Pero no podía.
No podía, tampoco, olvidar las palabras del taxista.

***
Hola! Siento desaparecer tanto, pero tengo exámenes la semana que viene así que he estado bastante liada.
En fin, intentaré subir más seguido cuando acabe.
Espero que os esté gustando y sino, sorry. 👉👈
Hasta el próximo cap! ☺
XOXO❤️😘

NO SOLO UN BOXEADOR ||Pausada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora