» Capítulo 56 ↬ Encuentro

105 9 0
                                    

Seokjin

Abrieron la puerta de la habitación donde me encontraba. Mi cara estaba mojada a causa de mis lágrimas por escuchar aquel leve sonido que entraba por mis oídos. Alguien entró a la habitación, giré mi cara y subí mis ojos para encontrar los del contrario y ver qué enfermera o doctor venía, pero para mi sorpresa fue algo muchísimo mejor.

Mis ojos conectaron con los ojos de Namjoon. Era real. Estaba cruzando esa puerta andando hacia mí y en ese momento el mundo, se me vino encima. Empecé a llorar el doble que solté antes. Sollozaba de emoción, alegría y no sé cuántos sentimientos tenía acumulados.

¿No se supone que estaba en Japón? ¿Qué hace aquí?

Sonrió convencido aprisionando sus labios a causa de la emoción. Tenía mil ganas de escuchar su voz, pero ahora solo quería serle sincero de la emoción que estaba sintiendo. Abrí mi boca para liberar mi voz un poco en voz baja.

Namjoon... 

El rubio no me habló. Aprisionó sus parpados y asintió con la cabeza. ¿Por qué no me habla?

— L- Lo oigo. Oigo ese sonido — dije con un tono de voz algo roto a causa de los mocos que tenía acumulados por llevar llorando un buen rato.

Namjoon se acercó. Aparté mis piernas un poco dejándole un hueco en la cama para que se sentara. Lo hizo, buscó mis manos rápidamente para sostenerlas en las suyas y mirarme fijamente a los ojos. Ahí supe que había llegado lo que estaba deseando escuchar.

— Eres la persona más increíble que he conocido.

Esa era su voz. Por fin la escuchaba. Se oía como si estuviera lejos de mí y me hablara, pero esa sensación era normal. No podía oír perfectamente y jamás podría hacerlo, pero si que poco a poco se estabilizaría un poco más.

Mis lágrimas las podía comparar con las cataratas del Iguazú. Mis ojos no paraban de soltar ríos de alegría y de un sentimiento sin nombre que hacía explotarme el corazón. Estaba nervioso, ansioso de que hablase más de saber de él mediante su voz.

Quiero preguntarle tantas cosas ahora que puedo. Quiero que me cante, que me rapee, que me hable. Quiero que no se vaya de mi lado.

— No sabes lo feliz que soy ahora Seokjin.

Dijo mi nombre. Sonó tan precioso pintado en su voz. No me lo creía, pero real que me estaba hablando y yo le estaba oyendo en directo, en presente. 

— Namjoon — no podía hablar. Mi garganta se cerraba cada vez que intentaba sacar algo por mis cuerdas vocales. — T- tienes u- una voz preciosa.

— Tú si que eres precioso — me dijo en voz baja. Eso casi me lo pierdo por casi ni oírle, pero sé que lo dijo.

— ¿Qué haces aquí, no estabas en Japón? — pregunté ansioso porque me respondiera.

— Tú lo has dicho, estaba. Esta mañana pedí que me dejaran libre el día y vine a verte. No podía dejarte solo. Eso no iba conmigo.

Sonreí tanto que hasta me dolieron los mofletes de aprisionarlos para mostrarle toda mi felicidad.

— Gracias — le dije aún emocionado. — No sabes lo que significa esto para mí.

— En el aeropuerto una chica me dijo que te mandara ánimo y que te echan de menos. Nos conocían. El dúo era muy grande.

— Y aún lo es. Estamos juntos en todo esto Namjoon, aunque musicalmente estemos separados, juntos... 

— Por supuesto — me cortó. Seguramente no querría correr ninguna clase de peligro exponiendo aquí nuestros sentimientos.

Me moría de ganas de besarle, me contuve tanto que mi cabeza ideó algo que quizás, fuera peor que si fingíamos que nos abrazábamos y al ladear nuestras caras nos rozáramos los labios como aquella vez que nos pasó de verdad. Eso quizás era peor que lo que estaba a punto de hacer.

Alcé la sabana que me tapaba el cuerpo. Abrí mis brazos para abrazar a Namjoon y cuando éste se agachó para fundirse en un abrazo conmigo pegando su cabeza en mi hombro izquierdo, eché la sabana hacia nosotros tapándonos por completo.

No quería correr ningún riesgo de ser descubiertos o semidescubiertos, porque en la sala había cámaras. ¿Cómo os creéis que supieron que había despertado cuando no me visitó nadie a comprobarlo? Yo lo sabía y era astuto, aunque hacer lo de la sábana no fuese lo más correcto. Pero necesitaba aquello. Namjoon se iría y no sabía cuando lo volvería a ver.

Al echar la sábana encima de nuestros cuerpos abracé a Namjoon automáticamente. Necesitaba tanto sentir ese calor corporal que desprendía y su aroma tan natural. Le eché mucho de menos estos días que los pasé solo.

— Gracias por venir — volví a decirle.

— No tienes que dármelas — sus ojos brillaban. Podía observarlo con la poca luz que entraba a través de las sábanas.

— Te quiero muchísimo — le dije casi emocionado con mis manos en su cuello acariciando su nuca.

— Y yo a ti también te quiero mucho — dijo en voz algo baja en mi oído.

Oí perfectamente sus palabras. Eso me sorprendió, ya que al hacerlo cerca de mi oído no tuve ningún problema en escucharlo. Su primer te quiero salido de su voz escuchado por mí. ¿Podría estar más feliz en este momento? Ojalá todo el mundo se fuera, no hubieran cámaras y me quedara con Namjoon todo el tiempo aquí, sin más, los dos solos.

En un movimiento fugaz, con mis dos manos cogí su dulce cara y pegué mis labios con los suyos en un beso que tanto deseé haberlo hecho nada más que le vi entrar por esa puerta.

— Espero que nos veamos pronto. No aguanto estar sin ti — puse un mohín en mi boca. Recordar que se tendría que ir y pasar mis días en soledad me entristecía más de lo normal.

— Yo también lo espero. Sabes que tendré una gira pronto.

— ¿Qué? — a veces me costaba pillar algunas palabras y las frases no me cuadraban. No era malo el preguntar ni el volverlo a decir. Se debería de acostumbrar a esto por un tiempo. No lo hago queriendo.

— Que tendré una gira pronto.

— Lo sé.

Algo cambió en mí de repente. Mi ánimo se subió al recordar que tendría que quedarme un tiempo en la clínica hasta adaptarme por completo a mi audición. Supongo que pasaría unos diez días o no sé cuántos. Al menos tendría entretenimiento y no me sentiría tan solo y aburrido. 

— Espérame — dijo Namjoon muy seriamente. ¿Qué duda era esa?

— Te esperaré toda la vida si hiciera falta.

Cinco Sentidos ✧ NamJin #2 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora