CAPÍTULO 4

1 0 0
                                    


Habían pasado nueve meses desde la última vez que hable con Jake, me sentía angustiada y preocupada por no tener noticias de él, le había dejado mensajes en Facebook incluso le había mandado mensajes de texto al móvil, sin embargo, no había respondido a ninguno, ¿acaso yo había hecho algo mal?

Por la noche no dormí bien, pensaba y pensaba en Jake, que había sucedido con él, ¿por qué no me hablaba? Era ridículo la manera en que pensaba en él, ni siquiera éramos algo serio, ni siquiera sabía si lo seriamos, ni sabía si le gustaba, me bastaba con saber que yo gustaba de él para crearme una fantasía, una vil ilusión, pero que me encantaba y era la más bonita burbuja que podía rodearme, mi mundo, mi vida.

6:00 am suena el despertador, es hora de ir a la escuela, quizá hoy tuviera la oportunidad de ver a Jake y hablarle o preguntarle si pasaba algo malo, no lo sé tenía la esperanza de que eso sucediera.

Me subí al transporte para llegar temprano al campus y quizá buscarle, me sentía emocionada, mis manos sudaban y entrelazaba los dedos para evitar el nerviosismo que sentía iba a atacarme como cada vez que lo veía, sentí mi respiración cortarse a medida que avanzaba por las vacías calles de la ciudad, última parada el campus. Caminé buscando a alguno de sus amigos, o siquiera a él, fui a su salón y no estaba ahí, no había nadie, de hecho, toda la universidad estaba vacía ¿dónde estaban todos?

Llegue a la cafetería de la escuela, estaba cerrada, sin embargo, ahí estaba un pequeño tabloncito de migajón con una nota enganchada con un alfiler, en ella se leía un anuncio "Se suspenden las clases del día por limpieza del campus" sentí la vergüenza subir hasta mis mejillas si tan solo tuviera una amiga que pudiera avisarme de estas cosas, ¿por qué falte el día anterior? Y ¿si alguien llegase a enterarse de esto? ¿Quedaría en ridículo? Tenía que huir de ahí, no había de otra tenía que salir de ahí lo más pronto posible ¿qué si me encontraba con alguien y se encargaba de contarle a todo el mundo? ¡Qué vergüenza!

Mientras caminaba a paso rápido para evitar mirar a alguien que pudiese reconocerme y dejarme en ridículo después, sin embargo, la ligereza de mis pies en conjunto de la rapidez con la que estaba caminando hicieron que tropezase y cayese al suelo, iba a levantarme con toda la dignidad que me quedaba, pero un par de botas color crema se posaron ante mis ojos mientras aún seguía en el suelo.

–¡Hey Jess! –escuché exclamar al dueño de las botas, levanté la cabeza con el corazón latiéndole al 100% rezando para mis adentros que la voz que me sonaba tan familiar no sea la voz de quien estaba pensando, una vez viendo la cara del chico, aquella piel morena y cabello negro dieron paso para que la vergüenza se me subiera a la cara haciendo que me sonrojara, lo que me temía estaba ahí, Jake estaba justo delante tendiéndome la mano en son de ayuda y regalándome una de las sonrisas que hacían que perdiera la cabeza.

Tome si mano y este me ayudo a pararse, me examino un par de veces para comprobar que estuviera en perfecto estado, a pesar de eso no se limitó a preguntarme si me encontraba bien, a lo que respondí asintiendo con la cabeza y dibujando una tímida sonrisa.

–Me alegro que te encuentres bien. –exclamó Jake sonriendo, solamente asentí con la cabeza en señal de concordar con él. –A propósito ¿qué estás haciendo aquí?

–Yo... eh... –las palabras parecían faltarme en ese momento, si bien el nerviosismo que sentía al estar con él hacían que perdiera el sentido del habla ahora en conjunto con la vergüenza no sabía cómo responder a la pregunta, me sentía tan tonta.

–No me digas, estás aquí de voluntaria también ¿verdad? –exclamó Jake, estaba tan confundida, ¿qué era eso de estar de voluntaria?

–Sí, estoy de voluntaria. –exclamé en respuesta, Jake sonrió con satisfacción, en que estaba pensando al decir que era voluntaria, además ¿voluntaria para qué? A pesar de eso no me eché para atrás al ver que hacía sonreír a Jake, y pensándomelo bien, siendo voluntaria para lo que fuese compartiría tiempo con Jake y eso me hacía feliz.

Te amo por siempre.  A veces el amor nos vuelve locos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora