Siguen transcurriendo los días y yo sigo aquí sin saber nada del exterior, afuera llueve y lo único que puedo hacer es observar por el balcón, Ilay no ha intentado hacerme nada ni me ha pegado, eso es un gran avance, pero en realidad no sé qué tenga Ilay en la cabeza y no se en que rato pueda llegar de malas, con él no se sabe.
Ya son las 3 de la tarde y ya mero llega Ilay así que me apresuro a regresar al cuarto antes de que el me vea afuera de esta, para lo único que he salido de la habitación en estos días es para desayunar o comer algo porque ya ni con Eleonor he platicado, ella intenta hacerme platica, pero yo le digo que no me siento bien y subo de nuevo a la habitación, me siento como una reclusa que solo va del comedor a su celda y de su celda al comedor.
Estoy asomada por el balcón y miro la camioneta de Ilay llegar, no sé si meterme o quedarme aquí –si te metes le demostraras miedo- sé que mi mente tiene razón, pero vamos a quien engaño yo si le tengo miedo a Ilay, miro que se baja de su camioneta como si fuera alma que lleva el diablo, eso me indica que no anda de humor y que yo pagare las consecuencias, maldigo la hora en la que fui a esa maldita fiesta, maldigo la hora en la que choque con él, maldigo todo ese día y maldigo la vida de Ilay.
Se escuchan las pisadas de Ilay de forma rápida por el pasillo así que intento correr hacia el baño, pero no alcanzo a llegar ya que...
̶ Para donde vas pequeña estúpida. Lo escucho decir a mis espaldas mientras siento como me agarra del brazo de una manera tan fuerte ocasionando dolor.
̶ Suéltame Ilay. Siento como mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas una vez que veo que comienza a desabotonar su camisa y me empieza a tocar por debajo de mi blusa.
̶ No, no quiero, tu eres mía Leila Mikhailovich y puedo hacer contigo lo que se me venga en gana, entiendes o te hago entender de un puto golpe-
- No quiero que me toques Ilay enserio déjame en paz- Intento hacer que deje de tocarme pero como siempre, nunca logro nada con él ya que su fuerza es muy superior a la mía y lo único que gano es una cachetada que me deja aturdida y que me aviente con fuerza a la cama, llevo una mano a mi mejilla que siento arder e intento levantar mi cabeza y cuando lo logro después del mareo repentino que me dio miro a Ilay besando cada parte de mi piel, comienzo a llorar en silencio-no de nuevo- digo en mis pensamientos.
-Ilay no por favor, te lo ruego, no quiero esto- Estoy empezando a temblar.
-Seré cuidadoso pequeña, me encargare de no ser como la primera vez, tratare de que no te duela tanto mi amor- Noto su sarcasmo y dejo de moverme, pero hago esto para ganar fuerza y empujarlo, una vez que lo empujo noto que se cae de la cama y me da tiempo para levantarme pero como siempre él es mucho más rápido y se levanta y me estira del cabello provocando que por la velocidad en la que iba me regrese y pegue en los tubos que están de las cortinas de la cama ocasionando que la ceja me empiece a sangrar.
̶ Pequeña tonta- y se ríe
Siento asco
Sigo peleando con él para que me deje en paz, siento que todo arde dentro de mí, siento miedo, asco, enojo, ira, infelicidad, TODO, siento que todo me da vueltas en mi interior. ̶ va a volver a pasar ̶.
Siento como comienza a abrirse paso entre mis piernas, comienzo a forcejear, pero termino por cansarme y me termina dejando inmovilizada ya que está ejerciendo sus fuerzas y mantiene mis manos por sobre mi cabeza
̶ Sabes, me encanto ser el primero pequeña Leila-. Odio que me llame así, sonaría bonito viniendo de otra persona, pero escucharlo de su boca se escucha repugnante.
̶ P..or favor detente ya, me duele mucho. Estoy llorando como jamás antes lo había hecho, aunque ya había sucedido una vez me duele mucho más.
̶ Detente te lo ruego ̶
̶̶ No me detendré sabes por qué porque ya esperé mucho tiempo para volver a tenerte, y ahorita que estamos aquí no me voy a detener nada mas porque tú lo dices.
Aprieto con más fuerza las sabanas, cada embestida que me da es como si me atravesarán el cuerpo con un montón de agujas, muerde mi hombro y siento como choca su pecho con el mío para después posar sus manos en mis pechos apretándolos ocasionando un fuerte dolor en ellos.
̶ Eres mía leila y yo fui y seré el primero y el único que podrá tenerte así.
Me siento demasiado agitada, esto es asqueroso y repugnante, apenas puedo respirar por el dolor tan excesivo que siento, escucho a Ilay gruñir y seguido de esto besa mi boca, algo tibio escurre entre mi entrepierna y siento a Ilay relajarse y acosarse a mi lado. –Al fin Termino-
...
Ilay comienza su día, en toda la noche no pude dormir por el dolor que tenía, no tengo hambre, quiero morirme, porque me sucedió esto a mí, esta mañana estaba recordando el momento en el que me despedí de mis padres ese día, esa última vez que los vi, el despedirme así de ellos no era usual más sin embargo ese día lo hice, por algo pasan las cosas, a lo mejor ya estaba destinado todo.
̶ Hola mi niña, buenos días ̶
̶ Santo dios mi niña que te paso- Eleonor deja la bandeja de comida al lado de la cama y se posa delante de mí.
Maldición, no recordaba que anoche se me abrió la ceja.
̶ Ah no es nada nana, no te preocupes, de seguro me pegue mientras dormía ̶
̶ A mí no me mientes mi niña, yo sé que te lo hizo Ilay, déjame que te cure-. No pongo resistencia ya que en verdad si necesito su ayuda, siempre he sido muy llorona en ese tema de la sangre.
̶ Gracias nana ̶
̶ De nada mi pequeña Leila, ahora come ̶
̶ No quiero gracias ̶
̶ Mi niña por favor, tienes que hacerlo, no puedes solo comer pequeños bocados de comida ̶
̶ Que está pasando aquí Eleonor ̶
Mi cuerpo se estremece al escucharlo. Otra vez temprano.
̶ La niña no quiere comer joven.
̶ Ay nana no es algo que no tenga solución, déjame arreglarlo a mí.
-Leila levántate de esa puta cama que ya sabes que mi paciencia no llega ni al número uno, me imagino que quieres saber algo de tu casa, no me hagas repetirlo otra vez.
Me pongo en alerta cuando escucho mi casa.
̶ Bien, supongo que no te importa lo que pasa en tu casa o como están ellos, bueno me voy.
̶ Espera, dijiste mi casa, que paso.
̶ Bien así me gusta pequeña, no pasó nada, pero te voy a dejar que hables con ellos y con tu amiga miranda.
̶ Gracias Ilay. Digo en voz baja
̶ Una cosa Leila, ni una sola puta palabra de donde te encuentras o tendré que matar de uno por uno a los miembros de tu familia.
Marco ese número que jamás se me podría olvidar, estoy ansiosa por hablar con mi familia, el teléfono empieza a sonar.
Sonido Uno
Sonido Dos
Sonido Tres.
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Ilay
RomanceNo quiero que sepa que me enamore de él, no quiero que se entere que al fin empezare a ceder y que al fin le corresponderé, como pude enamorarme de alguien que me quito la libertad hace tiempo solamente por cumplir su capricho sin importarle mis sen...