HULK

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- Hulk, no estás colaborando. - Grité mientras congelaba un coche y lo empujaba hacia él con mis poderes.

- No lo tiene por costumbre pequeña.- Respondió Tony por el pinganillo. Ambos luchábamos mano a mano contra lo que antes había sido nuestro compañero, Bruce Banner. Y ahora parecía la nueva marioneta de Strucker. Pero mucho mas fuerte y grande. Y verde. - Tenemos que noquearle, no me vendría mal un poco de ayuda de tus poderes mentales. 

- Si supiera como dormir a alguien lo habría hecho ya ¿No crees? - Dije a través del comunicador. El bicho había dirigido su atención a mí, después de que le lanzara aquel coche. Y tenía que admitir, que estaba muy muy furioso. 

Estaba a punto de crear un escudo de hielo a mis alrededor para evitar el puñetazo de Hulk, cuando Tony en su nuevo super gigantesco traje de Iron Man, se interpuso, intercediendo el golpe. 

- ¿Y los otros? - Preguntó Tony - ¿No hay nadie que pueda ayudar? 

- No sé qué les ha hecho la chica, pero sea lo que sea los ha dejado muy tocados - Respondió Clint por el transmisor - Lo siento Tony, tendréis que apañároslas. 

- Genial - Bufó el multimillonario, lanzando a Hulk contra un edificio. 

El monstruo verde soltó un fuerte rugido cargado de furia, y juro que pude ver su mirada cambiando a color rojo. Hulk cogió dos coches dispuesto a lanzárselos a Tony y yo cerré mis ojos. 

La unica manera de salir de esta era si conseguía entrar en su mente y dormirle. Si Tony lo había propuesto, era porque había visto e los documentos que era capaz de hacerlo. Solo esperaba que estuviera en lo cierto. 

Me cerré al mundo que me rodeaba, como lo habia hecho en los primeros entrenamientos de Strucker. Me concentre en mi propia mente, en sentir el pulso de mis poderes dentro de mi...

- ¡Niña cuidado! - Gritó Tony sacándome del trance. 

Pero ya era demasiado tarde, Hulk había lanzado uno de los coches en mi dirección, Tony no podia acercarse lo suficiente para pararlo  y a mi no me daba tiempo a apartarme. Era el fin. 

Espere el impacto poniendo ambos brazos frente a mi cara, aguardando el dolor. 

Pero este nunca llego. En su lugar se oyó el ruido de metal chocar contra metal y un grito fuerte de una figura que se encontraba delante mía. Aparte mis brazos y alcé la mirada encontrándome con la suya. 

El Capitan America, había interpuesto su escudo entre el coche que amenazaba con matarme y mi cuerpo. Nuestras miradas se encontraron, y senti mis mejillas arder ferozmente al recordar los acontecimientos de unos minutos atrás. Cuando mis labios se habían encontrado con los suyos. Solo esperaba que no recordara nada, mi beso le había sacado del trance y acto seguido yo habia huido del lugar para ayudar a Iron Man. 

- ¿Estas bien? - Me preguntó

- Cap, Reina del Hielo - Interrumpió Tony antes de que yo pudiera responder- Me encanta que os  echéis miraditas mientras os salváis la vida ¿Pero podéis echarme una manita? !Tengo a un Hulk encima mia! 

- Cap, ve con el - ordene - Yo intentare usar mis poderes para dormirle. 

- ¿Segura? 

- Nunca antes lo habia estado tanto, Capitán. - Respondí regalándole la sonrisa mas confiada que tenía. La cual me devolvió, antes de lanzar su escudo impidiendo que el puño de Hulk le rompiera la cara a Tony. 

Volví a encerrar mis pensamientos. Cerrando los ojos, me aisle del mundo que me rodeaba. El miedo, y los gritos de pánico de la gente eran solo un eco de un lugar lejano. El polvo que caía sobre mi piel, levantado por las ruinas que mis compañeros dejaban, era ya imperceptible. Y yo solo podia sentir una cosa : mi mente. El poder que recorría cada célula de mi cuerpo. Me envolvía suavemente, podía sentir el aura de poder creciendo alrededor mía. Mandé una orden directa a mi cerebro : dormir a Hulk. 

Entonces, abrí mis ojos con decision, clavando mi mirada en los ojos de mi compañero. 

Y como por arte de magia, el susodicho cayó rendido a los pies de dos de los mayores superhéroes de la historia que lo estaban combatiendo. 

Y eso fue lo ultimo que vi, antes de que todo se volviera completamente negro. 


                                                                                                          *****


Me encontraba andando por un pasillo conocido, las paredes eran grises, y había percheros colgados en ellas,  donde por lo general los niños dejaban sus abrigos. En estos momentos se encontraba vacíos, y llenos de polvo. Y algunos de ellos estaban tirados por los suelos. Daba la impresión de que el edificio había sido abandonado hace ya mucho tiempo. 

Numerosas puertas de las aulas habían desaparecido o estaban tiradas por los suelos, dejando entrever el interior de estas. Los murales pintados por niños que antes las habían decorado, ahora estaban rajados o completamente tirados por los suelos. Las mesas y sillas yacían de diferentes formas, algunas completamente boca abajo y otras aún manteniendo firmes. Las pizarras se encontraban o llenas de garabatos o simplemente tiradas por los suelos al igual que todo lo demás. Algo había ocurrido en este sitio. 

Sea lo que fuere , no me impedía reconocerlo. No creo que ni siendo arrasado por mil tormentas yo fuera incapaz de reconocer el lugar. 

Era mi antigo colegio. Estaba de vuelta en Sokovia. 






Los Maximoff ( Steve y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora