¿Wanda?

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Mi mente estaba jugando conmigo. Veía a niños correr por los pasillos, jugando, sonriendo, la sombra de un pasado ya muy lejano. 

Recordaba mis días allí. Nunca fueron los mejores de mi vida, no era que el colegio hubiera sido en algún momento un lugar que me haya gustado. Pero recuerdo como mi hermana jugaba conmigo cuando nadie más lo hacía. Podía verme corriendo por esos mismos pasillos perseguida por Pietro y Wanda mientras jugábamos un pilla pilla. 

Mis hermanos... Una parte de mi aún mantenía la esperanza de que siguieran vivos. La otra, ardía de dolor al pensar que probablemente nunca despertarían de un sueno eterno llamado muerte. 

Seguí andando por aquel lugar. Mis pasos eran cada vez mas pesados y en  mi cabeza un  torbellino de pensamientos se estaba creando. Mis manos empezaron a sentirse heladas, sabía que estaba activando mis poderes. Sabía que estaba congelando todo lo que me rodeaba. Y ya no me importaba 

Solo queria destruir. 

Destruir el recuerdo de un pasado feliz, destruir aquel lugar que me recordaba lo que había perdido, lo que la vida me habia robado. Solo quería congelar esa parte mi memoria, ese recuerdo de mis hermanos, y enterrarlo en lo mas profundo de mi, para no volver a verlo jamas. 

Salí, al exterior, por la puerta principal.  El frio me dio la bienvenida, y la imagen que vi me dejo sin aliento. Todo Sokovia estaba cubierto pro una capa de hielo. Pero no era algo natural. No era que hubiera nevado como generalmente solía ocurrir los primeros días de enero, no era que un frio infernal hubiera tomado la ciudad. La capa helada era de un tono azulado brillante, y los vientos que corrían se sentían como si estuvieran afanando cada célula de la piel. Esto no era normal. 

Lo había hecho yo. 

- Hermana - Dijo una voz susurrando con dificultad a mis espaldas - ¿Qué nos has hecho? 

Conocía aquella voz. Llevaba años sin oírla, pero era inconfundible. Me juré jamas olvidarla, y por mucho que quisiera enterrar el recuerdo, sabía que nunca sería capaz. Intente girarme para verla una vez mas, mi hermana Wanda...

Pero lo único que vi, fue pura oscuridad. 

*************

Me desperté sobresaltada. 

La luz del sol entraba por la ventana, cegándome. Por la intensidad de los rayos juraría que me había levantado sobre las tres o cuatro de la tarde. Me encontraba en una habitación desconocida. Tumbada sobre una cama cubierta con una manta de cuadros. Las paredes estaban decoradas con un bonito papel, y por la ventana podía observarse un campo verde. 

Al incorporarme, un mareo brusco sacudió cada parte de mi cuerpo. Y decidí esperar sentada en la cama unos minutos a que se me pasara. La puerta se abrió lentamente, dirigí mi mirada hacía ella para ver quien era el responsable. Y me lleve una grata sorpresa al encontrarme con unos ojos azules mirándome desde la puerta. El capitán sostenía en sus manos una bandeja con un vaso de leche y un par de galletas. 

- Bien, estas despierta - Dijo al verme - Te he traído algo de comer, supuse que tendrás hambre. 

Steve se sentó al lado mío en la cama, pasándome la bandeja. por un momento pensé en preguntarle si recordaba algo del día anterior, si tenia la minima sospecha de lo que yo había hecho, pero descarte la idea y me limite a mojar las galletas en la leche y comérmelas tranquilamente. Me recordaba a las noches de invierno en Sokovia, cuando mis hermanos y yo solíamos tomarnos uno de estos vasos para dormir. 

- ¿En qué piensas? - Me preguntó el capitán sacándome de mis pensamientos. 

- ¿Puedo hacerte una pregunta? - Dije a modo de respuesta. Él simplemente asintió con la cabeza. 

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2021 ⏰

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Los Maximoff ( Steve y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora