Capítulo I

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Y fue aquel día… Yo estaba empapado, tirado en la calle, después de que esos estúpidos me habían golpeado. Me dolía tanto el cuerpo que ni siquiera intenté levantarme, la sangre corría por mis labios y mis costillas estaban rotas, pero nadie se acerco, a nadie le interesaba ayudar a un maleante como yo, a nadie le interesaba tener algo que ver conmigo, a nadie excepto a ti…. 

Te acercaste y, al verme mojado por la lluvia y en el deplorable estado en el que me encontraba tirado en la banqueta, te asustaste tiraste, tu mochila a un lado y me cubriste con tu paraguas, te quitaste el suéter y trataste de parar la hemorragia de mis labios. 

Yo no sabía que decir, por qué una persona como tú, se acercaba a ayudarme. ¿No te interesa qué piensen tus amigos, al verte con alguien como yo? ¿No te importa que crean que eres igual a mi? Pero estaba tan cansado que antes de que pudiera decir algo me desvanecí en tus brazos. Es que me sentía tan seguro que no quería despertar.

¿Dónde estoy? Esta no es mi habitación y, al tratar de levantarme, sentí el terrible dolor en mi abdomen. Ahora recuerdo, yo estaba en la banqueta cuando él llegó…

—A ya has despertado, me alegro 。◕‿◕。 , mmmmm déjame ver como sigue ese labio.Sí, ya esta mucho mejor. Ya paró la hemorragia y parece que cicatrizará rápido.

¡Y ahí estás! Tocaste mi cabeza. Has limpiado las heridas y las has curado, incluso has vendado mi abdomen… Pero ¿por qué?

—Bueno es mejor que descanses regreso en media hora para traerte la comida, descansa.

¿Por qué?

¿Cómo?

—¿Por que me ayudas? ¿Que acaso no es perjudicial que una persona tan intachable como tú ayude a alguien como yo?

—No sé a qué te refieres, yo solo ví que un amigo se encontraba herido y con mucho gusto lo ayudé.

—¿Un amigo? ¿Acaso me consideras tu amigo? Si nunca e hecho algo por ti, incluso aquella vez en el gimnasio yo te golpee—te miré con asombro.

—No me mires así, yo se que tú eres una buena persona, pero aquella vez era un mal día, todos tenemos malos días, y no debemos ser juzgados por nuestras malas acciones, sino por las buenas. Ahora no se diga más y descansa…

—¿Las buenas acciones? Y tú ¿qué sabes de mis buenas acciones?—te miro y río con cinísmo—¿Que no sabes que el maleante de Mitsui no tiene buen corazón? Jajajaja que inocente eres, es mejor que me vaya, no quiero causarte problemas con mi presencia—trato de levantarme pero el dolor me dobla.

Y antes de que toque el suelo, tú me sostienes y me depositas de nuevo en la cama, me miras severamente y me dices:

—Tú lo ayudaste.

—¿Qué?

—Aquella vez esa niña lloraba porque su gatito se encontraba herido y tu lo vendaste. Es por eso que el jovencito Mitsui es una persona con un buen corazón, aunque trate de demostrar lo contrario. ¿Por qué es tan difícil para ti admitirlo? Eres bueno 。◕‿◕。y digas lo que digas yo no cambiaré mi opinión. Y si tratas de levantarte me molestare contigo ಠ_ಠ…. Así que descansa, que para mi no es ninguna molestia tu compañía.

Me viste aquella ves. Y me sonríes, estás tan seguro de que yo soy bueno, que no puedo evitar sentir simpatía por tí… y sin poder evitarlo sonrío contigo.

—Y entonces, me ayudas en honor a ese gatito ¿no?

—Pues supongo que si, jajajajaja.

¡Que hermosa sonrisa tienes! Eres realmente especial. Sin querer siento este calor dentro de mi pecho. Nunca nadie me había brindado su amistad, así, con esa sinceridad con que lo haces tú. Nunca.

Desde aquel día que somos amigos, pero ahora, después de conocerte más, de convivir contigo todos los días, no puedo evitar sentir que no podría seguir sin tí…

Hoy que llevo en la boca
el sabor a vencido
procura tener a la mano
a un amigo que cuide
tu frente y tu voz.
Y que cuide de tí
para tí y tus vestidos
y a tus pensamientos
mantenlos atentos
y a mano tu amigo.

Hoy, ten miedo de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora