Hoy, ten miedo de mí

Capítulo V

Y ahora aquí estoy en la banqueta de tu casa después de beber como loco, tratando de olvidarme de tí aunque sea una noche. Pero lo único que logré fue embriagarme así, aumentó la necesidad que tengo de verte y miro hacia tu casa, puedo ver que la ventana de tu cuarto se encuentra abierta, sin más brinco la barda y subo por el enrejado y he llegado a tu habitación.

¡Ahí estás dormido como un ángel! Mirándote terriblemente deseable e indefenso. Y es en este momento que deseo regresar. No debí entrar, no se de lo que sea capaz, y al tratar de salir veo en el buró, que esta junto a tu cama, un gatito de peluche con los ojos azules y una postal junto a el “Con cariño para Kimi de su amiga Mika que tanto lo quiere”.

Y ahora una rabia incontrolable invade mi ser, la poca razón que tenía se desvanece, lo único que cruza por mi mente es tocarte, sentirte, no voy a dejar que nadie te toque antes que yo, nunca…

Me acerco, te encuentras profundamente dormido, te mido y llevas una pijama ligera, hace bastante calor, que incluso se encuentran desabrochados los primeros botones de la parte superior de tu pijama. Tus mejillas se encuentran levemente teñidas de rojo, y tus labios ligeramente abiertos, simplemente excitante, todo en mí, es deseo. 

Necesito tocarte, me acerco para sentir tu respiración, y toco ligeramente tus labios con los míos, trato de ser ligero e imperceptible, no quiero despertarte, no ahora. Poco a poco y con suavidad comienzo a besar tus labios, tus ojos, tus mejillas. 

Al sentir tu boca tan suave, me excita la idea de probarte más, y con todo cuidado comienzo a desabrochar los botones que faltan de tu pijama y mi mano cobra vida y sin que yo pueda hacer nada comienzo a recorrerte, tu piel es sueva, nívea, húmeda por el sudor que tienes a causa del calor, y necesito probarte, y comienzo a besar tu cuello, continúo por tu pecho, y oigo en leve quejido que sale de tus labios.

Me acerco a tu cara para ver si te he despertado, pero no es así, simplemente tu cuerpo comienza a sentir mis caricias y a reaccionar. ¡Lo sabía, me necesitas! O ¿Es sólo mí mente nublada queriendo imaginarlo? Continúo besando tu abdomen pero al ver tu rostro tan lindo y al ver tu boca entreabierta, te beso, en forma ligera pero necesito más.

Necesito estar dentro de tu boca y profundizo el beso. ¡Por Dios, que dulce es tu boca! Me siento en el cielo, y no lo pienso dejar, y es entonces que siento como tus brazos me empujan con fuerza y me tiran a un lado de la cama, te he despertado y me miras asustado…

Hoy procura que aquella
ventana que mira a la calle
en tu cuarto se tenga cerrada.
Porque, no vaya a ser
yo el viento de la noche
y te mida y recorra la piel
con mi aliento y hasta
te acaricie y no te deje dormir
y me meta en tu pecho
y me vuelva a salir
y respires de mí.
...O me vuelva una estrella,
y te estreche en mis rayos
y todo por no hacerme
un poco de caso
ten miedo de mayo
y ten miedo de mí.

—Mitsui ¿qué estás haciendo? ¿Has bebido verdad? ¡Por Dios mira el estado en el que te encuentras! ¿Por qué estás aquí? Bueno, no importa supongo que fue por el alcohol que me besaste. Por favor no lo vuelvas a hacer. Ya es muy noche para que regreses a tu casa, bueno puedes quedarte en el cuarto de a lado. Mañana hablaremos sobre lo sucedido, estoy muy disgustado contigo (>_<).

¡No lo puedo creer! Entré a tu casa sin tu permiso a media noche. Te estaba acariciando y besando también sin tu permiso, y aun así te preocupas por que es muy noche para que regrese a mi casa y que me encuentre ebrio… No definitivamente no puedo detenerme ahora, necesito tomarte esta noche….

—Sí, estoy ebrio, no lo niego, pero no fue el alcohol la causa por la que vine hasta aquí y te besé—y me acerco a tí y tomo tus muñecas—.Dime Kimi, ¿acaso no tienes miedo de lo que te puedo hacer?—Y te miro a los ojos, veo que estas asustado pero con toda seriedad me dices:

—No, por que tú y yo somos amigos, serías incapaz de hacerme algo malo.