Lee

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Lee Dior era hermosa, siempre se le veía usando maquillaje natural y de vez en cuando un poco de rojo en sus labios,  sus ojos brillaban como si una estrella hubiese entrado en ellos, su sonrisa reflejaba maravillas, le daba alegría y paz a quien la viera, era demasiado amable con todos pero sobre todo tenía un trato especial con niños y ancianos.

Con frecuencia le veías en los asilos cocinando o jugando con sus abuelitos o también en guarderías ayudando a los pequeños. La gente la amaba mucho se sentían como sus amigos, pero no siempre fue así.

Lee Dior siempre fue hermosa y tal vez amable, pero nadie podía afirmar que ella siempre era tan hermosa por dentro antes, ya que solía existir una barrera, Lee Dior no iba a los asilos o guarderías, no se relacionaba con la gente común más allá de lo que parecía ser necesario, su sonrisa era amable pero vacía, sus ojos no solían ver a nadie de aquellos a quienes ahora tiene tan cerca.

Pero todo cambió después de aquel día, después de aquel accidente donde la gente afirma quedó marcada físicamente, donde valoró las cosas de otra forma al perder una parte de su belleza externa.

Lee Dior solía usar vestidos, faldas, shorts etc donde relucia sus hermosas piernas y pequeños pies, eran de admiración, como si de una muñeca viva se tratase, también solía usar blusas de tirante o sin manga, solía mostrar sus hombros menudos al público, en las fiestas hacia gala de su pequeña espalda que resaltaba su explendida figura, Lee Dior era por donde se le viese la mujer perfecta y ella sabía como mostrar toda esa perfección a un nivel más sublime.

Sin embargo Lee Dior ahora usaba faldas tan largas que muchos pensaban tropesaria con ellas, sus hombros eran cubiertos por distintas telas en diferentes formas, chalinas, capas, chalecos, todos ellos cubrían la pequeña espalda de Lee Dior.

Aún así ella seguía viéndose tan espectacular o incluso más que antes, daba lugar a espectáculos amados por la gente, como ver a su esposo Lee Hoseok cargarla cuando había mucha agua, Lee Dior siempre se pondría roja y mostraría la sonrisa más hermosa del día, si tenían suerte si esposo la besaría con tanto amor que todos creerían en el.

Lee Hoseok era el esposo de Lee Dior, hijo de uno de los magnates más poderosos de toda Corea y actual presidente de la compañía familiar, con un cuerpo formado por arduo trabajo y un rostro bello siempre fue un hijo ejemplar, destacó en todo lo que se proponía y su popularidad era incuestionable, conservó su humildad y la gente lo amaba por ello.

Conoció a Lee Dior en la universidad, ella era conocida como la belleza más grande que pudo tocar el mundo y Hoseok no pudo evitar caer ante ella, era perfecta para el y lo mejor era que ella pertenecía a los herederos Lee, no había forma que no pudiese ser de él y lo fue, llevando hasta ese momento 5 años de casados.

En más de una ocasión Hoseok la iría a ver a los asilos o guarderías con un ramo de rosas, tal vez unos chocolates, tal vez solo una flor, se sonreirian para después abrazarse, Hoseok se quedaría para ayudar a su esposa comunicarse con los niños.

Porque ese era otro detalle, Lee Dior era muda, pero no siempre fue así, aunque bien era cierto que aún antes casi nadie la escuchaba hablar, como si su voz fuese un privilegio de pocos, quienes lo habían hecho decían que su voz solía ser tan bella como ella, con un toque elegante, bastante femenina, su risa parecía un canto y muchas cosas más que nadie sabría pues actualmente ella solo se comunicaba con lenguaje de señas o con un pizarrón borrable.

El accidente que sufrió Lee Dior pareció que acabó con tantas cosas pero la gente la notaba más amable, más humilde y su matrimonio más adorable, antes el matrimonio Lee no parecía amarse tanto como en ese momento y tal vez era así.

Compilación One - Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora