El encontronazo/Lo que fallaba

228 15 0
                                    

[Marceline's POV]

Flashback

Hoy es de esos días que me viene el bajón tras la marcha de Simon.

A pesar de la situación en la que habíamos estado, él siempre conseguía mantener mi cabeza aislada de la guerra. Gracias a sus bromas y tonterías sonreía, sonreía y reía como una niña normal, no una medio demonio sin amigos ni familia en medio de un apocalipsis.

Llevaba un mes sin Simon, sin embargo el típico dicho "el tiempo lo cura todo" no estaba surtiendo efecto en mí. Me sentía sola, salvo las veces que notaba la presencia de mi padre, como si me estuviera buscando, ese era la única vez que prefería mantenerme en esa soledad infinita.

Estoy buscando algo para comer, llevo un par de días sin apenas alimento y mi estómago no para de repetírmelo constantemente, de repente dejo de notar el molesto sonido de mi barriga y lo veo. Un humano de mi altura, más o menos, con una máscara rara que tapa por completo su cara. Lo único que puedo saber con certeza es que su pelo es rosa, y fijándome mejor en su figura, descubro que se trata de una chica. Se encuentra agachada inspeccionando un muerto, o eso creo vamos, quizá se lo quiere comer, no es como si no se me hubiera pasado a mi la idea por la cabeza tras tanto tiempo pasando hambre, lo único que me lo impedía era el hecho de que están "contaminados" y probablemente me transforme en uno de esos zombies raros si lo como. Empiezo a sentir un poco de miedo ¿y si esa niña había matado a la persona que está en el suelo?

"A lo mejor se estaba defendiendo" intento convencerme y ponerme en su situación. Ni que yo estuviera libre de pecado.

La chica continúa haciendo cosas raras con el cuerpo, hasta que saca lo que creo que es el corazón. Lo alza con el ceño fruncido: es verde, y, como si no fuera lo suficientemente asqueroso, le chorrea una especie de sangre de este mismo color.

Me recorre un escalofrío por el asco que me produce la imagen. Le tenía miedo a esos bichos, gracias a Simon lo lograba mantener a raya, pero ahora.... Como si el destino se estuviese riendo de mí, noto algo posándose en mi hombro, y como buena niña de 10 años que soy, decido no razonar (en verdad nunca se me ha dado bien) y dar por sentado que se trata de un zombie. Grito presa del pánico y corro en dirección contraria al bicho, que es lo que viene a ser el lugar exacto donde estaba la chica pelirosa.

Giro la cabeza para ver el causante de mi susto y me encuentro con que ha sido el simple roce de una hoja llevada por el viento. Intento frenar mi carrera, pero no lo logro a tiempo y doy de lleno con la pelirosa.

Sí que le estaba echando ganas a mi huída, porque de la velocidad que llevaba logro tirarnos a ambas al suelo.

Marceline: Perdón, de verdad, no era mi intención- justifico nerviosa: uno porque ese pequeño humano daba mal rollo y dos porque las pocas personas con las que me cruzaba temían que fuera un demonio (¡solo tengo un par de colmillos, jolín!)

La chica se me queda mirando fijamente, aún sin levantarse del suelo.

?: No pasa nada- su voz me sorprende, me esperaba algo menos.... ¿dulce? Afirmo mi teoría de que somos de la misma edad, su timbre parece como el de una niña pequeña- Soy Chicle- informa mientras se levanta, al fin se quita el casco y me permite ver cómo es realmente.

Marceline: ¿Eres.... rosa?- pregunto extrañada. Rueda los ojos pero al segundo aparece una sonrisa en su rostro.

Chicle: Al menos no soy un vampiro.

Marceline: ¡Oye, no soy un vampiro!- respondo algo enfadada, estoy harta de que todos pensasen eso.

Chicle: ¿Y esos dientes?- y como si nos conociéramos de hace años se pone a tocarme los colmillos con el dedo índice. La miro con el ceño fruncido, intentando que note mi incomodidad, pero al parecer ni se inmuta porque está demasiado concentrada en mi dentadura.

La historia nunca contada (Bubbline)Where stories live. Discover now