Los Obsequios de PersefoneLuego de tal episodio en sus vidas, como el anterior, tanto Hades como Persefone, fueron más conscientes del bienestar del otro.
La Ex Doncella, de forma oficial, se había mudado a la habitación de Hades, en ese momento se encontraba acomodando las prendas de ambos mientras Hades estaba solucionando algunos pormenores más en el Tártaros.
Ella sin duda prefería, por el momento, mantenerse a cierta distancia de ese lugar que tantos escalofríos le provocaba.
Luego de acomodar sus prendas comenzó a doblar las túnicas que su esposo solía usar, encontrando así algunas muy hermosas, dignas de un soberano, y otras en cambio más gastadas e incluso algo roídas, estás las reconoció como aquellas que suele utilizar para jugar con Cerberos o simplemente para estar más cómodo cuando lee. Pero al examinarlas mejor encontró varias que estaban en muy mal estado, esto le resultó curioso por que a sus ojos Hades siempre vestía bien; así que dejando un momento de lado las prendas de este comenzó a observar más su alrededor, todo lucia impecable.
¿Cómo alguien tan meticuloso, como él, podía descuidar así su apariencia?
Era la pregunta que rondaba por la mente de la Diosa, decidida tomo aquellas túnicas que se encontraban en mal estado y sonriendo, cuando logró cargar todas las que sus delgados brazos le permitieron, camino hacia el jardín, puesto que necesitaba algodón.
Ya encontrándose en dicho lugar hizo crecer varias plantas de esta misma y mirando las túnicas en un montón apartado otra duda asaltó su mente.
¿Cómo conseguiría ese oscuro color?
Ella sabía utilizar los pigmentos naturales que nacían luego de trabajar las frutas con las que solía teñir sus vestidos, pero, estos nunca llegaron a tonos oscuros como los que Hades estaba acostumbrado a vestir.
Luego de pensarlo un momento una fugaz idea cruzo por su cabeza y comenzando a trabajar decidió luego preocuparse por el color de la tela una vez que esta esté lista.
Y así pasaron varias horas, en las que dedicó a conseguir la tela con el tamaño que ella deseaba, pues las túnicas de su esposo le solían llegar a los pies a esté mismo, al notar que este trabajo sería de más de un día decidió ocultar todo lo que había conseguido en su antigua habitación.
Sería un buen regalo para ese ser que siempre se preocupaba por su bienestar.
Ya había pasado unas largas tres semanas a Hades le picaba el bichito de la curiosidad al ver a Persefone tan misteriosa con el, al punto de que ni siquiera podía acercarse a observar lo que ella leía o unos espinales le bloqueaban el paso.
Él al partir en las mañanas la encontraba normal, pero al volver le notaba bastante agotada e incluso más de una vez con una pequeña venda en sus dedos. Ella sólo reía y le recalcaba que no era nada malo lo que hacia.
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Hades Y Persefone
RomanceEl hermoso mito de las cuatro estaciones con un giro inesperado que llevará a Hades a perseguir a su amada en una distinta época. ¿Podrá su amor sobrepasar el tiempo? ¿Persefone volverá a aceptar a su amado? ¿Lograrán tener un final feliz? Continúa...