Capitulo 1

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En una tierra más allá del horizonte, yase la leyenda de un príncipe que nació con un don que a la vez es su condena. Había nacido con el poder de comvertirse en un dragón, era un poder magnifico  pero a la vez peligroso por que estaba ligado a sus emociones, si él se enojaba, la bestia que yacía en su interior se liberaba y todo rastro de cordura era olvidado para convertirlo en un auténtico monstruo. Cuanto más crecía, más fuerte era su poder y más incontrolable se volvía. Los años pasaron y su resistencia era cada vez menos para poder controlar a la bestia. Pero un día, después de recibir la noticia de que se casaría con la hija del rey de otro reino para detener la guerra, el enloqueció, desde pequeño lo habían controlado para evitar que el dragón en su interior despertara pero esa fue la gota que derramo el vaso. En un arranque de ira desenfrenada dejo que la bestia que aguardaba en su interior se liberara, dejándole completamente el control a su lado animal. En el momento en que lo hizo, el dragón acabo destruyendo el reino matando a cada habitante que se encontraba ahí incluso a sus propio padres. Cuando retomo la cordura y al ver su reino en ruinas y a sus padre muertos una gran culpa lo invadió y así, con la poca cordura que le quedaba se encerró en lo que antes era su palacio sin ningún contacto con el mundo. Con él tiempo esa historia fue abandonada en el olvido pero no antes de que el príncipe de aquel reino se ganara el apodo de "El Príncipe Dragón"

En un pequeño poblado, donde nunca pasa nada interesante, un joven peliverde caminaba por las calles de aquel pueblo. Veía todo con una monotonía increíble. Todo era tan rutinario que era aburrido pasar todo los días ahí, todos levantándose a las mismas hora, todos comprando en el mismo mercado, todo eso lo veía tan aburrido.

Lo único que lo hacía escapar de esa realidad eran los libros. Le encantaba imaginar las aventuras  de los personajes y soñar con lugares increíbles que quisiera visitar pero desgraciadamente solo eran sueños, eso y nada más. Pero recordaba lo que siempre se decía a si mismo...

-No es malo soñar- dijo mientras miraba al cielo.

"Tal vez nunca saldre de aquí pero al menos siempre tendre los libros para seguir soñando" penso con una sonrisa nostalgica.
Siguió su camino hasta llegar a la biblioteca de la ciudad, no era tan grande pero con solo encontrar algunos libros era suficiente para él.

Abrió la puerta del local encontrándose con un hombre anciano que ordenaba los libros en las estanterías. 

-Buenos días- dijo amablemente el joven de ojos verdes.

-Oh, Izuku, buen día- dijo el hombre con una sonrisa al verlo.

-Déjeme ayudarlo- dijo mientras se acercaba para ayudar al anciano.

-No es necesario- dijo el anciano con una sonrisa por la amabilidad del chico.

-Esta bien yo insisto- dijo con una sonrisa a lo que el hombre no pudo negarse.

Así pasaron un rato, acomodando los libros en orden alfabético y de vez en cuando platicando de uno que otro libro.

Cuando por fin terminaron el hombre voltio a ver a Izuku quien estaba acomodando el ultimo libro.

-Izuku- el mencinado voltio a verlo -Ese es tu libro favorito ¿no es así?- el joven asintió mientras le daba una pequeña ojeada.

-Me encanta la historia, nunca me voy a cansar de revivirla una y otra vez- dijo con una sonrisa grabada en su rostro sin apartar la vista del libro.

-Pues si tanto te gusta es tuyo- dijo el hombre, el peliverde lo voltio a ver con confusión -Tenlo como un agradecimiento por haberme ayudado-

-Yo... no puedo recibirlo, es de la biblioteca- dijo Izuku devolviendo el libro a la estantería.

El Príncipe Dragón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora