El amanecer se había presentado, los pájaros comenzaban su canto, mientras que los prados de aquella aldea eran iluminados por el crepúsculo de la mañana dándoles una tonalidad amarillenta.
Dos jinetes cabalgavan a paso lento entre las llanuras dirigiéndose al hogar del peliverde.
-Joven Todoroki, repitame otra vez ¿Por que se quiere casar con un plebeyo como Izuku?- dijo un joven de cabello azabache mientras se acomodaba sus lentes.
-Por la razón de ser un plebeyo, Iida, mi padre jamás aceptaría que me casara con alguien a quien considera inferior- dijo sin apartar la vista del camino -Y además si me caso con él, mi padre me deseredará lo que significa que no heredaré la compañía y por fin podre irme de su lado-
-Así que no tiene ninguna atracción hacia Izuku- el bicolor asintió y prosiguió -Lo único que me interesa de él es que es el hijo de uno de los mayores rivales de mi padre y si consigo casarme con él, sera mi boleto para irme de aquí-
-¿Y qué hará después que consiga su mano en matrimonio y ejecutar su plan?- dijo el azabache mirando al bicolor.
Shouto se encogio de hombros -Tal vez lo deje como su padre lo hizo con su madre, la verdad no lo he pensando- dijo restandole importancia.
-Eso es cruel, Todoroki- dijo Iida volviendo su vista al camino.
-Tal vez pero es mejor que quedarme con él sin sentir nada- dijo dándole fin a la conversación.
El resto del camino fue en silencio, cada uno en sus pensamientos solo escuchando el sonido de los cascos de sus caballos al impactar con el suelo y el canto de los pájaros.
Después de un rato más de cabalgata, ambos llegaron a la granja de los Midorya.
Todoroki bajó de su caballo y se dirigió hacia la puerta del hogar pero no antes de ser detenido por Iida quien le tomo el hombro.
-Espero que sepas lo que haces- dijo el azabache al bicolor.
-Midorya es mi boleto de escape de esta miserable vida que tengo, es casarme con él o ser lo que mi padre quiera que sea y no voy a permitir convertirme en mi padre- dijo soltandose del agarre de Iidia para dirigirse a la puerta de los Midorya.
Al llegar a la puerta, Shouto la toco varias veces hasta ser abierta y atendida por Inko.
-Buenos días señora Midorya- dijo hacendo una reverencia -Me gustaría ver a Izuku, si es tan amable-
-Lo lamento pero Izuku no se encuentra aquí ahora- dijo la peliverde tratando de mantener sus nervios bajo control.
-Y de casualidad ¿no me puede proporcional la hora aproximada en la que vendrá?- dijo mientras se enderezaba
-No tengo una fecha exacta de su regreso- la peliverde se tapo la boca, sin querer había dicho que se había ido.
-¿Comó que la fecha exacta?- dijo mientras la miraba con una mirada fría y penetrante. La mujer temblaba de miedo, sabía bien de quien era hijo y digamos que su padre no es un hombre amable.
-Lo siento pero deje la sopa en el fuego, adiós- Inko trato de cerrar la puerta pero el pie del bicolor se lo impedía. De un empujón, abrió la puerta haciendo que Inko retrocediera unos pasos.
-¿Donde esta Midorya?- dijo con un tono de voz demandante y su ceño fruncido mientras se acercaba peligrosamente a la peliverde. Ella retrocedía hasta que quedo acorralada contra la mesa con el bicolor mirándola con furia -¡¿Donde esta?!- dijo azotando su puño contra la mesa, asustando a Inko.
Todoroki iba a seguir pero sintió la mano de Tenya en su hombro haciendo que volteara para mirarlo.
-Izuku no esta aquí y con gritos no arreglaras nada- dijo tratando de hacer entrar en razón al bicolor.
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El Príncipe Dragón
FanfictionEn una tierra más allá del horizonte, yase la leyenda de un príncipe que nació con un don que a la vez es su condena. Había nacido con el poder de comvertirse en un dragón, era un poder magnifico pero a la vez peligroso por que estaba ligado a sus...