Finalmente luego de un par de largas semana Clarke regresaba a casa ese día. Le había costado despedirse de algunos locales con los que se había vuelto muy cercana, y también un pequeño grupo de niños que se le habían aderido a donde fuera a quienes de alguna manera los había adoptado, jugando con ellos en la playa cuando podía, regalándoles caramelos, cantándoles algunas canciones. Junto a Leslie se habían convertido en poco tiempo las favoritas de los niños en ese campo de rescate que habían armado provisorio.
Clarke también junto a Indra se habían comunicado con las autoridades de la isla de Koh Tao y representantes del gobierno Thailandés, para hacerles llegar las idea que tenían de construir un edifico para que fuera un orfanato que pudiera albergar a esos tantos niños que habían quedado húerfanos luego de la tragedia, y asi también un hospital y una escuela, para que los menores no tuvieran que abandonar sus familias, para viajar a la capital para recibir una educación. Anunciando asi mismo que en poco tiempo, llegaría un grupo especial desde los Estados Unidos, encabezados por la arquitecta Luna Rivers, para ayudar a reconstruir hogares para los damnificados, y también comenzar con las obras de construcción de esos edificios. Aclarando que todos los gastos de construcción y futura mantención de los tres edificios y su personal, serían a cuenta de la única benefactora, la señorita Alexandría Woods y su mundialmente famosa compañia Woods Tech & Co.
El gobierno Thailandés no tubo más que palabras de agradecimiento por el emprendimiento y la fantástica idea. Obviamente haciendo llegar su extremo agradecimiento a la benefactora económica, la muy amable señorita Woods a través de su representante allí, su secretaria personal y asistente, la señora Indra Trikru.
Clarke estaba tan feliz ese día, la noche anterior Lexa le había dado la magnífica noticia de que en un par de semana sería dada de alta de la clínica finalmente, y en cuanto pudiera viajaría a Sydney, a reunirse nuevamente con ella y planear la boda que tanto deseaban y que por fin concretarían. La doctora Griffin sentía que todo era demasiado bueno para ser una realidad, trataba de pincharse cuantas veces fueran necesarias para recordarse que no estaba soñando, que todo era muy real y a punto de acontecer.
Victoria aparentemente había aceptado la situación, no volviendo a acercarse a Clarke a no ser que fuera de una manera profesional. En parte a la rubia le molestaba un poco que la linda amistad que tenían hubiera sido alterada de esa manera, pero realmente había escapado a ella, lamentando que Victoria no hubiera comprendido en su momento, que su corazón tenía dueña, y esa era su prometida. Pero Clarke sabía que Victoria no era una mala persona, entendía desde donde había actuado su colega, desgraciadamente tenía fuertes sentimientos por ella y la habían llevado a de alguna manera obsesionarse con ella, aun cuando Clarke había tratado de serle honesta todo el tiempo respecto a cómo ella sentía. Solo deseaba para Victoria que algún día encontrara su par, esa persona que pudiera corresponderla de la misma manera y fuera feliz.
En esos día Clarke también de alguna manera conoció un poco más a fondo a Echo Azgueda, la guardaespaldas personal de Lexa. Sin lugar a dudas a la doctora Griffin le gustaba esa esbelta y a veces demasiado seria mujer, una de pocas palabras, quien era muy eficiente, ordenada, respetuosa y nunca ponía peros a lo que se pidiera. Echo era alguien muy servicial, y también se había hecho compinche de los niños que brincaban sobre ella a veces para que los elevara por los aires, con esa altura que tenía. Era gracioso verla a veces con tres pequeños colgando de su cuerpo, tratando de hacerla caer, y aun asi la guardaespaldas se las arreglaba para sostenerse en sus largas piernas, con muchas risas, haciendo cosquillas a esos traviesos pequeños que no se daban por vencidos tan fácilmente. A Clarke le gusto saber que Echo era buena con los pequeños, es que no podía evitar mirar a un futuro de su vida junto a Lexa, y quizás con algunos niños que esperaba la morena estubiera de acuerdo en tener con ella. Sabía desde ya que Echo sería una buena protectora y amiga de ellos.
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FROZEN - Parte II [Completa]
Fiksi PenggemarEsta es la continuación de la increíble historia de amor que ha unido a la famosa CEO Alexandria Woods y la ahora Doctora Clarke Griffin. Luego de tomar caminos diferentes en la vida, Clarke decide mudarse a Sydney, Australia y comenzar una nueva et...