One shots / two shots de Los perdidos. La mayoría serán 18+ y bastante explícitos.
Serán de todo tipo, aunque la mayoría de omegaverse.
+18
Yaoi stuff, boy x boy
Fluff, smut, NSFW
Esto será sobre una relación "inestable", en donde ninguno de los dos pueden salir de aquel ciclo tóxico y ambos se necesitan a un nivel inhumano.
Contiene: -lenguaje explícito -contenido 21+ -violencia. -l(g)btq -Fantasia -hibridos(? -predestinados Ahora si, a comenzar. Lean bajo su propio riesgo.
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Jeongin se encontraba junto a su mejor amigo SeungMin, quien no dejaba de pellizcar sus mejillas y dejar besos en estas. Por más que el menor le dijera que no lo hiciera, SeungMin no paraba. Así que este llegó a un punto en donde terminó acostumbrándose, aunque sabía que eso le traería problemas luego.
—¡Hey! Ahí está felix.— dijo el mayor mientras señalaba a una pareja besándose a lo lejos. Félix y ChangBin.
—Vamos a la clase, hyung. No los molestemos.— suspiro mientras sostenia fuertemente sus libros y cerraba sus ojos con fuerza, extrañaba a su "novio" extrañaba la forma en que el rubio lo besaba y lo hacía suyo. JeongIn se había vuelto adicto a él, adicto a su calor y todo lo que tuviera que ver con su persona.
SeungMin asintió, y ambos se encaminaron a sus respectivas clases.
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A la hora de salida, el de cabello rosado salió de su gigantesco colegio, bajando las escaleras con prisa. No quería hablar con nadie, ni que nadie se le acercará. Pero al parecer, la suerte no estaba de su lado.
—¡Hey, tu!— JeongIn comenzó a caminar rápido, tratando de evitarlo. Luego de un rato, este volteo hacia atrás, con la ilusión de que aquella persona haya dejado de seguirlo. Suspiro y volteo su mirada enfrente, chocando contra alguien por lo que cayó al suelo, hiriendo sus pequeñas manos.
—Eres muy difícil de obtener, mocoso.— El menor levantó su vista, tembloroso. Los ojos del contrario eran de un verde potente, de aquel que brilla en la oscuridad. Entonces JeongIn jadeo, sabía lo que era.
—Licántropo.— su cuerpo comenzó a temblar, mientras que el buscaba la forma de encontrar fuerzas e irse corriendo de ahí.
A su lado apareció otro hombre al igual que el, solo que este tenía sus ojos de un color azul.
