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I

La luz del veintiocho de diciembre se abría paso junto con la nieve que cubría la academia. Fury se encargaba de colocar una jaula de cristal especialmente diseñada para Malekeit, porque si habia algo que amaba Fury era poner a los villanos en una especie de exhibición, casi como si de un museo se tratase, aún si ni siquiera habían ido a por él ya le tenían un lugar. Los nuevos estudiantes estaban felices y un poco agotados por las festividades, más seguían algo preocupados por el plan de los elfos oscuros, pues no habían sabido de ellos en un largo rato. Pero había alguien que nunca descansaba, una persona demasiado animada y con más energía que cualquiera, incluyendo el mismo sol.

Janet van Dyne había puesto a Kamala, Sharon y hasta al pobre de Matt a decorar toda la escuela con cosas antiguas y que parecían frágiles ante la vista de cualquiera para lo que había planeado esa noche, que fungía como su tercera navidad, o algo similar.

Luego de que Sharon y Natasha chantajearan al director con mostrar fotos suyas vestido de novia junto con Colson en tacones altos, no se pudo negar a nada. De cualquier forma con o sin su aprobación, ellos harían la fiesta sí o sí. Una fiesta no elegante, no pastosa ni con maestros o figuras de autoridad mayores ―excepto Pym, claro está, él ya era excepción ―. Esta sería una fiesta como aquellas que solían dar en la torre cada viernes, cuando aún tenían tiempo y las cosas parecían menos difíciles para los chicos, incluyendo sus vidas amorosas.

Matt colgaba las luces mientras Kamala decoraba el gigante árbol con más esferas de las que ya tenía. Loki había exigido poder colocarle una estrella nueva en la punta, según él, la que sostenía era más bonita y mágica. Para todos era aún bastante extraño sus cambios repentinos de apariencia y el que se llamará como una ella o un él, pero sobretodo su personalidad se había vuelto más infantil y hasta tierna ―lo cual lo ponía todo más extraño―, pero se habían acostumbrado poco a poco a todos aquellos nuevos modismos y conductas del hechicero. Steve entrenaba con esmero con las chicas de A-Force, esperando a que Carol llegara en cualquier momento con Rhodey, como buen presidente de la clase debía hacer esa clase de cosa y siempre estar incluido en todos los planes; o eso le dijo a un Tony adormilado antes de salir de la torre y despertarlo demasiado temprano.

Janet se aseguraba que todo se viera perfecto desde cualquier ángulo. La castaña llegó al punto de decirle a Scott que redujera y aumentara algunas cosas para que todo tuviera suficiente balance, el castaño, quien su novio a penas y había sido convencido de que lo podía dejar solo, le había recalcado a ambos insectos, que Lang no debía excederse de ninguna forma, así que Van Dyne le trajo una silla. Para suerte de ambos, y de los brazos de Sharon ―la cual parecía que asesinaria a la abeja en cualquier momento―, She-hulk y She-Thor la ayudaron a cargar las cosas pesadas, pero para su desgracia, se fueron para seguir entrenando.

Tony había sido el encargado de ir a recoger a los demás chicos a sus casas junto con Bucky y Quill, a los cuales tuvo que bajar del helicarrier antes de despegar (uno pequeño que Fury le había prestado para que todos viajarán cómodamente y pudieran guardar las motos voladoras), debido a que se estaban peleando por el asiento del copiloto. Justo cuando volvieron, T'challa y Sam fueron los encargados de ayudarle a Frank a preparar el bar Improvisado. El pistolero les enseñó como hacer diversos tragos como un experto, lo cual era un talento oculto.

Stephen fue el encargado, junto con Misty, Peter y Natasha de ordenar la pista de baile y encargarse del equipo de Visión. Casi todos ayudaron, pero en menor medida. Como algunos se habían ido para pasar toda la semana con su familia, Janet los aprovecho apenas sus pies tocaron el suelo de la academia y comenzó a cansarlos rápidamente. Ya que Fury pensaba que la escuela quedará casi vacía y que todos los que tuvieran con quien pasarla seguramente no llegarían hasta año nuevo, fue una verdadera sorpresa descubrir que sus estudiantes estaban regresando y que aquella fiesta podría salirse de las expectativas y de las manos de todos.