[10] ¡QUE SON PECAS!

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Conduje hasta la casa de Liam y aparqué en la entrada esperando por él, mis manos se encontraban apretando el volante y mis nudillos empezaban a tornarse blancos, estaba enojado, enojado conmigo mismo

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Conduje hasta la casa de Liam y aparqué en la entrada esperando por él, mis manos se encontraban apretando el volante y mis nudillos empezaban a tornarse blancos, estaba enojado, enojado conmigo mismo.

Anoche, antes de dormir miré por la venta. Quería verla y saber que estaba mejor, no había señal de su madre y al parecer tampoco de ella, pero luego se hizo presente una motocicleta que aparco en la entrada de la casa de Greta y por desgracia sabía exactamente quién era el propietario. Greta bajo de esta y se despidió con un beso en la mejilla de Ian y al contrario de sentirme enojado o celoso, me sentí triste. No creí que Greta fuera tan estúpida para caer en los juegos de Ian.

Él y yo fuimos amigos durante el comienzo de nuestra adolescencia, conozco perfectamente a ese chico para saber que no tratara a Greta como se merece, solo la utilizara, se aburrirá y la cambiara por alguien que él considere mejor, porque así es Ian Taylor y yo no quiero que ojos bonos sufra.

Sin darme cuenta Liam abre la puerta de mi mustang, de una se sienta y cierra la misma.

—Mierda, esta mañana hace más frío —bufa. Frota sus manos para conseguir calor. Liam odia el frío—. ¡Necesito que sea verano! Mamá dice que iremos a visitar a la abuela María, y sabes que significa eso —agrega mirándome con esa sonrisa que hace cuando obtiene lo que quiere—, la mejor comida del universo.

Liam solo piensa en comida. La verdad no estoy de humor para seguirle la conversación, en lo que menos pienso es en el verano.

»¿Qué carajos te pasa? —me mira intrigado—. ¿Jasper?

Suspiro y suelto el volante.

—Es hora de olvidarme de Greta.

Los ojos marrones de mi amigo se abrieron en auténtica sorpresa, se repuso antes de hablar con la frente ligeramente arrugada:

—¿Ok?... ¿Por qué?

—Creo que Greta e Ian si tienen algo. Anoche estuvo con él.

—Pueden ser amigos —se encoge de hombros.

Le doy una mirada escéptica a mi amigo.

—Que una chica sea amiga de Ian es como si la abuela María no cocinara bien, es imposible —argumento lo obvio.

Liam asiente lentamente.

—Bien, entonces averiguaré si es verdad.

—¿Qué? ¿Cómo? No hablamos con Ian desde lo que pasó, no creo que te vaya a contar algo ahora.

—No con Ian —agrega como si no tuviera importancia—. Con la chica de los anteojos, Lola.

—Layla —lo corrijo.

—Como sea, ella es su amiga, debe saber todo sobre la vida de Greta ¿no?

—¿Cómo vas a hablarle si ni siquiera recuerdas su nombre?

¿ESTO ESTÁ AL REVÉS? ✔ [AL REVÉS #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora