Pasó... (+ ó -)

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Disculpas por tardar tanto en actualizar,  peeeeero la culpa es de Pavel por coquetear con todos. En las notas finales doy las pertinentes explicaciones

Ah! Contenido +18 BL, etc etc...

— Woranart, ¿confías en mí?

Dome salió de la nebulosa de placer. Conocía esas palabras... Beam, ¿confías en mí?

Era parte de la novela, justo antes de que Forth penetrara a Beam.

Miró a Pavel, esperaba su respuesta aún de rodillas, con los ojos llenos de anhelo, los delgados labios enrojecidos, mostrando una pequeña sonrisa.

No olvidó su linea:

—Confío en ti.

La sonrisa floreció y se contagió creciendo entre ambos. Dome sintió el calor de una toalla gruesa en sus hombros, la ingravidez de ser cargado por aquellos fuertes brazos y el suave golpe contra el colchón mullido bajo su cuerpo.

Pavel lo había lanzado sin contemplaciones y lo miraba desde un lado de la cama como preparándose para lanzarse junto a él.

Se incorporó ligeramente, extendió el brazo con la palma hacia delante, en señal de "parar" y negó con la cabeza manteniendo el gesto grave.

******

Pavel se sentía perdido, Dome lo había besado con ganas, había respondido a sus avances y estaba claro que lo deseaba tanto como él. Sin embargo, en ese momento, cuando se veía increíblemente seductor, desnudo sobre la cama, lo miraba serio mientras le negaba el acceso al lecho.

Se quedó ahí, helado, literal y metafóricamente hablando.

Su gesto confuso y cabizbajo se tornó en uno de sorpresa cuando sintió al otro a su lado.

—¿No estarás pensando en entrar a la cama? —Se había levantado y le acariciaba el pecho con una toalla suave. —No con esa ropa mojada...

La esponjosa tela le cubrió la cabeza mientras secaba su cabello cuidadosamente. —Ahora estás mucho mejor, —murmuró en su oído con tono grave y sexy— pero  aún tenemos que deshacernos de ésto.

Ésto  resultó ser su pantalón de dormir que, obviamente, estaba empapado y goteando por haberse metido con él en la ducha.

Sintió los labios de Dome en su rostro, en su mejilla, en su mandíbula, leves y gentiles, apenas más que ligeros roces.
Las manos, grandes y cuidadas apretaron sus pectorales haciéndolo jadear y siguiendo su camino descendente, arañaron apenas cada cuadrado de su abdomen hasta rodear su cintura y anclarse en sus nalgas.

Pavel nunca había sentido algo similar. Era agradable, más cuando el precioso cuerpo de Dome se pegaba al suyo y la boca tierna y jugosa lo devoraba más que besarlo. Las manos gentiles habían abandonado su trasero, pero no le dio tiempo a extrañarla porque ya un largo dedo recorría el elástico de su pantalón alejándolo de la piel totalmente erizada.

Segundos después ambos caían, el pantalón arrugado a sus pies y Dome de rodillas frente a él.

*****

Iba a hacerlo, su fantasía iba a hacerse realidad. Había vuelto a besar el rostro bellísima de Pavel y también había recorrido su cuerpo con las manos. En un alarde de valentía le había quitado el pantalón y, tras dejarse caer de rodillas, se encontraba frente al miembro erecto y turgente que deseaba probar de nuevo.

Pavel lo miraba atónito, con los labios entreabiertos en una muda pregunta.

Subió las manos, reptando por los fuertes muslos hasta las agudas caderas, aspiró el aroma almizclado del corto vello púbico y lamió la trasparente gota de líquido preseminal que premió su acción.

Aún más que ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora