Y Sexo

600 43 3
                                    

En cuanto cruzaron el umbral Dome tiró del cajón de la mesa de luz mostrando su contenido... Muy similar al que Pavel había sacado de su bolso y desparramado por la cama.

Ambos se echaron a reír cuando se dieron cuenta de que los dos habían preparado el momento y estaban igual de nerviosos.

Pavel tenía un frasco de lubricante con aroma frutal en la mano. Dome lo miró fijamente, aún con los ojos brillantes

Apartó los envoltorios metalizados coloridos y se dejó caer sentado sobre las sábanas. Desnudo, aún brillante por los restos de aceite en su piel y con el cabello oscuro algo húmedo, esperaba verse deseable. Miró intensamente a Pavel, animándolo, para que fuera el mayor quien diera el primer paso.

********

Pavel acababa de sacar, sin demasiado cuidado, lo que guardaba en su neceser de aseo  cuando vio el contenido del cajón de la mesa de luz. No pudo contener la risa.

Ambos se habían preparado por separado, lo que era una evidencia del mutuo deseo.

Tomó un lubricante al azar y lo olisqueó interesado.

A su lado, Dome, se sentó en la cama.

Se veía bellísimo;

Desnudo, húmedo, con la piel brillante y las pupilas dilatadas al máximo, como pidiendo lo que tanto deseaba.

Se sentó junto a él y comenzó a besarlo. Primero los labios, los preciosos hoyuelos, la mandíbula masculina , el duro mentón, el largo y tierno cuello... Cada beso era más largo y caliente que el anterior y debió  contenerse para no dejar, muchas, marcas.

Sentía a Dome debatirse entre el deseo y el temor; decidido y tembloroso, entregado y dominante, asustado, pero firme.

—Te deseo mucho —murmuró mientras bajaba por un abultado pectoral erizando el pezón con su aliento y presionando con su lengua húmeda a continuación —Quiero que ésto sea perfecto —su boca dejó pequeños besos y ligeras succiones en los huecos del abdomen. —necesito que estés muy excitado y que confíes en mí.

Acarició despacio el vello corto y áspero del pubis y, acercando los labios a su oído murmuró con burla —Ahora voy a ocuparme del señor gusanito.

Sintió apenas como su amante fruncía el ceño con molestia, pero la réplica mordaz le hizo sonreír. —Más vale que lo hagas bien, o este pequeño gusanito se comerá una jugosa fruta —su sonrisa se agrandó al sentir un buen agarrón en su trasero. Su propia reacción le sorprendió, Dome no bromeaba y él estaba más que dispuesto a ser "comido" por él. Aunque no era el momento para reconocerlo.

Con fingida indignación tomó en su mano el miembro duro de Dome y comenzó a acariciarlo disfrutando del tacto sedoso de la fina piel. Abrió el lubricante con la mano libre y los dientes, para dejar caer un buen chorro sobre su mano y toda la longitud de la polla de Dome, ya totalmente erecta.

El aroma de vainilla inundó su nariz. Reconoció el producto como suyo. Tenía efecto calor y frío, además de desinfectante y antiinflamatorio.

Siguió masajeando con lentitud —Necesito que Nong abra un poco las piernas. —Su mano libre había encontrado una grata ocupación, sosteniendo y acariciando los pequeños testículos, totalmente apretados en el saco escrotal. —Ahora voy a comerte bebé.

*******

—Ahhhhh, Shia Phoom. —Esas tres palabras amenazaban convertirse en su nuevo latiguillo, pero la humedad, la succión y el calor de la boca de Pavel lo dejaban sin nada que pensar.

Sentía como la lengua serpenteaba por sus venas marcadas, como recorría cada pliegue lamiendo insistente su uretra, sorbiendo hasta la mínima gota de preseminal y haciéndolo ver estrellas. De tanto en tanto Pavel tragaba todo su miembro, muy profundo, hasta rozar el blando paladar y lo volvía a extraer  despacio  emitiendo pequeños sonidos de gusto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 31, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Aún más que ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora