t o u c h /노런/

Eyes

Part I / finale

- ¿Hasta donde voy a llegar así?... - El rubio sé arrojó sobre el comedor mientras

- Cálmate maldito, tienes 17 años con mucha suerte y parece que vas a morir de mal de amores, ¿No crees que eres muy joven aún? - Hyuck apretó la cajita de jugo de manzana entre su puño y lo arrojó en dirección contraria -.

- Como tú no lo conoces casi desde que... ¡Nació! -.

- Exagerado... Joder - El pelirrojo acarició el cabello del contrario - Sigue emborrachandote en jugo de manzana, ahoga tus penas en estas papas fritas -.

Continuó arrojándole comida al contrario mientras observaba la escena que ocurría frente a ellos: RenJun rodeado de las chicas de cursos menores debido a su última actuación.

El club de teatro había decidido volverlo un principe en la obra pasada, extendiendo un mar de admiradoras frente al castaño, a quien poco o nada le importaba, pues se divertía más intentando ajustar su corona correctamente frente a los ojos del rubio, escondidos en uno de los camerinos del teatro, más que hablándole a las chicas que recientemente lo habían conocido, sin embargo era demasiado amable.

Tal vez era aquello lo que hacía que todos cayeran a los pies del mayor una vez más. Demasiada carisma brotando de un cuerpo tan pequeño, solía decir Mark.

- Lee, ¿Podemos hablar un segundo? - La voz suave de repente se dirigía a él -.

Jae No alzó su rostro mirando los ojitos brillantes del contrario.

- Claro... - Se enderezó en su puesto, peinando su cabello hacía atrás -.

- En privado -.

El rubio lo miró con los ojos muy abiertos y el pelirrojo comenzó a toser con demasiada fuerza mientras golpeaba la mesa en la que las papas fritas rebotaban al compás de los golpes.

RenJun desvió la mirada un poco avergonzado y Jae No se levantó del comedor enseguida, irguiendose frente al mayor y halandolo del brazo, para llevarlo a otro lugar. A su espalda un pelirrojo sorprendido seguía comiendo papas fritas, ahora extendidas sobre el comedor.

A medida que iban caminando Jae No podía imaginar todos los posibles escenarios en los que RenJun se adelantaba a su confesión y lo besaba con pena impregnada en sus gestos. Imaginar esto lo hacía enrojecer levemente.

- ¿Por qué vamos tan lejos? - RenJun lo detuvo, cuestionando tras de él -.

- Lo siento... Estaba pensando en otra cosa -.

Cuando Jae No se giró, imaginaba que RenJun podía notar sus ojos brillantes de ilusión, con los pómulos altos debido a la inminente sonrisa que reflejaba sus dulces pensamientos.

- Jae... Necesito pedirte un favor -.

El corazón de Jae No cayó muy bajo a tal punto de casi quebrarse ante la ilusión rota. De todas formas asintió con un gesto amable.

- Necesito quedarme en tu casa -.

- ¿Ah? - Si lo anterior era impensable, esto era imposible -.

- Mamá Huang tuvo un problema con XiaoMi y eso ocasionó una gran pelea que... En fin, palabras más, palabras menos, necesito quedarme en tu casa -.

Jae No no lo entendía, ¿Por qué estaba pasando esto? ¿Justo ahora?

- ¿Cuánto tiempo? - Si por el rubio fuera, podría quedarse allí hasta que la casa dejara de existir, pero aquello era demasiado -.

- Hasta que las cosas se calmen un poco... De todas formas también hablaré con Mark para no molestar mucho en tu casa y... - Jae No lo interrumpió ante aquella posibilidad -.