En nuestro ADN

Vientos de cambios

Al salir de la ducha donde se había quitado la sal del mar, escuchó la música llegarle desde la cocina. Guns and Roses sonaban cantando Paradise City. Mientras se secaba con una toalla el cabello se apoyó en el quicio de la puerta para contemplar la asombrosa imagen de su chico ataviado con unas bermudas negras, una camiseta de tirantes blancas, un delantal y descalzo cantando un poco más alto de lo que seguro que creía él mismo la canción.

Nunca le había sorprendido que Danny adorase el heavy, el rock y todas las variantes de ese estilo. Pero le divertía sobremanera verle tan relajado, haciendo como que tocaba la batería del inicio de la canción con un cucharón de madera. El gorro de cocinero que le regaló hacía unos meses ladeado sobre su cabeza.

Se acercó a él y se detuvo apoyándose en la pequeña isla de la estancia. Danny le vio, y sin sentir vergüenza le sonrió. Se le veía tan feliz.

Take me down to the Paradise City

Where the grass is green

And the boys are pretty

Oh, won't you please take me home?

Canturreó acercándose él también a su novio, con un movimiento de cadera que en nada le iba al estilo de la música pero que hizo reír al Marine.

- ¿La canción no decía donde las chicas son bonitas? ¿Ahora son los chicos los que son guapos? ¿Y dónde está esa Ciudad Paraíso a la que quieres que te lleve?

- ¿No lo sabes?

- Aquí no soy yo el detective.

- Pero no eres menos avispado que yo, listillo.

- Dame una pista... juegas con ventaja.

- Esa ciudad la tienes tú aquí dentro. - Y puso su dedo encima de su corazón. - La ciudad paraíso la has construido tú y eres el chico más guapo de ella. - Steve rió por lo bajo. Sí, no era la primera vez que recibía piropos pero ninguno le llegaba tan dentro como los que le decía él. Le sonrió para salvar la distancia que había entre los dos, para una vez a su lado cogerle por la cinturilla de los pantalones y atraerlo hacia su cuerpo. Y justo, en ese momento, como si el destino se hubiese confabulado para ponerle banda sonora a su relación empezó a sonar lo que hasta ese momento Steve, y muy probablemente el propio Danny habrían calificado como una ridícula canción de amor.

You're my heart, you're my soul

I'll keep it shinin' everywhere I go

You're my heart, you're my soul

I'll be holdin' you forever, stay together

You're my heart, you're my soul

Yeah, I'm feeling that our love will grow

You're my heart, you're my soul

That's the only thing I really know

Let's close the door and believe my burnin' heart

Feelin' alright, come on, open up your heart

I'll the candles burnin', let your body melt in mine

I'm livin' in my, livin' my dreams...

- Quien me iba a decir que Modern Talking iba a haber escrito sobre nuestra historia de amor en el año 84. - murmuró sintiendo el corazón de Steve latir fuertemente contra su propio pecho. Levantó la mirada hacia los profundos ojos azules del ahora comandante del 5.0 y suspiró. No podría haber sido de otra manera. Era imposible no enamorarse de él.-