Capitulo doce

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Juliana reaccionó y se paró con firmeza junto a la castaña -!beso, beso, beso¡-  el resto gritaba al unísono como niños pequeños, tanto que las mesas más cercanas se giraban a ver lo que sucedía, con toda la presión que sentían y después de pensarlo unos segundos Juliana llegó a la conclusión de que ninguno se detendría -bien, bien lo haremos- dio un grito audible atrayendo la atención de todos incluyendo a una confundida Valentina que sintió su estomago dar un vuelco al escuchar su afirmación ¿era cierto lo que venía a su mente? ¿de verdad la besaría? un millón de preguntas llegaron a su cabeza cuando la vio caminar hasta ella. Ahí estaba la pelinegra unos pocos centímetros más baja, parada frente a ella, aun no podía creerlo, seguro haría alguna broma,  se repetía constantemente, su mirada la atrajo y podía sentir a todos viéndolas muy atentos, la música sonaba con fuerza pero cada vez se hacía menos audible, Juliana solo la veía a ella y eso la ponía nerviosa, le sonrió con confianza y dulzura mientras se acercaba más a tal punto que podía sentir su respiración chocar contra su rostro, Juliana no estaba menos asustada, la única fuerza que tenía se la habían dado los vasos de alcohol los cuales ya parecían no tener ningún tipo de efecto, la sonrisa se convirtió en un rostro serio, ambas respiraciones se sincronizaron, ya no podían escuchar más el ruido externo, incluso por un momento habían olvidado cómo se debe respirar, la tenía tan cerca que sus piernas le temblaban, ya había ocurrido antes en múltiples ocasione pero esta vez se sentía real, de verdad sucedería, no existia vuelta atrás después de eso y ambas lo sentían profundamente pero deseaban perder el miedo.

Juliana colocó una de sus manos en la mejilla de Valentina permitiéndole al fin soltar el aire contenido, su mente le gritaba que huyera, que corriera hasta perderse entre la multitud pero no podía mover un solo músculo, la idea se espantó de su mente cuando la mano de la pelinegra con un suave movimiento paso de su mejilla a su cadera acercándose aún más, pero esta pasó su rostro hasta el oído de la castaña susurrando un -¿puedo?- en busca de su consentimiento, era una oportunidad para negarse y acabar con el suplicio pero al tenerla tan cerca no se permitía pensar con claridad su perfume nublaba cualquier idea de alejarse, solo podía actuar, sin pedir permiso a su cerebro, su cabeza asintió dudosa, con la mano que le quedaba libre la pelinegra tomo el cuello de Valentina atrayéndola hacia ella matando la poca distancia que aún quedaba entre ellas, fue un solo roce y algo dentro de ambas se quebró, cayó como un vaso de cristal al piso y se hizo pedazos, todo se torno en colores brillantes hasta que se separaron levemente y se miraron con un fuerte deseo, segundos pasaron en los que pudieron ver su alma salir del cuerpo solo para volver a juntar sus labios envolviéndose en un beso real, ambas manos de Juliana pasaron a la cintura de Valentina, no quería dejarla ir, la castaña tomó las mejillas de la pelinegra y con suavidad las acaricio mientras se besaban con lentitud, se sentía como si lo hubieran hecho muchas veces antes, sus labios encajaban a la perfección y cada parte de sus cuerpos recobrara vida, el corazón estaba por salirse del pecho de ambas, no deseaban sentirse tan cliché pero había fuegos artificiales estallando en su estómago, no necesitaban más para darse cuenta que habían soñado con ese beso durante tanto tiempo que ya no podían imaginar el pasado sin haber rozado aunque sea una vez sus labios, lamentablemente cuando no quedó más aire de por medio se separaron, querían más de donde había provenido toda esa energía, sus pupilas dilatadas lo confirmaban, entonces con el sonido de una canción que le parecía horrible Juliana regresó en sí y sin decir nada bajó su mirada y absorbida por la realidad volvió a tomar asiento preguntandose que acababa de pasar, al instante todos comenzaron a aplaudir y gritar emocionados, ambas mostraron su mejor sonrisa para no verse fuera de lugar pero sus cabezas daban vueltas y los oídos les zumbaban con intensidad.

Juliana bebía como nunca procurando olvidar la mas mínima emocion que su amiga trajese con ella, ignorando al resto, Valentina por otro lado solo escuchaba a Guillermo balbucear una anécdota mientras su mirada sutilmente viajaba a la pelinegra quien desde lo sucedido solo veía hacia la pista de baile -¡celebremos el amoooorrrrr!- su primo atrajo la mirada de todos y seguido de eso pidió shots al mesero mientras aplaudían con la mitad de su ánimo y la otra mitad de su borrachera, luego de cinco shots a pecho Valentina ya no sentía ni los dedos de sus pies y comenzaba a verse incapaz de tomar cualquier decisión de una forma racional -ya no bebas más- al notar el alboroto Eva intentó quitarle el vaso a su hermana pero esta movió su brazo lejos de ella -ya va a ser la una y media y quiero llevarte a casa en una pieza Valentina- la mayor comenzaba a molestarse con la actitud de la castaña quien volvió a observar a Juliana quien no parecía interesarle nada de lo que hiciese y eso la ponía aun mas furiosa, le gustaba tener la atención de la chica sabiendo que la razón de su actuar era un beso que ella no había iniciado, tomó de golpe su bebida e ignorando los reclamos de Eva se alejó directo a la pista de baile no sin antes pronunciar un fuerte -voy a bailar- para atraer la mirada de Juliana quien la observó caminar hasta la pista y desaparecer entre la pequeña multitud.

Outside of the moon (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora