El secreto de Astrid [Pausado]

Astrid

La voz de mi madre hizo eco en mis oídos
Me encontraba acostada en mi cama como cualquier otra mañana, ya estaba despierta, pero mi madre seguía gritando

Lentamente me levante y me quedé sentada en la orilla de la cama organizando mentalmente mi día

Primero iría con Diego al aeropuerto, ya que su hermano Naim llegaría hoy. Luego tal vez iríamos a caminar y a comprar un helado, como cualquier otro sábado y por último regresaría a casa y me encerraría en mi habitación  

Si, se que mi día no suena realmente divertido, pero así es mi vida, así es desde aquella noche 

Pero bueno, no nos salgamos del tema 

Me pare de la cama y me dirigí al baño para darme una ducha, me puse una falda color rosa baby y una camisa blanca de manga larga

Me dibuje una sonrisa en el rostro y salí de mi habitación. Baje las escaleras y encontré a mi madre en la cocina preparando el desayuno 

-¡¡Astrid!!- gritó mi madre una vez mas, sin darse cuenta de que ya había bajado 

-¿Que ocurre mamá?- conteste, haciéndola saltar 

-Ay, perdón no te había visto, ya esta listo el desayuno 

En la mesa se encontraba un gran plato de fruta picada y un poco de yogur natural 

-Gracias- dije sentándome y comenzando a comer

-¿Estas bien?- pregunto mi madre, haciéndome salir de mis pensamientos 

-Claro,¿ por que no abría de estarlo?

-Bueno ya sabes.... por lo que ocurrió

-Mamá, estoy bien no te preocupes- respondí sin dejar de comer 

Nunca había hablado con mi madre sobre como me sentía después de esa noche y no sabía por que razón ahora preguntaba si estaba bien 

-¿Ocurre algo?- pregunte dejando de comer

-Nada- respondió mi madre rápidamente 

 -¿Que ocurre?- conocía perfectamente a mi madre, como para saber que algo la tenia inquieta 

-Bueno, ya sabes que se acerca tu fiesta de Luna roja y....

-¿y?- pregunte tratando de saber cual era el problema  

-Creo que es hora de que le digas a Diego tu secreto - en cuanto esas palabras salieron de la boca de mi madre, me levante de la silla rápidamente 

-No, todavía no puedo 

-Astrid, hasta cuando piensas que puedes seguir ocultándolo, ambas sabemos que algún día Diego empezara a hacer preguntas y no puedes ocultarle la verdad por siempre 

Mi madre tenia razón, pero yo no me sentía lista para admitir lo que había ocurrido 

Aveces simplemente pensaba que todo era un sueño, ya que eso era lo único que me ayudaba a evadir la realidad