NEVER GIVE UP ✦ The Walking Dead

c a p í t u l o 02

c a p í t u l o   02
( regreso a casa )

ꕤ ꕤ ꕤ

La extraña sensación que sintió al pisar la Colonia Hilltop fue tan inesperada que era indescriptible. Era raro pisar aquella comunidad después de tanto tiempo. Era algo que la morena nunca pensó que volvería a hacer.

Cuando tuvo los portones de la comunidad frente a ella, sintió una sensación recorriéndola de arriba abajo. Ni ella misma sabía si era una sensación buena o mala, pero estaba segura de que algo iba a suceder.

Desde el interior de su vehículo, observó con delicadeza a dos guardias que custodiaban la puerta principal. Los dos, después de ver a la líder de la comunidad más discreta que conocían, bajaron de sus puestos para abrirle los portones.

Dejó aparcado su vehículo fuera, cerca del portón. Una vez bajó de él, se adentró a la comunidad para ver a un alegrado Jesús que la recibía con una sonrisa estampada en la cara.

Él la saludó con alivio, mientras que ella tan solo quería ir al grano y dejar de perder el tiempo, por lo que los dos se dirigieron al despacho del líder: Gregory, el cual ni siquiera Blake vio desde que llegó.

Una vez arribaron a dicho lugar, Jesús se sentó en la silla de escritorio color negro, imitando el papel de su líder. Señaló con educación la otra silla que había frente suya—la cual estaba separada de él por una mesa de madera—, indicándole a Sheyla que se sentara.

Blake hizo caso omiso y se quedó de pie en su lugar a la vez que miraba a Paul Rovia con atención y extrañeza.

—¿Dónde está Gregory? —cuestionó con seriedad, tomándose en serio la situación en la que se encontraba.

Jesús se acomodó en la silla en la que estaba sentado y relamió sus labios antes de responder—. Eso no es importante ahora.

Sheyla frunció el ceño, aún extrañada. Soltó un suspiro cansado antes de darse la vuelta y comenzar a analizar las cosas que Gregory poseía en su despacho. Era la primera vez que se fijaba en lo grande que era aquella habitación, a pesar de haber estado dentro varias veces un tiempo antes.

—Y las personas que dices que me conocen —habló a la vez que se cruzaba de brazos y se volteaba para mirar de nuevo a Jesús— ...¿dónde están?

—Deben estar por llegar, hace un rato les dije que se pasaran por aquí.

Sheyla asintió no muy segura para después sentarse, al fin, en la silla que Jesús le había señalado anteriormente. Colocó sus codos en sus muslos para luego tapar su rostro con las manos. Soltó un suspiro tenso y notó que su cabeza comenzaba a doler.

—No sé si he hecho bien en venir —confesó después de un par de minutos en silencio. Al ver a Jesús algo confundido, prosiguió—. Hay algo que me dice que las cosas no están yendo bien.

Sheyla observó cómo el hombre que tenía delante suyo tragaba saliva con algo de nerviosismo y rascaba su barba antes de responder.

—Los Salvadores nos están haciendo visitas.

La mujer intentó disimular el asombro y la rabia que acababa de acumular repentinamente. Intentó no mostrar el enfado que comenzó a comerla por dentro, pero no pudo remediar abrir la boca para comenzar a reprochar. Por su bien, Jesús la interrumpió antes de que soltara palabra.