NEVER GIVE UP ✦ The Walking Dead

c a p í t u l o 11

c a p í t u l o 11
( broken heart )

ꕤ ꕤ ꕤ

Su corazón no tardó en comenzar a latir rápidamente cuando se percató de que aquella noche durmió en el sofá junto a Daryl. Cuando abrió sus ojos no tuvo otra que procesar que se encontraba envuelta bajo los musculosos brazos del ballestero. Los dos estaban tumbados, el pecho de la morena estaba pegado al costado de él.

Quiso escupir un grito pero se le quedó en la garganta: no quería despertarlo, y mucho menos deseaba que el ambiente se tornara incómodo, aunque ya lo era un poco.

Sus mejillas se tornaron rosadas antes de levantarse con cuidado y tratar de hacer el menos ruido posible, intentando no mover mucho a Daryl.

Cuando se encontraba en pie, se lo quedó mirando. Aún podía notar los latidos de su corazón.

Lo analizó. Se fijó en los labios entreabiertos del
hombre pudiendo escuchar la leve respiración que soltaba a través de ellos. Apreció las largas pestañas que cubrían sus ojos, los cuales, evidentemente, estaban cerrados. Llevó la mirada hacia su ondulada melena, un mechón le cubría parte de la frente y casi le tapaba un ojo. Una de sus manos la portaba posada en su pecho, el cual subía y bajaba con cada respiración.

Sheyla soltó un suspiro largo, ese que parecía desprender todas sus preocupaciones. No tardó en dirigirse a la cocina de la casa.

No sabía muy bien qué hora era, pero aún así sabía que era por la mañana y estaba decidida en hacerse el desayuno. Dudó en hacerle uno a Daryl también.

Después de unos minutos, se sentó en una de las sillas que había junto a la gran mesa de la cocina y se comió el pan con aguacate y huevo que se había preparado.

No pudo evitar comenzar a pensar. Pensar en todo. La muerte de Glenn. El embarazo de Maggie. La tortura de Daryl. Las amenazas hacia Alexandría. El miedo de Hilltop. Los inocentes pueblerinos de Nirvana... También pensó en James.

Pero lo que más la aterrorizaba, aquello que la atormentaba y le hacía tener pesadillas casi todas las noches, eso que hizo que su amistad con su mejor amigo se rompiera, el motivo que haría que la mayoría de los Nirvanienses murieran en poco tiempo... era la guerra contra Negan.

En la cabeza de Sheyla Blake tan solo habían millones de pensamientos que se estrellaban entre sí mismos. Escuchaba en su propia mente la voz de James rogándole que no pusiera la vida de sus ciudadanos en peligro, por otra parte escuchaba la voz de Rick pidiéndole ayuda, mientras que en otra punta podía escuchar la voz de Daryl, recordando las palabras que le dijo la noche anterior antes de quedarse dormida.

«...Recuerda que las cosas pasan por algo, como tú siempre me decías. Pero espero que también recuerdes que puedes contar conmigo cuando quieras. Siempre estaré para ti...».

Le dolía la cabeza, y no sabía si era por el alcohol que tomó el día de antes o por la tortura que le hacía pasar su mente.

Sheyla quiso estampar su cabeza contra la pared, pero Daryl fue muy oportuno al entrar en la cocina y sentarse a su lado.

—Buenos días. —La mirada del ballestero pasó por el desayuno de la morena antes de conectar sus ojos con los de ella.