Capítulo Quinto

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Ruptura

¡¿Qué demonios fue eso?! -pregunto Ten-. ¡¿Bucky es el gran lobo?!

Ahora era pequeño y estaba lamiendo la pierna de Ten.

Si, es el -respondió Moira-, puede hacerse gigante si lo necesito.

¿Por qué no lo hiciste cuando nos atraparon por primera vez? -pregunto Lux-. Pudo habernos ayudado mucho. ¿No crees?

No es tan fácil -respondió Moira-, no somos tan fuertes aun -siguió mientras miraba a Bucky-. Necesitamos descansar cierto tiempo.

¿Cómo lo haces? -pregunto Alicia-, ¿Es una habilidad tuya? ¿Hacer crecer a los animales?

A los animales no, a Bucky -respondió Moira mientras acariciaba al lobo-, creo que sí lo es, fue él quien me dijo como hacerlo.

¿Hablas con los animales? -pregunto Alicia-. Eso es sorprendente.

No es exactamente hablar... -respondió Moira-, creo que puedo oirlo en mi mente.

Acostúmbrate -interrumpió Ten-, aunque Moira sea una niña sigue siendo la Muerte, puede hacer mil cosas que nosotros no; y no solo ha de entender a los animales, seguramente entiende a cualquier ser vivo y cualquier lenguaje actual y antiguo.

Eso es muy útil -dijo Lux-. ¿Pero cómo sabes eso?

Lo confirmé en el Bosque Negro -respondió Ten-, cuando leyó las runas de nuestras armaduras.

Entonces por eso la oscuridad quería a Moira -dijo Alicia-, ella es como un arma definitiva.

Ella no es un arma -respondió Ten molesto-. Muerte o no es solo una niña, y si la oscuridad la quiere tendrá que pasar sobre mí para llevarla.

Serás un gran padre algún día -dijo Lux riendo-. Bueno, si es que ya no lo eres.

Esto último lo dijo con una sonrisa mirando a Moira.

Deberíamos avanzar -dijo Moira-, ellos pueden salir en cualquier momento si lo desean.

Subieron en sus monturas y retornaron el viaje de regreso esperando no volver a entrar nunca en el Bosque Nevado, al menos no sin más ayuda. Lux pensaba acerca de su lazo con Ten mientras lo miraba, se preguntaba que había pasado, ¿por qué no había funcionado esta vez? Siempre que lo necesitaban lo hacían, siempre les salía bien, el caballero perfecto jamás había fallado... hasta ese día. La mente de Lux era un mar de dudas y la pregunta que mas resaltaba era: ¿El está pensando en lo mismo? Por primera vez en su vida Lux no pudo sentir a Ten, a sus pensamientos, y eso la aterró, se sentía sola, diferente, extraña, un vínculo que no conoció hasta una edad algo avanzada se había roto en un instante. Ten por su parte solo quería llegar a la Biblioteca, su mente estaba en paz, al parecer nada le molestaba en ese momento, solo quería averiguar más acerca de las runas. Alicia en su caballo veía sus nuevas flechas y carcaj, noto que las flechas en la punta tenían una runa, también noto que moría de hambre y seguramente los demás también, aun no habían comido nada. Debido a esto se detuvieron a comer. Ninguno hablaba, Ten y Lux se veían el uno al otro, Alicia que había comido en un instante se había acostado en el césped y Moira arrojaba un palo a Bucky y este lo devolvía muy contento; decidieron andar aun en la noche ya que en el Bosque Salvaje seguro no iba a estar tan oscuro o no iba a notarse la diferencia.

¿Vamos a salir directo a la Biblioteca o descansaremos en el pueblo? -pregunto Alicia-. Me siento agotada.

Esperaremos dos días antes de salir -respondió Lux-, llevaremos aliados.

¿Aliados? -pregunto Alicia-, ¿Qué aliados?

Los dos mejores después de nosotros -respondió Ten serio-, los tenientes Brad y Lans.

El Levantamiento de la OscuridadWhere stories live. Discover now