Capítulo Onceavo

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¿El Fin?

Cuando despertó, volvió a llorar. Las lagrimas le empañaban la visión a Moira, mientras caía de rodillas sobre los cadáveres de amigos y enemigos. Emnir estaba condenada, pero a ella no le interesaba. Por varias horas caminó por el campo de batalla, buscando los cuerpos sin vida de sus amigos, sin esperanza de encontrar un superviviente. Entre los cadáveres pudo oír que alguien decía su nombre. Buscando el origen de la voz, Moira se encontró con Brad, que gracias a la runa de regeneración aun luchaba con la muerte.

¿Cómo puedo ayudarte? -preguntó Moira llorando.

No... puedes... -respondió Brad.

¿Qué puedo hacer entonces? -preguntó Moira llorando aun más.

Encuentra... los... -dijo Brad- ve... con ellos.

¿A qué se refería Brad?, ¿a quién debía encontrar Moira?, ¿acaso alguien había logrado salvarse de la terrible masacre? Moira no lo supo, y entre el llanto y el dolor se quedó dormida junto a Brad. En la mañana, la humedad de una lengua que pasaba por su cara la despertó. ¡Era Bucky! Por alguna razón el lobo albino se había recuperado. Moira lo abrazó con toda la fuerza que tenía, y las lágrimas volvían a caer.

¿Cómo es posible? -le preguntó llorando ahora de alegría.

A los arboles -dijo el lobo, aunque Moira hizo caso omiso a su voz.

Moira se acercó al sitio de origen del humo y para su sorpresa, junto al fuego estaba sentado Sombrerero.

Estás vivo -le dijo Moira.

Soy un hueso duro de roer -respondió Sombrerero riendo-. Ciertamente lo estoy, gracias a ti.

Sombrerero tenía múltiples cortes en todo su cuerpo, que iban sanando poco a poco.

¿Por qué regeneras tan lento? -preguntó Moira.

No soy el único -respondió Sombrerero apuntando hacia la derecha de Moira.

Donde Sombrerero señaló, estaban: Diamante, Corazón, Trébol, Pica y Alicia, menos heridos que él, tratando a Liselle, Ten, Mia, Lewis, Ahleb, Rek, Daisy, Victoria, Bean, Eldhem, Hulem y a algunos soldados más.

Siguen vivos -dijo Moira rompiendo a llorar.

Por poco -respondió Sombrerero con tristeza-. Hay algo en ese campo de batalla que nos hace más débiles.

Pero aún podemos salvar a algunos más -dijo Moira esperanzada-. ¡Brad! -exclamó- Brad está vivo.

No pudimos hacer nada por él, ni por Nahul. A parte de nosotros, solo pudimos salvar a Bucky -dijo Sombrerero-. Aunque a decir verdad, creemos que fuiste tú quien le devolvió la vida.

Entonces perdimos -dijo Moira-. Este es el fin.

¿No hay esperanza en ti, Moira? -preguntó Sombrerero, con un brillo extraño en sus ojos.

Somos poco más de veinte -respondió Moira-, poco más de veinte contra millones. ¿Por qué habría de tener esperanza?

La esperanza debe ser lo último en perderse -respondió Sombrerero-. Aún no estamos acabados, y mucho menos Emnir.

La mayoría de nuestros amigos y seres queridos están muertos -dijo Moira-. ¿Qué sentido tiene la victoria ahora?

Supongo que ahora solo será un acto desinteresado, por el bien de otros miles de millones de personas -respondió Sombrerero con sarcasmo-. Sabíamos bien que esto podía pasar -agregó-, en la última reunión tuvimos las mejores esperanzas, pero no contábamos con que la Oscura se hubiera vuelto tan fuerte. Hasta Ten estuvo cerca de perder la vida.

El Levantamiento de la OscuridadWhere stories live. Discover now