Amor entre dos mundos- ONE SHOTS

Troll ¿puedes perdonar?

AU medio raro que no sé bien como funcionará pero siento que quedó bien.

Jim: troll de 50 años

Krel: humano de 35 años 

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Akiridianos y Trolls, dos razas totalmente diferentes, una hecha de energia y luz seres totalmente brillantes, la otra hecha de piedras, viviendo en oscuridad, seres toscos, desproporcionados. Ambos en una guerra llevada por muchos años, tantos que las memorias de como empezó se borraron quedando solamente rumores engañosos sobre la raza opuesta.

Aquí es cuando nuestros protagonistas toman lugar, Krel Tarron, futuro rey de Akiridion 5 con 30 años, planea estrategias de ataque hacia los trolls, el único punto débil que tenían era la luz solar directa que hacia que esas criaturas se convirtieran en piedra, sin embargo una batalla a esas horas dejaría agotadas a sus tropas, dando ventaja al lado opuesto, a eso se le sumaba su nuevo Trollhunter, por todos los años de guerra un rey reconocido habría eliminado como mínimo un Trollhunter durante su reinado y acabar con esas bestias no era trabajo fácil.

Su padre había acabado rápidamente con Ungar y Kanjigar, su sucesor, lo llevó a su lecho de muerte, Krel ahora buscaba venganza pero a su manera, calculadora, estratégica y que llevara a una forma de ganar sin desgaste físico, definitivamente no su fuerte. En el otro lado tenemos a Jim como le apodaron los trolls, Trollhunter oficial por los últimos 35 años, sumándose 20 como aprendiz él era el que iba al frente de los combates, con sus batallones de Kubera detrás suyo ganando batallas, él había tenido muchos enfrentamientos cuerpo a cuerpo con los guerreros más fuertes de su enemigo,Varvatos vex, Zadra junto Aja Tarron, oponentes dignos del respeto de toda raza troll, y aunque lo intentó el tiempo faltó dejando solamente respetos de guerrero a guerrero .

Una de las tradiciones más antiguas de los Akiridianos era en caso captuar a un Trollhunter el Rey lo llevará al coliseo para tener una última batalla uno a uno con multitud viendo, si el Rey perdía este combate debía cometer suicidio, actos por honor como dicen, mientras que si el Troll perdía debía quedarse hasta el amanecer y su cuerpo al volverse piedra sólida decoraría los pasillos del castillo. Quien diría que una raza tan primitiva, ya que si bien eran muchas batallas su longevidad sacaba una ventaja importante, y una tan moderna, al tener armas muy avanzadas en sus estructuras e increíbles máquinas de guerra siguieran sin un ganador, o en estos casos sin un líder que guiara a la paz, pero muchas cosas cambiarían y muy pronto.

*Narra Krel*

Pelear nunca fue mi fuerte, la fuerza bruta en general no va conmigo, pero me preocupa más mi familia mi madre me tuvo cuando padre ya había muerto, lo único que tenía eran las historias que mi hermana Aja me contaba, una que le encantaba repetir era especialmente cuando padre mató a Ungar, me comentaba lo genial del combate, lo bastante "cool" que era ver al troll petrificarse, aunque eso sinceramente no explicaba porque cuando veía las estatuas, la de Ungar siempre estaba en "reparaciones", necesitaba un respiro de todo, siempre que necesitaba esos descansos iba al acantilado, una hermosa vista de todo el reino, y justo en el ocaso, ese pequeño espacio antes de que la oscuridad invadiera el cielo y aún así la luna y las estrellas se encargaban de iluminar el cielo.

En eso alguien con una gran capa tupida se sienta unos centímetros detrás mio a mi derecha, quería girar mi mirada pero me detuvo

- No te gustará lo que verás así que mejor no lo hagas- dijo, era un hombre tenia la voz grave y por lo que pude ver gracias a mi vista periférica era más alto que yo.

- La estrellas son hermosas en la noche, pero el sol es siempre mejor- dijo, sonaba cansado, como si no hubiera dormido, la curiosidad me estaba matando así que decidí mirar al cielo, una estrella fugaz surcó el cielo y dije mi deseo en voz alta.