Capitulo 13 - La verdad que nadie sabia.

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NARRA LARA.

Debo salir sin que Nadie me viera. Vi un celular arriba de la mesa redonda en la cocina. Me asome por el ventanal, para ver si alguien estaba allí, para mi  suerte no había nadie. Entre, alguien venia, rápidamente me escondí el celular en me dio de mis senos.

-¿Como te haz salido maldita perra?- ese hombre era desagradable - Ven aquí - me agarro del brazo y me arrastro de nuevo a la jaula - Y ahora te quedas aquí quieta, o sino la próxima vez te mataré, ¿¡ENTENDISTE!?

-Si señor

En verdad esperaba que no se halla dado cuenta de que el celular faltaba en la mesa. Hice un agujero en el piso y enterré mi esperanza de salir de ese maldito lugar, el celular.  En verdad quería mi vida de vuelta, me arrepiento de todas las cosas malas que he hecho y volver a ver a mis amigas... eso seria genial. Volver a tener esas tardes de charla, esas pijamadas, en la que siempre una terminaba durmiendo en el baño. Extraño todo eso.

-Hoy comerá en la mesa - ya era hora de comer. Y el "cocinero" ya había hecho la comida fe hoy.

-Vamos, el jefe dijo que comerás en la mesa. ¡Apúrate! - Me jaló de la jaula, llevándome a el comedor. 

-Anda linda, siéntate Ahí,  en aquella silla- me senté - Hoy el cocinero hizo polenta con salsa. Espero que te guste y si no te gusta hay pan de hace tres días en la heladera.

Tuve que comer la maldita polenta. Nunca antes había visto la cara de el "Jefe " . Un hombre alto, calvo y de gran peso corporal. Vestía de traje y llevaba unos anillos baratos,  un intento de mafiosos.  No tenia los rasgos necesarios para clasificarse como mafioso. Le faltaba las cicatrices y esa voz ronca.

Planeaba llevar a cabo mi salvación a la noche, cuando el pelado este mirando la Televisión y tomando una cerveza.  Por ahora debía descansar y pensar que es lo que le diría a las chicas.

Nueve y media, el gorila esta haciendo lo que hace todas las noches. Debía ser lo mas cautelosa posible. Me levante de la cama, y deje la almohada debajo de las sabanas, para que parezca que todavía sigo allí.

-Hola, Lu,  ¿Estas con las chicas?

-Si, ¿Quien eres?

-Pon en altavoz, por favor- Mi voz comenzó a desmoronarse

-¿Quien eres?- pregunto Karen

-Oigan escuchen, yo se toda la verdad.

-¿Que verdad?, ¿De que estas hablando?, ¿Quien eres?

-Escuchen, solo le digo que las personas que están a su al rededor, no son las que creían. En este momento no puedo hablar mucho, pero tengan cuidado con... -¿Con quien hablas?- Chau.

-Con... Abby -señale a la nada.

-¿Abby?,  ¿Te has vuelto loca? - se dirigió hacia adentro de la casa.

Estoy viviendo algo horrible, no lo puedo creer, no puedo creer que esa persona tan especial para mi, me halla traicionado de tal manera. Pero no buscaré venganza. Solo dejaré que el tiempo cumpla con su castigo.

Al día siguiente, me esperaba el horrible desayuno, de huevos revueltos y tomate, podridos por cierto.

-Necesito ir al baño- expresé

-Claro, pero te daré solo cinco segundos, anda ve, ¡Rápido!

-Hola, soy yo otra vez, tengo cinco segundo para hablar, solo te diré, que tengas cuidado con Lara, ella no es la persona que crees que es.

-Pero, ¿Quién sos?

-Solo ven con la policía a la calle, Monterrey 501, ven rápido, por favor.

Colgué y fui otra vez a mi celda, solo tenía que esperar a que me rescaten, y todo volvería a ser como antes. Las cuatro amigas, cumpliendo su sueño.

Eran las seis de la tarde y nadie había venido, estoy perdiendo la esperanza. Ellas no vendrán.

-¡La policía viene!- alcance a oír.

-Vamos rata inmunda, levántate de ahí, debemos irnos, ¡Muévete!- Me jaló del brazo, me arrastro hasta la puerta con la cabeza tapada.

Solo podía oír disparos y gente gritar, recorrían escalofríos y temo de mi vida. Un fuerte viendo y una esplandecente luz nos inmovilizo

*Oscar suelta al rehén, estas rodeado, no intentes hacer nada, o sino dispararemos- me soltó- ahora arrodíllese y ponga sus manos en la cabeza*

Nuevamente me agarraron del brazo y me llevaron a un lugar, a medida que me alejaba alcancé a escuchar “Encontré a estos dos individuos dentro de la vivienda”. Al llegar, me quitaron la bolsa, y me soltaron las manos, a delante de mí estaban ellos, las personas que yo más deseaba tener con migo, sentí como la felicidad me surgía del cuerpo y se transformaban en lágrimas, tenía ganas de abrazarlos tan fuerte, hasta quedarme pegada en ellos.

-¿La conocen? – preguntó el oficial.

-Si, ella es Marcela, la hermana de Lara. ¿Ella te ha hecho esto?- me abrazó- Ahí esta Lara, esa maldita perra- pasaba en frente de la ventana.

-Ella no es Lara…- aseguré.

-¿Cómo que no?, Pero ella es la que estuvo con las chicas desde que la conocimos- afirmo Luke- Esa es Lara, la que casi me mata.

-Lamento decirles esto pero, ella es Marcela y yo soy Lara- agache la cabeza- Ella quería venir con nosotras, para vengarse de que Red Lips me eligió a mi y no a ella, tenía un plan macabro, quería matar a todos, pero para eso ella tenía que tomar mi lugar. Por esa razón, antes de subir al colectivo, en el momento que fui al baño, ella me sorprendió dándome un golpe en la cabeza.- Lucí me abrazo- Luego no sé como hizo para que tomé el colectivo, ni como llegue a esta horrible casa, pero lo logró, estuve encerrada en una celda todo este tiempo, sin poder advertirles a ustedes.

 -Pero, ¿Cómo hiciste para conseguir el celular?

 -Se lo pude quitar a uno de los hombres de allí.

 -¿Cuál era su cuartada?- preguntó el oficial.

 -Ella tenía a varios hombres trabajando para ella, pero en realidad había otro jefe, Brian.

 -¿Brian?, ¿Mi ex?- pregunto Mica.

-Sí- continúe- él era el que planeaba todo, el que le daba plata al cocinero y al que me cuidaba. Marcela pocas veces iba a la casa, pero se comunicaban vía E-mail. Yo solo quiero irme a casa, quiero descansar, y olvidarme de todo esto.

Un Sueño Hecho RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora