Nueva vida

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El pequeño Gordon camino hacia el lado de su profesora, mientras se sentía intimidado por la gran cantidad de niños de su curso. Sin embargo, el se mantenía atento a cualquier cosa de su alrededor. No entendía muchas cosas de ahí y no sabía como afrontar todo aquello, era tan sólo un niño inoscente.

-Chicos, les presento a Gordon -Dijo la maestra -, es un niño nuevo en el estado, espero que sean buenos con él

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-Chicos, les presento a Gordon -Dijo la maestra -, es un niño nuevo en el estado, espero que sean buenos con él.

La profesora mentía, pero no lo sabía. Gordon nació en Seattle, ya que su madre estaba con su familia cuidando de su embarazo mientras su padre trabajaba en algún laboratorio lejos del estado de Washington. Ambos padres tenían que separarse por un tiempo, por más que él quiera ver a su bebé, tenía que llevar pan a la mesa y el trabajo de Sheila era muy complicado para una mujer embarazada. Cuando Gordon nació, ella viajó con él hacía el gran laboratorio en el que trabajaba Philip, la creciente Black Mesa tenía una vida asegurada para la familia.

-Gordon, puedes sentarte al lado de Zoe o Bernard si gustas -La mujer le sonrió a Gordon, pero él se mostró inexpresivo.

-Gracias profesora -Murmullo y se fue al lado de Bernard.

El chico con el que se había sentado tenía el cabello liso negro, pero brillante, una tez clara, ojos color verde que derivaban en marrones y era bastante esbelto para su edad. Gordon lo miraba fijamente y el niño también.

La profesora empezó una introducción a la vuelta a clases

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La profesora empezó una introducción a la vuelta a clases. Como ellos debían esforzarse para ser buenos alumnos y comportarse para poder vivir en comunidad. Claro, uso palabras simples y frases fáciles de comprender para los infantes, sin embargo estaba claro que ellos no prestarían atención a tantos detalles. Ellos sólo querían divertirse y veían el estudio como una obligación aburrida que hacer. Nunca se les presentó de otra manera, no entenderían ese amor por el saber de Gordon. Eran otros tiempos.

Tocó el timbre y la mayoría de niños despertó. Es normal que les entre el sueño, no porque duerman poco, si no que el espacio es muy encerrado y se respira el mismo aire, y además de que, al no hacer nada, los infantes se relajan y presentan esa horrible sensación de dormitar pero intentar de despertar. Los alumnos salieron y empezaron a contar sus vacaciones mientras sacaban su desayuno o se ponían a jugar.

Mientras Gordon comía un sándwich que le había preparado su madre con mucho cariño, se acercó su compañero de banco. Él sólo lo miró de reojo.

-Hola -Saludó -, eres el nuevo, ¿No?

Gordon asintió con la cabeza.

-Ah, que bien... De que parte eres -Gordon encogió los hombros.

-Vivo en mi casa -Respondió y el chico empezó a reír.

-Yo igual -Rió.

-¿Y tu desayuno? -Gordon Se fijó en ese gran detalle.

-Sólo traigo almuerzo... -Gordon partió a la mitad su pan.

-Toma -El niño quedó sorprendido- ¿Cuál es tu nombre?

-Bernard, pero llámame Barney -Él comió su pan- gracias...

-Gordon -Le recordó su nombre y él asintió- no recordaba tu nombre, lo siento.

-No te preocupes, está bien.

-No te preocupes, está bien

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La historia del científico | Half Life |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora