Cuarto capítulo

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Pov MinSeok

Intento salir de la Universidad lo más rápido que puedo mientras termino de limpiar los últimos rastros de lágrimas en mi rostro. No quiero que nadie me vea así, pero eso no funciona. La mala suerte me persigue. Cuando estoy cerca de la puerta, a punto de cruzarlas, alguien me agarra del brazo y me obliga a detenerme.

Me asusto, pensando que alguien me ha reconocido y que van a pegarme. Pero entonces, veo su rostro y mi corazón da un vuelco, golpeando fuerte contra mi caja torácica.

—JongDae.... —Las palabras tardan en salir de mi boca, y cuando lo hacen, el dolor que siento es desgarrador.

— ¿Es cierto? —Me pregunta, haciendo más fuerte el agarre sobre mi brazo —¡¿Es cierto lo que le dijiste a Lu Han en el baño?! —Mi estómago cae al suelo. Él lo sabe, me escuchó.

No soy capaz de articular palabra alguna ¿Qué podría decir? No puedo mentirle, y tampoco quiero decirle con palabras la verdad. Él interpreta mi silencio como una verificación.

—¡¿Cómo demonios pudiste?! —Su agarre me lastima y trato de zafarme, pero no me suelta —¿Sabes? Cuando escuché que estabas aquí, pensé que venias a buscarme... Estaba dispuesto... Había tomado la decisión de perdonarte pero, ahora no, definitivamente no... —Niega vehementemente. Por su rostro pasa una expresión de tristeza, sin embargo, ésta se convierta de inmediato en una de ira.

Me duele verlo así, y saber que es mi culpa me destroza el alma. Las lágrimas que había limpiado con fervor vuelven a aparecer. Lo he arruinado todo. Sus palabras hacen eco en mi cabeza. Iba a perdonarme, pero ya no... ¿No tengo ni siquiera una posibilidad?

—Chen —Digo, esperanzado. Su cuerpo entero se sacude y me suelta, asqueado.

— ¡NO VUELVAS A LLAMARME ASI! —Grita. Duele ver el rechazo en su mirada, percibir la ira que siente hacia mí.

—Duele... todo esto me duele, Chen. Pero... ¡Maldición! —El brazo me duele, pero hago caso omiso, pues el dolor en mi pecho es más grande —Ni siquiera recuerdo cómo pasó...

— ¿Te duele? —Alza su voz, gritando cada vez más fuerte —¿Y mi dolor qué MinSeok? Lo siento, pero no puedo perdonarte algo así. Iba a hacerlo, antes de saber que estás... Que estas... ¡Maldición! — JongDae ni siquiera puede pronunciar esa palabra.

—Lo siento. JongDae... Yo aún te amo, te am...

Antes de terminar de hablar mi cabeza da una sacudida brusca hacia atrás y estoy a punto de perder el equilibrio, pero a último momento logro mantenerme en pie. No sé lo que sucede, no hasta que siento el dolor expandirse en el lado izquierdo de mi rostro. Me ha dado una cachetada. Lo busco y lo miro, su rostro está desencajado por la ira. Él me odia, y yo lo amo.

—¡NUNCA... —Respira con dificultad —ESCUCHAME BIEN, ¡NUNCA VUELVAS A DECIRME ESO!

Me quedo mirando su espalda mientras se marcha. No puedo parar de llorar, sé que tengo que hacerlo, porque el dolor que siento le hace mal a mi bebé. Intento respirar con normalidad y limpiar mis lágrimas, una vez más. Mientras emprendo mi camino hacia la parada de colectivo me digo que no pasó nada. Que todo está bien. Que nada de esto sucedió.

No es mucho lo que debo esperar, ya que el colectivo llega rápido. Es un alivio, porque he empezado a sentirme mal así como también siento una punzada en la boca del estómago. Pago mi boleto y me siento al fondo del autobús para poder estar tranquilo.

—Quería hablar contigo —Salto de mi asiento al escuchar esa voz, la voz Lu Han, ¿Qué hace aquí? ¿Me había seguido? El dolor se vuelve más fuerte, tanto que de mi boca sale una queja.

1. Serie consecuencias: Consequences.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora