1. Serie consecuencias: Consequences.

Quinto capítulo

Pov MinSeok.

El mes había pasado demasiado rápido. Ahora sólo faltan dos días para mi boda y no he sido capaz de avanzar nada con mi cometido de suspenderla, hasta llegué a pedir la ayuda de mi padre, quien vive lejos de casa y se dedica a la pesca: "Tienes que hacerte responsable de tus actos, pobre JongDae..." eso fue todo el apoyo que me dio. Hablar con él sólo hizo incrementar mi culpa.

¡Vaya padre qué tengo!

Giro, frustrado, sobre mi cama. Son las 10 de la noche y sigo pensando alguna posible solución, algo que evite que deba unir mi vida a alguien que no amo. Sin embargo, las malditas náuseas aparecen y tengo que ponerme de pie para correr al baño. Apenas llego, me inclino sobre el inodoro. Puntos negros empiezan a nublar mi visión pero logro mantenerme consciente.

Me siento mejor una vez que he votado toda mi comida. Con lentitud, me pongo en pie y camino hasta al lavado. Cierro un momento mis ojos, respirando hondo. Puedo sentir el sudor frío sobre mi frente y cuello. Relajo el cuerpo y después de otra respiración profunda abro mis ojos. Ahora estoy mucho mejor. Lavo mis dientes para así sacar el mal sabor que el vomito ha dejado. El espejo devuelve mi reflejo, pálido y enfermo.

—Ya quiero dejar de sentirme así.... —Digo antes de arrastrarme de nuevo a mi cama.

Hasta el momento, he tenido dos citas con el doctor Oh, en ambas, Lu Han estuvo presente. Fui advertido sobre como los síntomas tal vez se hicieran más frecuentes, por ello trato de soportarlo. También me hizo una ecografía. Recuerdo exactamente como Lu Han apretó mi mano con fuerza cuando oímos sus latidos por primera vez.

Si debo de ser sincero conmigo mismo, debo decir que no tengo nada en contra de Lu Han. Él es atento, pero no lo amo, y sé que él a mi tampoco, y aún así está emperrado en que casarnos es lo mejor para nuestro hijo. Incluso creo que hasta le tengo envidia. Sé que SeHun lo llama todos los días y lo busca en los pasillos de la universidad, pero él no le dirige la palabra, en cambio a mí... JongDae me hace lo que hace Lu Han, pero estoy seguro que yo no lo ignoraría. De hecho, yo soy como SeHun, llamo a Chen todo el tiempo, pero él no me responde.

—Ya sé que es lo voy a hacer. Es mi última oportunidad... la última...—Digo, sentándome sobre la cama. Me la jugaría.

En medio de mis planes, alguien toca mi puerta

—Pase... —Es el joven mayordomo de mamá —Key ¿Qué sucede?

—Su madre lo llama para cenar. —Frunzo el ceño.

—Dile que mi estómago no está muy bien... Ya sabes, las náuseas. Prefiero descasar —La verdad es que mis malestares ya pasaron, pero no quiero ver a mi madre.

—Le diré, descanse.

Cuando Key se marcha, miro hacia la puerta de mi habitación, agarro una campera y salgo. Si mi madre se encuentra en el living no escuchara nada, pues le gusta encerrarse en él, y más si está sola.

Me cuido de que Key no me vea y salgo de casa, hacia los dormitorios donde vive JongDae. Esta es mi última oportunidad. Hasta donde sé, aprovechando que me retiré de la universidad y del cuarto, JongDae volvió a él, así que no me queda otra que tomar el colectivo para llegar.

Pov Lu Han.

Suelto mi lápiz y éste cae sobre los libros. Me froto los ojos, cansado. No puedo concentrarme, no cuando el día de mi boda está cada vez más cerca.

Sólo dos días más y MinSeok será mi esposo.

Miro el reloj sobre el escritorio y me sorprendo de que marque las once de la noche. Es tarde, pero mañana tengo un final importante. Si lo apruebo, tengo tercer año adentro y sólo me restarían dos para recibirme. Debí adelantar exámenes para que esto pasase.