Primer Capítulo.

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Pov MinSeok

Sentía que la cabeza se me partía por la mitad. Tal vez, después de todo, si fue una muy mala idea eso de ir a un boliche y beber. Intentando sobreponerme al dolor, me obligo a abrir los ojos. Observo a mí alrededor y de inmediato me doy cuenta que estoy en problemas, ya que no me encuentro en mi habitación. Para empeorar todo, miro a un lado de la cama y descubro que no estoy solo, que hay alguien a mi lado, durmiendo. Me quedo inmóvil, porque sé que no es JongDae.

Con el corazón golpeando contra mi pecho miro mi cuerpo y descubro que estoy desnudo ¡No, no! ¡No puede ser! Yo no pude.... ¡Oh, Dios! Asustado, trato de levantarme, pero al momento en que mis pies tocan el suelo, un fuerte dolor sube desde mi espalda baja hasta mi cuello, haciéndome caer de nuevo sobre la cama...

Respiro hondo, diciéndome que no puede ser lo que estoy pensando. Así no pasaron las cosas. Intento ponerme de pie, una vez más.

— ¡Argh! — Me quejo, llevando mis manos a la cadera. Duele y siento que me parte en dos.

Mi acompañante desconocido empieza a moverse y a desenredarse de las sabanas que lo cubren. Mi respiración se hace densa. Sé que no es JongDae, pero en cuanto levanta la cabeza, veo a quien menos espero ver...

— ¿MinSeok? — Su cara se arruga por el esfuerzo que hace al concentrarse en mí. Está confundido. Lo veo mirar a su alrededor ¿Cómo demonios he terminado con él? — ¿Qué haces aquí? ¿En mi cama? — Arruga su frente, buscando una respuesta. De repente, lleva sus manos a la cabeza, dejando ver su torso desnudo.

¡Oh, Dios mío! No, no. El pánico me aborda.

— Lu Han... — Digo con esfuerzo. Su nombre quema mi garganta y no sé como soy capaz siquiera de pronunciarlo, pues siento mi boca llena de arena.

***

Quiero llorar. No puedo creer que de verdad lo haya hecho. No puedo creer que esto haya pasado. Se suponía que me estaba guardando para JongDae y ahora...

— No puedo — Digo con lágrimas en los ojos — No podre ocultarle esto a Chen... No sería justo — Y no tengo cómo ocultarlo, podría haber agregado. Pero no me voy a poner a contar mi virginidad perdida.

Lu Han, quien ahora está vestido, me mira y asiente. Él tampoco puede ocultárselo a SeHun, su novio, por ello, tomamos la dura decisión de confesar lo que había sucedido, la verdad absoluta.

***

Un semana es lo que tarda Lu Han para que SeHun lo perdone, eso sí, prometiéndose que harían todo por restablecer su relación y superar el percance. Porque eso es lo que fui en su vida, un percance, así como él lo fue en la mía. Pero mi percance, no ha sido perdonado aún. JongDae se niega a perdonarme. Cada vez que me ve en los pasillos me ignora. Incluso se fue del dormitorio de estudiantes que compartimos.

Ya hace cuatro semanas desde que desperté al lado de Lu Han. Hoy es un nuevo día que toca empezar. Me remuevo entre mis sabanas, queriendo tener cinco minutos más, pero ya no los tengo. Con mucho esfuerzo me levanto, evitando mirar la cama vacía a mi lado. Me salto el desayuno, como he venido haciendo regularmente esta última semana y me dispongo a salir del albergue estudiantil camino a la Universidad.

Cuando ingreso al edificio me detengo. Todas las personas cercanas a mí me están mirando y hablan entre ellos con susurros. Miro a mi alrededor y ahora sé el por qué. Hay fotos pegadas por todas las paredes con la razón de ello, fotos mías, besando a Lu Han, algo que hasta el día de hoy no recuerdo haber hecho. Me obligo a caminar un poco más cerca. Reconozco el ambiente. Lu Han y yo estamos en el boliche, al cual habíamos ido para celebrar el fin de los examenes.

Siento que me quedo sin aire. Ahora todo el mundo lo sabe.

El día es una tortura. En la primer clase recibo todo tipo de miradas, hasta llegan a tirarme papeles llenos de saliva. Luego de la segunda hora decido que no soy capaz de aguantar más y tomo mis cosas y me retiro. Cuando voy saliendo, un grupo de chicos me tira agua, harina y huevos. Todos empiezan a reírse y a decirme cosas ofensivas. Ni siquiera los conozco, y ellos a mi tampoco, pero ahí están, juzgándome.

Intento escapar, haciendo como si nada hubiese pasado, pero una pareja me detiene y me arrastran al patio tirándome del cabello. Con una fuerte sacudida me tiran al suelo y empiezan pegarme. Siento sus pies golpear mi espalda. Trato de hacerme un ovillo mientras intento pedir socorro.

Mi mente grita por Chen. Lo necesito. Necesito que me ayude.

>Por favor, alguien que me ayude< Ruego mientras siento cómo tratan de llegar a mi rostro.

— ¡Déjenlo! ¡Aléjense! MinSeok... ¿Estás bien? — No es la voz de JongDae, sino la de mi amigo, Park ChanYeol. Al menos alguien ha venido en mi ayuda.

ChanYeol no está solo, BaekHyun lo acompaña con su pequeña, Eun, en brazos. Mi amigo me ayuda a pararme y me sostiene para que pueda caminar hasta el cuarto de universitarios. Mis atacantes ya no están a la vista.

— Te juro que cuando sepa quien fue lo mato, Minnie — Me dice ChanYeol.

Estoy seguro que se refiere a las fotos colgadas por todas las paredes. Los ojos empiezan a picarme.

— Deja — le digo, mientras empiezo a caminar — Me lo merezco...

Ninguno dice nada hasta que llegamos. Busco mis llaves en el bolsillo de mis pantalones y las saco. Apenas entro me derrumbo en la cama.

— No te lo mereces — Dice BaekHyun.

Me quedo mirándolo. Es la primera vez que lo escucho defenderme, él y yo no nos tratamos mucho, y para sumar... Él es el mejor amigo de Lu Han. Se aclara la garganta y deja a su hija sobre la cama, a mi lado.

— Es decir....es cierto que cometiste un error, pero no mereces ese trato. — Eun gatea hasta donde estoy yo. Trato de sonreírle. Es una niña hermosa. Hago tiempo, porque el hecho de que él me defienda dice mucho.

— Gracias...—Digo finalmente, sin encontrar algo más profundo para decir.

Sin embargo, yo, Kim MinSeok tomo una decisión. Convenzo a ChanYeol y a BaekHyun de que me encuentro bien, y espero que se marchen sin problemas, y cuando lo hacen, tomo mi teléfono celular y llamo a mi madre. Hablamos cerca de diez minutos. Todo está arreglado: Volveré a casa, cumpliré todos sus caprichos y seré feliz. Pienso que nunca debí de haberme rebelando ante ella.

***

El día ha llegado. Escucho las bocinas provenientes de afuera. Sé que es para mí, lo estaba esperando. Respiro y tomo mi maleta. Me doy unos minutos para mirar el dormitorio por última vez. Aquí es donde viví dos años de mi vida y donde compartí muchos momentos junto JongDae. Mis ojos arden, pero me esfuerzo en no llorar.

El viaje a mi casa trascurre en silencio. No estoy nervioso, pero es porque estoy rendido. Ahora sólo deberé acatar reglas. Mi pasado ya no importa. Al llegar, veo a Key, el mayordomo de mamá, de pie en la puerta principal. Su cabello rubio está perfectamente peinado, y puedo ver que se ha maquillado con mucha dedicación.

— Bienvenido a casa señorito Kim — Me saluda. "Señorito Kim" suena horrible y ajeno a mi persona. No puedo evitar pensar que estoy regresando a la boca del lobo. Yo escapé de este lugar, y ahora estoy regresando. 

1. Serie consecuencias: Consequences.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora