CAPITULO 1

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"Cuando dejes de buscar un físico perfecto encontraras un corazón hermoso"

Beep, Beep, Beep.

Mis ojos se abrieron lentamente permitiendome ver los fuertes rayos de sol que se colaban por mi ventana, con una leve sonrisa salí de la cama y camine hasta el enorme espejo de mi habitación. Mire hacia abajo y arriba una y otra vez, observando y analizando mi cuerpo, como si esperara cada día que algo cambiara aunque jamás pasaría.
"Eres hermosa" dije abrazándome a mi misma con mucha fuerza.
"Eres perfecta como eres" cerré los ojos con fuerza.
Ese era mi día a día, esas palabras que necesitaba escuchar y que nadie más que yo misma diría.
Abrí mis ojos una vez más y con una enorme sonrisa fui al baño para darme una relajante ducha antes de ir a la preparatoria.
Cumplir con los estereotipos que impone la sociedad es algo con lo que la mayoría de mujeres debemos cargar durante toda nuestra vida, y si no sigues los debidos estándares eres relativamente "poco atractiva para los demás" algo que me importa demasiado poco hoy en día para ser sincera.
Nunca he sido delgada, no utilizo maquillaje, ya que causa irritación en mi rostro y mi cabello no es como el de las mujeres que aparecen en los comerciales. Pero ¿Acaso eso tiene algo de malo? Por supuesto que no, todas somos diferentes y perfectas tal y como somos, eso es lo que pienso y lo que quisiera que todas las personas a mi alrededor pensaran. Pero es realmente difícil ser estudiante de último año y no encontrarse con las típicas chicas llenas de superficialidad y egocentrismo. Algo que me dificultaba poder encontrar una amiga sincera que no me criticara por mi aspecto.
Baje las escaleras con pasos pequeños y de repente un agradable aroma llego a mi nariz, seguramente mi madre estaría preparando el desayuno.

- Buenos días - saludé con un beso a mi madre y ella me sonrió.

- Buen día hija - me entrego mi respectivo plato - ¿Pronto empezarán las vacaciones de verano? - pregunto.

- Si - conteste con poco ánimo. Todos mis compañeros saldrían a la playa o de fiesta, mientras que yo daría tutorías, un favor que el profesor me pidió y que yo acepte a cambio de aumentar mi promedio, saldría ganando de todos modos -

- Y seguramente se la pasara encerrada en su habitación - apareció mi hermano mayor por la puerta de la cocina - ¿Cierto? - acaricio mi cabeza desordenando mi ya desastroso cabello.

- Para tu información, daré tutorías así que no, no me la pasaré encerrada en mi habitación. - lo miré mal a lo que él solamente sonrió.

- Se me olvidaba que eres muy inteligente no como otraaas....- se refería a mi hermana Alice que recién despertaba.

- Déjame en paz Hoseok - de mala gana tomo asiento frente a mí. No me sorprendía su mal humor, de hecho vivía 24 horas de mal humor.

- Date prisa, o llegaremos tarde - le dije señalando el enorme reloj colgado en la pared. Mi madre me había pedido desde hace varios meses que la acompañara a la escuela, ya que era bastante problemática, demasiado. Y eso me complicaba mucho la vida, ella jamás se levantaba temprano y nunca es puntual, más de una vez llegue tarde por su causa.

- Puedes irte primero, una amiga pasará por mí - hablo mientras miraba su teléfono - Aunque...- su mirada se posó en mí y una sonrisa burlista apareció - No te vendría nada mal caminar un poco..

- Alice...- Reprendió mi madre al escucharla.

- Como quieras - me levante de golpe y recogí mis platos - Nos vemos después - Me despedí de mi hermano y madre ignorando a mi hermana.

- ¿No puedes dejarla en paz por una vez? - Escuche la voz de Hoseok antes de salir por la puerta.

No comprendía cuál era su problema conmigo, me refiero a que ¡Jamás le hice nada! ¿Por qué tenía que aprovechar la más mínima oportunidad para burlarse de mí.?
Suspire cansada, puesto que la relación con mi hermana nunca tendría arreglo.
Acomode mi bolso sobre mi hombro y empece a caminar, mi preparatoria quedaba algo lejos, pero prefería caminar a tomar el autobús, así me evitaba los típicos insultos y burlas que seguramente recibiría.
Mi caminata fue silenciosa y agradable, una de las pocas veces que podía disfrutar de algo sin que nadie más me interrumpiera. Solo un poco antes de llegar a mi destino pude darme cuenta de que una tienda nueva de pasteles había abierto, de inmediato la curiosidad me invadió así que decidi comer algo dulce para quitarme el mal sabor de boca que tenía desde el desayuno.
Fue como entrar al paraíso, sé que no debería abusar de las golosinas, pero de vez en cuanto podía comer algo delicioso que me subiera el ánimo.
Camine por los estantes que contenían diferentes postres hasta que uno llamó mucho mi atención, un pequeño pastel de fresas con crema de vainilla. No me quedaba mucho tiempo así que lo tome y fui directo a la caja para pagarlo.

- Ya que acabamos de abrir esta nueva tienda, puedes tener un café gratis con tu compra - Con una linda sonrisa me entregó el pastel en una caja y junto a él un café late.

- Muchas gracias - por fin me pasaba algo bueno en el día -

Con mucho más ánimo que antes salí de la tienda pero de inmediato todo se volvió a tornar desastroso. El grupo de amigos de la chica más tonta de toda la preparatoria estaban frente a mí y me miraban con burla, ella de inmediato soltó una carcajada seguido de sus comentarios groseros.

- ¡Vaya! No sabía que dejaban entrar elefantes - todos rieron - ¿No sabías que comer pastel engorda aún más?

- Un poco más y no existirán tallas para ti - agrego una de las chicas junto a ella - Las lágrimas querían salir de mis ojos, pero no iba a permitir que ellos me vieran llorar, así que apreté con fuerza mis labios tratando de contenerme.

- Déjenla en paz - Mi vista se posó en Park Jimin, uno de los integrantes del grupo, y uno de los más odiosos. Me parecía sorprendente que él dijera eso, y no fui la única, todos se quedaron boquiabiertos mientras veían como se acercaba a mí. Una vez estuvo lo suficientemente cerca tomo lo que había comprado antes y lo arrebato de mis manos para luego arrojarlo al suelo - Los cerdos deben comer en el suelo, tú lo debes saber mejor que nadie ¿no? - Todos explotaron en risa y continuaron su camino, dejándome con un nudo enorme en la garganta y una terrible sensación en el estómago.

.....¿Soy Gorda?.....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora