Miles de escenarios terroríficos se pasaron por mi cabeza, y cada uno de ellos terminaba con mi cuerpo dentro de una bolsa plástica para luego ser arrojado en un callejón o carretera desolada. ¿Es que mi historia no podía terminar de una manera diferente? ¿Tendría que sufrir de principio a fin? Mi voz se encontraba atrapada en mi garganta impidiéndome hacer cualquier ruido como gritar o hablar,
fuera de eso mis fuerzas eran nulas a comparación de las fuertes manos que sujetaban mis dos brazos.- Por favor..- supliqué en un hilo de voz - déjenme ir...
- Tú nos acompañas - uno de los sujetos sonrió de manera retorcida - Prometo que no dolerá - susurro en mi oído provocando que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo.
- ¿No la han escuchado? - una voz conocida me regreso la esperanza y la vida en un solo instante - Déjenla en paz - su enorme figura se acercó a mí tomando mi mano con fuerza atrayéndome hacia él. Era el mismo chico de la cafetería, era imposible que no lo reconociera de inmediato, su sonrisa era algo que debía ser recordado de por vida.
- ¿Quieres tener problemas niño bonito? - en lugar de retroceder él esbozó una sonrisa...una hermosa sonrisa -
- Estoy seguro de que a la policía le encantaría saber lo que está sucediendo - sacó su celular de uno de sus bolsillos - Claro, pueden irse y dejarla en paz o...- los tipos dieron varios pasos atrás - me encargaré de que cada uno de ustedes pasen el resto de sus estúpidas vidas en prisión.
Ni siquiera había terminado de hablar y ya habían salido prácticamente corriendo. Suspire aliviada, por fin se había terminado ese horrible pesadilla y todo se lo debía a él. Lo miré de reojo y fue ahí cuando nuestros ojos se encontraron, él me observaba atentamente provocando que mi corazón latiera de forma extraña. Pero luego de unos minutos incómodos de miradas él me sonrió dulcemente.
- Es curioso que siempre que te veo estás en problemas - su suave risa me dejó en las nubes. Nunca antes había presenciado una sonrisa tan encantadora en toda mi vida.
- Lo siento - me disculpé con las mejillas enrojecidas - Lamento causar tantos problemas....- su mano se posó en mi hombro.
- No te preocupes...siempre estaré encantado de ayudarte. - mire por un segundo su celular y luego me miró - ¿Tu casa queda muy lejos?
- No...está a 15 minutos de aquí - respondí confundida - ¿Por qué?
- Por qué te acompañaré hasta tu casa. ¿Qué dices? ¿Vamos? - pregunto alzando una de sus definidas cejas.
Tenía básicamente dos opciones, una, negarme y volver al suplicio de caminar sola por la noche y arriesgarme a que algo peor pudiera pasarme o podía dejarlo acompañarme hasta llegar a casa sin tener que preocuparme por nada más que disfrutar de su presencia a mi lado y de su melodiosa voz .......si, definitivamente la segunda opción era la adecuada.
- Está bien... - dije por fin y él me volvió a sonreír.
Durante el camino hablamos sobre varias cosas o más bien fue él contándome sobre su vida y su trabajo. Al parecer empezó a trabajar en la cafetería hace 3 semanas, ya que debía pagar su universidad además de su departamento que estaba cerca del centro de la ciudad. No comenté nada, más bien me dediqué a escuchar cada detalle que salía de su boca, no creí que fuera necesario, ya que se le notaba muy entusiasmado y no deseaba interrumpirlo.
Ni siquiera me percate, pero ya estábamos frente a mi casa, por lo tanto, nuestra pequeña conversación había llegado a su fin, algo que me entristecía un poco, realmente disfrutaba tenerlo cerca.- Bien, llegaste a casa sana y salva - dijo con un tono orgulloso provocando una ligera sonrisa en mi rostro.
- Muchas gracias por todo.
- No hay de que, disfruté mucho hablar contigo - con lentitud acercó su rostro al mío para luego depositar un pequeño beso en mi mejilla derecha - Espero poder volver a verte...- mi cerebro estaba en un estado de shock, y el hecho de que su rostro estuviera tan cerca no ayuda ¡En nada!
- Yo...si...claro - pronuncie como tonta mientras con mi mano tocaba la zona donde él había dejado el pequeño beso.
- De acuerdo, ahora entra a casa - se dio la media vuelta para irse, pero algo lo detuvo y volvió a verme - Por cierto...mi nombre es Kim Taehyung ¿Y el tuyo?
- (T/N)__...
- Nos vemos pronto (T/N)__ - dijo y empezó a caminar, ni siquiera entre a casa, me dediqué a observarlo hasta que su silueta quedó fuera de mi campo de visión. - Hasta luego Taehyung..- sonreí inconscientemente acariciando con suavidad mi mejilla.
[•••••••]
Eran las 5 de la tarde y todo lo que podía hacer era sentarme en el sofá de la sala de estar para ver la televisión. Las constantes gotas de lluvia que caían indicaban que sería una tarde fría, y no había nada mejor que quedarse en casa y tomar una taza de chocolate caliente.
- ¿Quieres ver una película? - me preguntó mi hermano sentándose junto a mí.
- Si, pero debe ser de terror - indique y el volteo los ojos -
- ¿Otra vez? ¿No podemos ver otra cosa? - negué divertida y el suspiro. - Bien, una de terror entonces.
Hoseok permanecía en casa al igual que mi madre y Alice. Mi madre y hermana se encontraban en la habitación de Alice terminando de empacar sus cosas porque los abuelos pasarían por ella en la mañana. Una noticia que alegraba de mil maneras a mi corazón, por fin tendría un descanso de mi hermana menor, creo que todos tendríamos un descanso en realidad.
La película había empezado y hoseok como siempre se aferraba fuertemente a mí, odiaba las tramas aterradoras, pero siempre accedía a verlas conmigo, algo que me parecía muy lindo de su parte. Ambos estábamos muy concentrados cuando el sonido de un celular llegó a mis oídos, quizás era el celular de mi madre o hermanos así que no le preste importancia, pero nadie contesto.- Debe ser para ti - indico mi hermano - ve y contesta yo te espero.
Asentí y con pesadez fui hasta mi habitación para tomar mi celular. Un número desconocido había marcado varias veces, así que supuse que no era algo tan importante. Volví a dejar el celular sobre mi cama cuando otra llamada entro. Con rapidez lo tomé entre mis manos presionando el botón para contestar.
- ¿Hola? - pregunté - ¿Quién habla?
- (T/N)__ debo hablar contigo - la irritante voz de Jimin sonó al otro lado de la llamada por lo que colgué de inmediato.
¿¡Como demonios consiguió mi número!? Y mucho más importante que eso ¿Para qué me llama?
Ni siquiera tuve tiempo para pensar en una respuesta ya que otra llamada llegó, no quería contestar, pero deseaba poder insultarlo por lo sucedido anoche.- ¿Qué quieres idiota? - dije molesta -
- ¿Por qué estás molesta? - ¿¡Y aún se atrevía a preguntar el porqué estaba molesta!?
- Debe ser porque ¡Alguien! Me dejó ¡Plantada en la biblioteca el día de ayer! - escupí realmente molesta.
- ¿Era ayer? - no sabía que era lo que me molestaba más, si su estupidez o el hecho de que lo olvido.
- No quiero seguir escuchándote, adiós.
- ¡Espera (T/N)__! - grito - Necesito que nos veamos para estudiar.
- No - respondí al instante.
- Pero...
- Estudia tú solo, no me importa ya lo que diga el profesor o lo que le pueda pasar a tu futuro si es que piensas en uno, tú y tu vida pueden irse al demonio y no me llames más - colgué y arroje el celular a mi cama.
¿Acaso cree que puede hacer conmigo lo que quiera? ¡Puedes irte al demonio Park Jimin!
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.....¿Soy Gorda?.....
Romance"La belleza no se encuentra en el físico, donde todos solemos buscar, sino en el corazón donde no todos pueden llegar"