CAPITULO 5

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¿Qué hora era? No lo sabía ¿Cuánto tiempo llevaba sentada sobre la camilla? Ignoraba totalmente cuanto tiempo había pasado desde que llegamos al hospital, de lo único que estaba segura era que quería irme para poder descansar. Mi madre había llegado a casa y como esperaba quedo horrorizada al verme a mí y a mi hermano en el suelo abrazados rodeados de cristales, agregando la sangre que cubría gran cantidad de mis manos.

- ¿Cuánto más tardaran? - Alice se quejó al notar que ni mi hermano ni madre regresaban para poder irnos a casa.

Quizás la peor idea que pudieron tener era dejarnos solas a ambas, Alice no tenía muchas opciones, mi madre estaba realmente molesta con ella y le exigió quedarse conmigo. No era mi intención que todo esto pasara, y tampoco quería causar tantas molestias.

- Alice yo...- intenté empezar una conversación, pero de inmediato fui interrumpida.

- No quiero que me hables - me miro furiosa - ¿No te cansas de causar problemas? Todo lo malo que sucede siempre es a causa tuya.

- Yo nunca quise que esto pasara, solo quería que nosotras nos lleváramos bien.

- ¿Llevarnos bien? ¿Estás loca? Mi madre me castigará de por vida por tu causa y aun así pretendes que nos llevemos bien - tomo mis manos con mucha fuerza provocando un inmenso dolor y punzadas.

- Alice eso duele - me queje - Suéltame.

- ¿Por qué no pudiste morir? ¡Porque no simplemente te mueres y ya!

- ¡Alice ya basta! - la voz de mi madre resonó por todo el pasillo provocando que Alice me liberara y se hiciera a un lado.
- Es suficiente, ve al auto, tú yo tendremos una conversación - bufando obedeció a mi madre no sin antes lanzarme una mirada llena de odio.

- ¿Duele mucho? - mi hermano acaricio mi espalda - Iré a comprar unas medicinas para ti.

- Solo quiero ir a casa, por favor - él me sonrió - Lamento causar tantos problemas.

Hoseok no respondió en su lugar me ayudo a bajar de la camilla para regresar al auto donde mi madre y Alice nos esperaban.

[•••••••]

Los días fueron pasando normalmente y mi hermana y yo no cruzamos ni una sola palabra desde lo ocurrido esa noche, era como si fuéramos extrañas viviendo en el mismo sitio. Nuestra relación había tocado fondo, uno del cual no esperaba que saliera, simplemente no podíamos llevarnos bien y ya no planeaba intentar más ser amable con ella. Tenía más que claro el odio que sentía por mí, y aunque no justificara su actitud la dejaría en paz, tarde o temprano ella se daría cuenta del daño que ha causado. La conversación de mi madre y Alice fue más bien fue un regaño que termino en un castigo que arruinaría los planes que Alice tenía para pasar su tiempo durante el verano. Mi madre decidió enviarla con los abuelos a las afueras de la ciudad, donde no había internet y tampoco podría salir de paseo con sus amigas, el castigo perfecto para una niña consentida y egoísta.
Tendría un descanso de las miradas de odio y comentarios sarcásticos de mi hermana por un buen tiempo.

[•••••]

Sábado en la mañana.
Las vacaciones de verano habían empezado y con ello mi tarea como tutora, con todo el drama que viví durante la semana pasada casi olvido que debía verme con jimin en la biblioteca para estudiar.
Desperté por la mañana con un ánimo horrible, ya que los constantes quejidos que venían desde la habitación de Alice no me dejaban dormir. Parecía que nunca terminaría de empacar sus cosas o más bien no quería hacerlo, su maleta llevaba más de dos días abierta y no parecía llenarse nunca. Estaba segura de que solo necesitaba una excusa para quedarse y la encontraría tarde o temprano.

La mañana transcurrió tranquila, no vi a mi hermano en ningún momento, ya que al parecer salió desde temprano con sus amigos y, por otro lado, mi madre tenía un turno en el trabajo así que las únicas en casa éramos Alice y yo, ¡La combinación perfecta! ¿Se notó el sarcasmo?
Eran las dos con treinta minutos, estaba terminando de arreglarme para ir directo a la biblioteca, nada sofisticado, un simple pantalón oscuro y una camiseta blanca con flores bordadas. Tome mi pequeño bolso y me dispuse a salir no sin antes dar un pequeño vistazo a la habitación de mi hermana. Ella no se percató de mi presencia estaba realmente ocupada en su teléfono, quizás ¿Hablando con alguien?

- Regreso despues - dije esperando una respuesta "amable"

- Si como sea, adiós - ni siquiera volteo por un segundo a verme, más bien se dio media vuelta dándome la espalda.

- Yo también te quiero - hablé irónica con una sonrisa torcida.

[•••••••]

Tres en punto. El cielo estaba totalmente despejado y el sol brillaba con fuerza, todas las personas pasaban frente a mí, pero ninguna de ellas era Jimin. Mire ansiosamente a cada lado de la calle, pero nunca vi su silueta aparecer ¿Es que acaso llegaría tarde? Siempre suele hacerlo, pero por alguna razón guardé la esperanza de que fuera puntual. Ni siquiera le pedí su número de teléfono, eso me ayudaría a saber donde rayos estaba o si pensaba siquiera en venir. Pero debía darle el beneficio de la duda ¿no? Suspirando y con pasos pesados entre al enorme edificio, no estaría afuera para siempre y el sol empezaba a molestarme demasiado .
Como lo había supuesto la biblioteca estaba totalmente vacía, además de la bibliotecaria, el guardia de afuera y yo no había ni una sola persona más. Algo que no era extraño, nadie quería pasar sus preciadas vacaciones rodeados de libros, claro, yo era la excepción. Mire por los estantes buscando algún libro interesante, quería dejar pasar el tiempo y que mejor que hacerlo con un libro.
Cuando por fin tome una decisión fui a una pequeña mesa cerca de la enorme ventana que adornaba perfectamente el lugar. Antes de empezar con mi lectura le di un último vistazo al reloj en mi celular, tres con veinte minutos, si seguramente Jimin llegaría tarde.

[••••••••]

- Señorita...- escuche una voz lejana llamándome - Despierte.

Abrí uno de mis ojos y al instante di un salto ¡Me había quedado dormida!

- ¿Qué hora es? - pregunte al guardia -

- Son las nueve señorita - me levanté de la mesa tomando mis cosas - Pronto cerraremos por lo que debe irse.

- Gracias - dije avergonzada mientras salía a paso rápido del lugar.

¡Jimin me había dejado plantada! Ese idiota se olvidó de nuestra cita de estudios. Camine furiosa por las calles oscuras maldiciendo de mil maneras al idiota de Jimin.
No debí esperarlo, debí regresar a casa de inmediato, pero como siempre quise tener un poco de esperanza ¡Porque siempre eres tan ingenua! Me reprendí a mi misma. Seguramente el estaría pasándola bien con sus amigos mientras que yo estuve siete horas esperando. Apreté con fuerza los labios y me detuve, era muy tarde y el autobús que iba hasta mi casa ya no pasaría, ¿ahora que? Ir caminando sola sería muy peligroso, así que mi única opción sería llamar a mi hermano.

- El número al que llamo no se encuentra disponible...- era la tercera llamada y Hoseok no respondía, intente llamar a mi madre, pero tampoco respondía ¿Es que hoy nadie quiere contestar una llamada? Me había quedado sin opciones, nadie vendría por mi así que tendría que arreglármelas sola.
Camine sola por varias calles abrazando mi cuerpo y mirando con mucho detalle a cada persona que pasaba a mi lado. No me agradaba salir tan tarde sola, pero debía continuar, quería regresar a casa lo más pronto posible.
Pude darme cuenta de que pronto llegaría a mi destino dado que pase frente a mi preparatoria, pero al parecer la vida se empeñó en ponérmela difícil. Un grupo de chicos venía en mi dirección y me observaban de una manera extraña. Los nervios se apoderaron de cada centímetro de mi cuerpo, lo único que quería era llegar a casa tranquila, y justo tenía que pasarme esto.

- Oye ¿estás sola? - uno de ellos se me acerco. Me alejé abruptamente al escuchar su voz.

- No..- hablé temblorosamente - Me encontraré con un amigo - mentí esperando que me dejaran en paz.

- ¿Por qué mientes? Nadie viene por aquí a estas horas - tomo mi brazo con mucha fuerza - Ven con nosotros, prometo que te divertirás.

- Debo irme...- forcejeé - me esperan en casa - no tuve éxito, en vez de alejarme su agarre se volvía más fuerte. No quería ir con ellos, solo quería poder irme tranquila.
¡Por favor que alguien me ayude!

.....¿Soy Gorda?.....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora