Decalcomania (Tercera Temporada)

I'm in love

-Vamos dentro- Lisa me toma de las manos intentando levantarme.

-Lisa, si no vamos dentro para avisarles a todos que iremos a casa no entro.

-No seas aguafiestas- me levanto y choco con su cuerpo fingiendo que he perdido el equilibrio.

-Perdón- sonrío ladino y se ruboriza.

¿Aún puedo provocar estos efectos en ella?.

-No te burles de mí. Vamos.

La sigo rodando los ojos. ¿Es mucho pedir querer pasar el tiempo con ella?. Mi madre nos recibe con vasos de cerveza, negamos pero insiste.

El resto del día se descontrola un poco. Al parecer mis padres quieren emborrachar a mi esposa y le brindan vino. Me quedo sentado a su lado en el sofá con una mano en lo bajo de su espalda mientras converso con Bang pd~nim.

-Lisa, acompáñame a mi habitación- susurro a su oído.

Casi se atraganta con el vino y niega.

-No, aquí no. No sería capaz de excitarme con mis suegros a metros.

Río un poco.

-Oh, vamos, no es para eso, solo voy a buscar algo para poner música.

Levanta el dedo meñique y ruedo los ojos. Lo entrelazo con el mío. Subimos las escaleras junto a Jin hyung que intenta hacer creer a todos que posee una de las medallas del general en la chaqueta de su uniforme.

-Oigan, mocosos. Queremos escuchar música no vuestros sonidos vocales.

-¡Hyung, no haremos nada!.

-Ya estáis advertidos.

Jin se pierde en su habitación y continuamos por el pasillo rumbo a la mía. Lisa va arrastrando los pies y ese sonido con los tacones me molesta. La cargo en hombros y chilla.

-Oye, bájame- ríe.

Cubro su trasero con mi mano.

-No sabía que este vestido era tan corto.

-Bien que me estabas metiendo mano en el jardín.

Pellizco su muslo.

-Auch, Jungkook.

-¿Qué?- río yo también pero a mitad del camino paro en seco.

Rosé y Jimin salen de la habitación besándose y riendo contra los labios del otro.

-Me gustó mucho, te extrañaba, mochi- murmura Rosé.

Creo que deberían acostarse de nuevo porque está claro que lo han hecho. Siguen igual de calientes.

Me enfado un poco. Yo aquí a dos velas y Jimin ya ha cogido regalo.

-Lalisa, tenemos que hablar- le digo dejándola sobre el suelo.

La pareja caliente nos mira sorprendida.

-¿Chae?- Lisa acusa a su amiga con la mirada y yo contengo la risa.

-Lili, hay una explicación.

-Ahora no le des explicaciones que me la llevo- tomo a mi mujer de la mano y prácticamente la arrastro.

-No puedo creerlo, se ha acostado con Jimin- dice cuando cierro la puerta de mi habitación.

-Eso está más que claro. Jimin lleva todo triste este último trimestre.

-¿En serio?.

-Sí, ha extrañado mucho a Rosé, pero no quería admitirlo. Jamás entendí su afán de querer salir de fiesta y olvidarla...divirtiéndose. Si me ocurriese eso contigo te reconquistaría, aunque ya sabemos que romperíamos las reglas.