Decalcomania (Tercera Temporada)

Good for you

-¿Lisa, princesa?. Ya llegamos- sacudo el hombro de mi chica que pestañea un par de veces.

Encienden las luces del avión y le extiendo una taza de café para que espabile. Sacude la cabeza y arreglo su cabello antes de recoger nuestro equipaje de mano y esperar en la pequeña fila para salir del avión.

Esperamos por nuestro guardaespaldas, otro de YG y por mi mánager.

-Ha dejado de gustarme New York- susurra Lisa cerrando su chaqueta y entrelazando su brazo con el mío.

-Pero si nos casamos aquí- sonrío.

Levanta la vista y veo sus ojos cargados de lágrimas.

-Lisa...

-Ya está superado- sorbe por la nariz y aclara su garganta mirando con frialdad hacia el frente.

Aquí la secuestraron.

Aquí ese idiota la persiguió y la mantuvo en cautiverio.

Aquí está ese hombre preso.

-Sale en tres años- murmura sin expresión alguna en su rostro.

-Lisa, por favor, princesa, no lo recuerdes, no lo merece.

Asiente un par de veces y acaricio su espalda.

-¿Listos, chicos?.

Hyung nos sonríe y señala la salida. Miro preocupado a Lisa hasta que llegamos a las cintas que transportan los equipajes. Recogemos las tres maletas y salimos de allí.

Es poner un pie fuera y los gritos ensordecen. Esto es lo menos que necesita mi princesa ahora.

Hago un par de reverencias cubriendo el rostro de Lisa con mis manos. La sonrisa en el rostro de las fans me deja confundido.

-¡Oppa, congratulations!.

-¡Lisa, love you!.

-¡Liskook is the revolution!.

-¡Kookie, you look so handsome but Lisa is the sun of our lifes!.

Sonrío ante lo que gritan y eso causa más revuelo. Detrás de la valla metálica veo a una niñita sosteniendo una flor amarilla. Tiene un puchero mientras nos ve alejarnos.

Paro en seco y Lisa me mira.

-Voy a acercarme a ella- le digo a los guardaespaldas.

Camino hasta la pequeña de rasgos asiáticos y hace un puchero cuando me agacho frente a ella.

-Hola, pequeña.

-Oppa, tú no me gustas, me gusta ella- señala a mi chica detrás, que se encuentra saludando a los fans mientras agita ambas manos.

-Omo, pensé que te gustaba.

-Y me gustas- dice con voz dulce y frunzo el ceño.

-¿Entonces?. ¿No quieres una foto conmigo?.

-Sí, pero quiero a Lisa unnie en la foto y esta flor es para ella.

Me extiende el girasol.

-¿Lisa?- se acerca sonriéndole a la niña y le doy la flor.

Los fanáticos gritan tomando capturas del momento.

-¿Qué pasa?. Hola, muñequita.

-Le he dicho a oppa que no me gusta pero sí me gusta y que quiero una foto contigo- la niña juega con sus trenzas.

Lisa saca su cámara y se la extiende a mi mánager. Se agacha junto a mí y sonreímos.

-¿Es tu mamá?- señalo a una chica detrás de ella.