No se detiene

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Su cabeza empezó a dar vueltas como una noria. Ponerse en pie era casi imposible. A pesar de ello, con esfuerzo, lo hizo. Se levantó y cumplió con lo que tenía que hacer. Al día siguiente, se sintió mejor. Al tercer día, vuelve a estar mal. Esta vez se le suma la fiebre, que se baja al rato. Ese mismo día se entera de una cosa un tanto sorprendente; un suicidio. Justo a su lado había pasado eso, y a pesar de no conocer a la persona, le marcó. Al día siguiente, más de lo mismo, la cabeza convirtiéndose en noria. Pero al último día, la cabeza le impide hacer cualquier cosa. La fiebre se aprovecha y se manifiesta. Al final de ese día, otra noticia sale a la luz; dos suicidios han sucedido. En la misma cuidad. A tan solo unos pasos. Después de ese día, su cuerpo volvió a ser como antes. Su cabeza volvió a la normalidad, la fiebre bajó y su vida siguió, a pesar de que la de tres personas se hubiese detenido. Todo siguió como si nada. El tiempo no se detuvo, tan solo siguió su curso como el agua de un río, que se lo lleva todo, para limpiar y no dejar rastro. 

Esos Pensamientos EfímerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora