Una dulce melodía

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De repente llegó a sus oídos. Una dulce melodía se adentró en su mente. Se apoderó de su ser y tan solo reinaba un sentimiento. Un sentimiento de paz, de tranquilidad. Tanta que hasta podía enternecer todo su cuerpo que se dormía. Un dulce sueño acariciaba sus recuerdos. Tan dulces que eran difíciles de olvidar. Al despertar, la dulce canción permanecía en su cabeza, y al acostarse se repetía incluso en sus sueños. Pero aunque parezca mentira, no era cansino. Tan solo disfrutaba de ella. Una y otra vez. Fue entonces que poco a poco, se fue disipando, y al igual que vino se fue. Quedó en el olvido. En sus sueños rara vez aparecía, en su conciencia despierta, ya ni siquiera asomaba una nota. Hasta que ese día llegó... El día en el que volvió a sonar. Al volver a oír esos acordes, al volver a oír esas notas, fue como si su mente hubiese recuperado algo perdido, algo preciado que le fue arrebatado por el olvido, pero que fue tan fuerte que ni el olvido pudo resistirse a regresar. Desde ese momento, el olvido solo viene de vez en cuando, y ya sabe que hay cosas que no puede tomar, y por ende ya ni lo intenta. 

Esos Pensamientos EfímerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora