Agosto 24 del 2020Jungkook había cuidado de Namjoon todo el recorrido en esa corta vida que llevaba. Lo habia visto crecer, aprender y madurar, habia descubierto gestos y gustos que hacian a Namjoon, Namjoon; habia sido testigo de las acciones buenas y malas del menor, tanto de forma presencial como mucho despues, cuando Namjoon con la infinita confianza que habia preservado en él, le había contado con sus propias palabras lo que le sucedió, cómo se sintió, por qué actuó de esa manera, llorando en su hombro o riendo a carcajadas al recordar cada detalle.
Se había encontrado enamorándose de un trocito de Namjoon a cada segundo que pasaba con él. Y todos esos segundos eran tan especiales, los atesoraba en su memoria, negándose a que para él, su tiempo con Namjoon fuera algo cercano a efímero. Para él no iba a ser fugaz, lo sabia por la forma en que sentía una extraño dolor en su cabeza, como si su cerebro rogara a su corazón un pequeño movimiento de su parte, que pueda demostrar la emoción, el cariño.
—¿Tienes muchos deberes? —preguntó al oído del menor cuando estuvo a su lado. Sus labios rozaron con la calidez en la mejilla de Namjoon, esperando a que sonriera y que aquel pocito en el moflete ahora tintado por la vergüenza en tono carmín se pronunciara intensamente. Acercó por fin sus belfos hasta besar el hoyuelo.
Namjoon giro en su asiento, una sonrisa sincera mofándose de él en silencio—. Sabes, Kookie..., pensando en todo este tiempo deberias tener en cuenta que mis padres no se molestaran si tocas y decides entrar por la puerta como una persona normal —dice, pasando sus manos por los musculosos brazos de Jeon—, creo que seria mucho mejor, así mi padre no intentara golpearte si te ve acá arriba como si fueses el chico malo de las historias que solo me quiere para un rato.
Su espalda se tensó tanto como sus frios brazos bajo las caricias de su novio, abrió sus párpados, y sintió un fuerte tirón en su garganta—. No me digas que- ¿Tus padres saben que t-tu y yo, tu sabes?
—Nop, un año y medio y no se han enterado.
Suspiró aliviado. No sabia como podrían reaccionar los señores Kim enterándose de algo como eso. Cualquier punto en su relación podria ser mal vista, la edad, las apariencias, el género, sobre todo, el género.
Sonrió, regalandole una vista de sus perfectos y perfilados dientes blancos, su nariz con pliegues en sus costados.
—Bunny —susurró Joon sobre los labios ajenos. Acariciando las arrugillas en su rostro, las de sus ojos y nariz al sonreir. Jungkook se caracterizaba por tener ojos grandes, de ciervo como le recordaba su progenitor. Pero Namjoon... Jungkook podia jurar que veía miles de galaxias en esos pequeños ojitos.
Juntó sus labios.
Y una sonrisa cruzó en los carnosos belfos de Kim, riendo después. Jungkook frunció el ceño risueño y confundido, pasando sus manos por la cintura del menor, lo llevo consigo hasta la cama, dejándolo bajo él, acomodó su rostro en la curvatura del cuello de Namjoon, sintiendo las caricias en su (un poco) largo cabello negro.
—¿De qué ríes?
—¿Podrías acompañarme esta tarde a la universidad?
Jungkook salió de su escondite, asombrado de aquella propuesta que muy pocas —contadas— veces que Namjoon buscaba su compañía en la universidad. Y es que eran consientes de todas las miradas que se clavaban sobre ellos al verles llegar, abrazarse o darse un discreto pero no por eso, tomado por desapercibido, beso.
—¿Quieres que vaya contigo?
Namjoon asintió.
—¿Por qué? —preguntó—. Quiero decir, Joonie, tu-
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𝗲𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮𝗹 𝗹𝗼𝘃𝗲.
Fanfic❝ 𝖩𝗎𝗇𝗀𝗄𝗈𝗈𝗄 𝗏𝗂𝗏𝗂𝗈́ 𝖾𝗇 𝗌𝗎 𝗉𝖺𝗌𝖺𝖽𝗈. 𝖣𝗂𝖾𝖼𝗂𝗇𝗎𝖾𝗏𝖾 𝖺𝗇̃𝗈𝗌 𝗅𝗈𝗌 𝗏𝗂𝗏𝗂𝗈́ 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗎𝗇𝖺 𝗉𝖾𝗋𝗌𝗈𝗇𝖺 𝗇𝗈𝗋𝗆𝖺𝗅, 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝖺𝗅𝗀𝗎𝗂𝖾𝗇 𝗅𝗂𝖻𝗋𝖾. 𝖤𝗑𝗂𝗌𝗍𝗂𝗈́ 𝗅𝗈𝗌 𝖺𝗇̃𝗈𝗌 𝗌𝗂𝗀𝗎𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾𝗌. 𝖵𝗈...