Capítulo cinco: el final del tu y yo.

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Enero 5 del 2021

Los padres de Namjoon había aceptado la relación, más por el amor que sentían hacia su hijo que porque realmente estuvieran de acuerdo. Frente al menor, le sonreían y le hablaban tranquilos y afables, pero era muy diferente en la manera en que le insultaban en sus mentes, aludiendo que era muy grande para su hijo, que podría estarle dañando o que, y principalmente le estuviera robando su inocencia.

Pero él, Jungkook no pensaba en eso, puede que sí, se sentía infinitamente atraído a Namjoon, y la tensión sexual era tan sumamente palpable que el hambre que albergaban sus ojos no podía ser ocultada de ninguna manera, los toques eran tan obvios como las miradas, pero había más amor que nada.

Namjoon era joven, sus hormonas estaban en lo más alto, su mente rogándole que le besara y hicieran algo más que solo esos pecaminosos toques.

—Joon... —llamó, tomando ambas mejillas rojas y calientes, para alejarlo de su cuello—. Joonie, tus padres —susurró sobre el oído contrario. La calida mano que cubría y tomaba su entrepierna con energía y suavidad, apretó, sacándole un jadeo helado—. Jo-

—Cállate, hyung —ordenó mientras acariciaba con sus regordetes labios los propios—. Déjame hacerte sentir bien, por favor, solo déjame.

Y se dejó.

No era del todo claro en su mente, pero todo se sentía demasiado bien, se sentía demasiado cálido como para que lo sintiera él, un ser inmortal, su corazón sin movimiento y apagado, pareció dar un latido después de haberse corrido —Él no entendía como eso era posible. ¿Eran ellos, bestias, capaces de eso? De todos modos, no le importaba—, y que Namjoon, el amor de su infinita vida, tomara sus labios en un caluroso beso.

—Te amo —admitió Joon, con una sonrisa, presionando sus frentes juntas, y acariciando los cabellos negros de su nuca. Una risa nerviosa dejó su boca—. Te amo, Jungkook, ¿lo escuchaste?

Jungkook le miró, las largas pestañas contrarias se mecian cansadas, la respiración del menor empezaba a acompasarse, tomando un latido relativamente lento, suave, listo para caer dormido.

—Podría quedarme a escucharte siglos, si los tuviéramos. Te amo mucho más —respondió, con toda la sinceridad que lograba calentar su corazón, de alguna u otra manera—. Te amaré, en esta vida, y en la que resurgas —dijo. Dejando que la mejilla de Namjoon se apoyara sobre su hombro, sentándose en su regazo, Jungkook acarició los cabellos castaños—. Te amaré hasta mi vida eterna llegue a su fin.

[...]

Mayo 11 del 2023

Italia.

Namjoon pudo ir a Italia en un intercambio. Él iba a ir a Italia y se negó porque yo estaba aquí, fue la razón por la que se negó a aquella oportunidad. Y no he dejado de sentirme una mierda desde hace dos semanas.

"No hay problema, Kookie. No quería ir de todos modos."

Si no pudiera leer los pensamientos, caería ante su hermoso rostro y no me importaría la verdad que dicen sus ojos.

No me lo creí, jamás.









Septiembre 11 del 2023, 11:34 PM.

—No me mires así, Joonie —pedí, rogué. Realmente estoy haciendo esto, y me duele en alguna parte de mi cuerpo, el maldito nudo en la garganta no me deja hablar bien y mis ojos quieren soltar el agua que mi cuerpo no guarda. Sus hoyuelos estaban visibles en sus mejillas, todo el día, con su mano entrelazada a una de las mías, pidiendo, usando sus encantos para obligarme a quedarme con él, cuando, aquel día, no podría darte el pobre regalo de mi presencia.

Estamos sentados en las escalerillas de la casa de él. Negó con una sonrisa, antes de volver su mirada a nuestras manos entrelazadas, se veían demasiado bien.

—Kookie... —Me llamaste, con este moto ridículo que amaba escuchar de tus labios. Respondí con un suave "¿Mhm?", me miraste de nuevo—. ¿Crees, crees que nuestro amor dure mucho tiempo?

—Por supuesto que sí. No podría dejar de amarte, Kim Namjoon.

—Me haces tan feliz, gran tonto.

No lo creí, no quise hacerlo porque eso solo me acobardaria, me haría retroceder sobre la decisión que he tomado para ti, para nosotros. Aún así, pregunte—. ¿De verdad?

—De verdad —aseguró—. Te amo.

—Yo te amo mucho más, bebé.

La vida era dura.

Aún si deja de ser vida.

Y desde que huyes del amor, de ese amor...
ya solo es existir.


Corto, lo se, pero después de esta parte, empieza el segundo puente. Cambiaran las cosas, adivina adivinador. Y no me peguen, no estan bueno, pero uf, tampoco TAN malo.
¡Gracias por leer!

𝗲𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮𝗹 𝗹𝗼𝘃𝗲.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora