Capitulo 1: parte 5

13 3 2
                                    

Bien, nunca esperé que de verdad tendría que ocupar las armas que klaust había dejado debajo de mi cama, como fue parte de los que ayudó a fundar ese hospital, no tuvo ningún problema en conseguir los permisos necesarios para que las mantuviera en mi cuarto. A decir verdad debido a eso tenía uno privado más que nada. 
Mis heridas casi estaban sanadas, por lo tanto baje de mi cama sin problemas y comencé a alistarme para contra atacar el asalto. Mi hermana a mi lado me miraba con miedo, eso lo note, pero yo seguí equipando mis armas, una metralleta y pistola de 9mm me acompañaban, después de todo eran las mejores que sabía a usar.

-por favor hermano no hagas esto-me imploro venus. 
-sabes que no tengo opción-conteste sin titubear mientras cargaba los cartuchos a las armas- es parte de mi trabajo ir a investigar. Además si no lo hago, más personas saldrán lastimadas tal vez por mi culpa.

Ella se quedó callada un momento.

-pero no te preocupes soy duro de roer-conteste seguro- ahora ten esto y ven conmigo-Le di un arma fácil de usar. 
-¿Que?-Exclamó mi hermana asustada no se ocupar armas. 
-es automática-respondí-solo debes jalar el gatillo y ya.

La verdad es que no quería llevarla, pero dejarla aquí solo tendría sus problemas, si venían por mi vendrían a este cuarto, así que le enseñe cómo disparar y luego salimos al pasillo.

Así fue como comenzamos a desplazarnos por el lugar los pasillos eran largos y bastante tranquilos, antes había salido con Letum a conocer el hospital cuando me sentí mucho mejor, así que no era un lugar desconocido. Pero a diferencia de esas salidas tranquilas, las alarmas estaban encendidas y las luces apagadas, era un panorama muy contrario a lo que conocí, era increíble como un lugar con pequeños cambios podía pasar de iluminado y pacifico a oscuro y sobrio , pero de seguro era así para hacer más difícil el camino al terrorista que había entrado. 

Caminamos un poco y escuchamos gente gritando, al escucharla me dirigí al pasillo que daba a las escaleras, después de todo los gritos venían del segundo piso y también debíamos pasar por allí para ir a la salida. Baje con cuidado intentando hacer el menor ruido posible y ordene que mi hermana me imitara, las alarmas sonaban, pero eso no quería decir que debía ser descuidado. Dando una voltereta por el piso al llegar al último escalón, llegue al medio del pasillo y rápidamente apunte mi arma hacia un lado y otro, viendo que nadie estuviera allí para encontrarme desprevenido. Pero hasta donde me llegaba la vista no había nadie, eso sí encontré unas personas tiradas en el suelo, al examinarlas me di cuenta que eran pacientes y ya estaban muertos. Eso me dio más tristeza que sorpresa.

Fue una escena algo fuerte para mi hermana, la cual se llevo sus manos a su boca aguantando sus gritos y sollozos, pero le aconseje que solo siguiéramos, pronto llegaríamos a la salida.

Camine un poco con la dirección que estime conveniente al ver los cadáveres y comencé a avanzar, no habían muchos por fortuna, lo que dio a entender que al menos la mayoría había sido evacuada con éxito. Pero al ver más entre ellos me encontré con unos que tenían chalecos antibalas, supe en ese instante que eran los terroristas. Pero habían sido matados de una forma tan limpia, que no era posible que un asistente del lugar o un guardia fueran capaces de cortar con tanta precisión la yugular de un cuello.

-¿esto lo hizo uno de ellos mismos?-pregunté anonadado-¿Un motín tal vez? 
-que crueles... ni entre ellos se respetan-se lamentó mi hermana.

Y yo ciertamente estaba preocupado por su cordura a estas alturas, era obvio que nunca había estado en un situación así.  Pero mientras pensaba, en ese mismo momento sentí a alguien a mis espaldas y rápidamente alcé mi arma, pero por suerte no dispare, ya que el que venía con escopeta en mano, era nada más ni menos que mi compañero Maou.

Aquellos días que no volverán.Where stories live. Discover now