Greek Gods Online

TRES

Perdonen la tardanza, aqui esta la continuación. 

Frank nunca pensó llegar tan lejos. Habían pasado ya unos meses desde aquel fatídico día donde un simple juego se convirtió en su realidad; una realidad bastante mortal.

La gente poco a poco comenzó a formar grupos y muchos de ellos se adentraron en los siguientes niveles con la esperanza de ganar lo más pronto posible; desafortunadamente, no muchos regresaron con vida.

Frank no se consideraba una persona muy valiente, pero le remordía la conciencia no estar haciendo algo para terminar el juego, pero no podía, no cuando su prioridad era protegerla a ella.

Se había encontrado con Hazel unas semanas después de haber comenzado el juego, se encontraba con su hermano Nico –su “Hermano” dentro del juego ya que ambos eran hijos de Plutón, Nico de su forma Griega Hades- Aquel chico le producía escalofríos. Sabia que habría una historia detrás de su semblante serio y demacrado, pero no creía que fuera buena idea preguntar.

Sin embargo, Hazel era diferente. No sabia como una chica como ella había podido ser una Beta tester, se veía tan pequeña y tan frágil… Pero era todo lo contrario. Tenía habilidades impresionantes y muchas veces ella era la que terminaba salvándolos a ambos.

Frank solo era un grandulón hijo de Marte que soñaba con ser un héroe para ella; Ni siquiera le gustaba ser hijo de Marte, había querido ser hijo de Apolo pero por una torpeza había seleccionado la opción del dios de la guerra. El era demasiado pacifico para ser su hijo.

Una mano en su hombro lo hizo sobresaltarse, Hazel lo observaba con aquellos ojos dorados que siempre lo hipnotizaban.

-Deberíamos seguir moviéndonos- Le dijo en un tono bajo. Acababan de escapar de un nido de arpías y por fortuna no habían resultado lastimados.

-Nico nos encontrara mas adelante.

Otra cosa sobre Nico Di Angelo, acostumbraba desaparecer usando su viaje de sombras; estaba allí y ¡Pum! Luego ya no lo veías. No se quejaba de ello, así podía pasar más tiempo a solas con Hazel.

Caminaron un poco más hasta que encontraron un lugar seguro para pasar la noche. La habilidad de Hazel para sentir las posibles amenazas bajo tierra siempre les era muy útil.

Hicieron una fogata y comieron en silencio. Frank llevaba días con una idea rondando su mente y sabía que era la oportunidad de sacarla a la luz.

-Hazel- Dijo de forma dubitativa y luego intento cambiar su tono de voz. –He estado pensando… ¿Qué tal si nos unimos a un grupo?- Los ojos de la chica se posaron en él, el dorado resplandeciendo con la luz de la fogata.

-Viajar en grupo es más seguro, además están esos rumores, el hijo de Neptuno…

La chica soltó un suspiro y le sonrió de lado, una sonrisa un poco cansada.

-No lo se Frank, no se si podría adaptarme, y Nico… a el no se le dan las multitudes.

El chico iba a refutar que su hermano ni siquiera aparecía por semanas, pero no quería enfrascarse en una discusión.

-Yo solo digo que probemos, es mejor que seguir por nuestra cuenta.

-Bien, hagamos esto. Si en el próximo nivel nos topamos con un grupo que parezca confiable, intentaremos unirnos ¿te parece?

Le sonrió cálidamente y el le devolvió una tímida sonrisa.

-Se que no nos arrepentiremos…

Adentrarse en los dominios de Bóreas no había sido una muy buena idea, de hecho había sido una muy mala idea, no mala ¡Pésima!

Estos eran los pensamientos que cruzaban la mente de Leo cuando huían de dos hijos de bóreas y una diosa de la nieve MUY enfadada. Bien, tal vez no había sido buena idea de su parte el haberle coqueteado, y todavía menos sabiendo que solo era un programa de computadora, pero aun así…

-¡Si morimos por esto, te juro que te mato Valdez!- La voz de su amiga Piper resonó por las paredes. No necesitaba que usara su “Charmspeak” para saber que hablaba muy enserio.

Esquivaron una ráfaga congelante, mientras Jason lanzaba un mandoble con su brillante espada de “Oro imperial” una Gladius romana. Habia conseguido el Item la semana pasada en su incursión al nivel 5, cuando lucharon con aquellos espíritus de viento llamados “Ventus”.

Piper tenía en su poder una daga que había pertenecido a Helena de Troya, “Katroptis”, porque piper también lo había hecho muy bien en los niveles anteriores; aunque ella no parecía muy cómoda portándola.

Solo él, el pequeño duendecillo latino seguía sin conseguir ningún arma única. Había mejorado de forma impresionante en su control del fuego, pero era el único de los tres que no había podido conseguir un Item extraño.

El puente de hielo que los llevaba de regreso a la zona segura comenzaba a verse a la distancia, iban a lograrlo, solo tenían que seguir corriendo. Aunque Leo realmente esperaba no derretir el puente; cuando se estresaba tendía a sobrecalentarse y prenderse en llamas.

Un brillo dorado llamo su atención y bajo la velocidad casi de inmediato, sus amigos también pararon y voltearon a verlo con pánico en sus ojos.

-¡Leo! ¡¿Qué haces?! ¡Tenemos que largarnos de aquí!

Sabía que estaban en lo cierto, pero había algo del otro lado que lo llamaba.

-Jason, llévate a Piper volando de aquí- Les indico antes de retroceder y regresar por donde venían en un movimiento suicida.

Esquivar a los Boréadas fue la parte más fácil, los dos tipos eran en exceso torpes así que solo tuvo que correr más rápido. Algo volvió a destellar a su izquierda y pudo reconocer la típica forma de un Item flotando encima de un risco; era extraño porque por lo regular aparecían solo cuando derrotabas a la criatura en cuestión. Cambio su trayectoria y se dirigió hacia allí, esperando que sus amigos estuvieran a salvo del otro lado.

Trepó al risco como pudo y justo cuando llegaba a la punta, la diosa Khione se interpuso en su camino.

-Hey nena, lamento lo que dije antes ¿si? No te encenderé, ya me quedo claro que tu eres fría- Y allí estaba él, tratando de dialogar con una diosa virtual que estaba a punto de asesinarlo.

Dio un paso hacia atrás y descubrió que había llegado al límite del risco, si daba un paso mas caería al vacio de forma definitiva. Podía ver las palabras “Game Over” apareciendo sobre su cabeza. Sin embargo, necesitaba acercarse un poco mas si quería alcanzar el ítem; esa era la trampa, podías morir de una fea caída si te arriesgabas a tomarlo.

La señorita frialdad comenzaba a preparar su ataque, si no hacia algo pronto iba a terminar siendo una paleta de semidiós. Hizo lo primero que se le ocurrió, le lanzo una llamarada al rostro, lo que la desconcentro e hizo que su barra de vida disminuyera notablemente. Al mismo tiempo, se balanceo hacia atrás y toco el ítem dorado; al instante la pantalla para desbloquearlo apareció ante sus ojos, hubiera estado mas eufórico, si no hubiera perdido el balance…

Comenzó a caer de espaldas directo al vacio, a una muerte segura. Su ultima esperanza era aquel ítem, ni siquiera sabia de que se trataba pero tenia un presentimiento sobre el.

Apretó como pudo el botón para desbloquearlo mientras el suelo se aproximaba cada vez mas rápido. Sintió un impacto en su espalda pero no era el impacto letal que había esperado; ya no caía hacia su muerte, ahora estaba recostado sobre algo que lo llevaba de regreso hacia arriba. Se incorporo y no pudo evitar abrir la boca sorprendido; se encontraba en el lomo de un gran dragon de bronce celestial.