Piloto

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Quizá nos veamos nuevamente – dijo aquel hombre luego de besarme de una forma cálida y llena de amor en manera de despedida.

Sin darme cuenta se aleja de mi dejándome sola, sola y totalmente encantada, realmente era atractivo, su rostro parecía tallado por ángeles, sus ojos rasgados, como pinceladas en un lienzo blanco, de los cuales surgía una mirada penetrante, pero algo triste, como si algo le faltara; tenía un cuerpo bastante bien formado, aunque eso no era precisamente en lo primero que me fijé, y una sonrisa que era inigualable que iluminada cada sector de su rostro plantando alegría en el ambiente.

En el instante en el que se dio la vuelta y sin pensarlo dos veces corrí hacia el y lo abrase por la espalda, como nunca había abrazado antes y mis ojos inconscientemente se cerraron para poder grabar esa sensación en mi memoria.

De pronto comienza a sonar un pequeño, pero aturdidor ruido, guiándome a la a desaparición de cada imagen creada hasta el momento y arrebatando uno de los sueños más increíbles que alguna vez pude tener. Algo molesta apago el aparato que producía el incesante ruido para que por fin me deje descansar, cuando me percato que ya habían pasado de las siete de la mañana por lo que, literalmente, llegaría tarde a mi primer día de trabajo.

Rápidamente me levanté para poder alistarme para el trabajo y desayunar. Mientras hacía esto, trataba de recordar lo que había pasado en mi sueño obteniendo resultados negativos, decidí dejarlo en que fue solo un sueño y continuar con mi día. Ya acabando con mis deberes higiénicos emprendí el viaje a mi trabajo ¿Que de qué trabajaba? Solo era un a simple asistente terapéutica, ya saben de esas que acompañan a las personas en su rehabilitación, a los abuelitos y otros casos particulares, en fin, cuando ya había llegado a mi destino me encontré con una mujer, algo mayor, con ojos asiáticos, que esperaba fuera de la casa, la analicé cortamente para descifrar si ella era a quien debía asistir. De pronto y sin darme cuenta su mirada se posó en mi y comenzó a caminar en mi dirección.

—Usted debe ser la nueva —dijo ella mirándome de arriba a abajo con un deje de desprecio en sus ojos, a lo que yo solo pude asentir. —sígame, él está adentro —dijo muy autoritaria, yo sólo la seguí.
De pronto nos  adentramos una casa que era totalmente hermosa, enorme y aunque había muchas ventanas, era muy oscura.

—Como ya sabe el trabajo es cama adentro, lo que significa que deberá dormir aquí, pero eso no significa que esta es su casa, solo es una empleada. Las cortinas no se abren jamás y las puertas mucho menos, al señor Jung no le gusta, —comenzó a decir mientras me daba un pequeño tour por la casa hasta llegar a una habitación que no estaba nada mal, pero no era una suite tampoco —esta es tu alcoba, debes estar al pendiente de ese monitor —expresó señalando la mesita que estaba junto a la cama —en este trabajo la paciencia es lo primordial, si el señor te necesita te llamará, deben desayunar, almorzar y cenar a un horario específico, el horario está en el refrigerador, también debe salir a caminar al menos una vez al día, y procura que tome una ducha diaria, el señor Jung es rapero y por eso es crucial que no lo moleste mientras él está en el estudio de grabación, pero si el se queda allí por más de ocho horas, debes interrumpir sin importar lo que diga y envialo a descansar. Eso es todo de ahora en más es tu responsabilidad, de igual modo pasaré una vez a la semana para ver como van las cosas y si todo está bien se te entregará una remuneración ¿Entendido? —finalizó la mujer llevándome de nuevo a la puerta.

—Si señora, solo una pregunta ¿Cual es su nombre?— dije algo preocupada jamás había estado trabajando con alguien sin saber quien era.

—El señor se llama Jung Ki Suk, pero no lo llamamos por su nombre, prefiere que no se dirijan al el con tanta confianza y lo respetamos. Habiendo dejado las cosas claras me retiro. —

La acompañe hasta la salida para poder despedirme y hacer las ultimas consultas, y me dirigí a la cocina, ya casi sería hora de desayunar.

Después de preparar el desayuno, el cual era algo muy sencillo, lo coloque en una bandeja un poco grande y me encaminé a la habitación. Golpeé una vez, no conseguí respuesta, lo volví a intentar y tampoco conseguí una respuesta, fue entonces cuando decidí entrar. Lentamente abrí la puerta para no hacer mucho ruido me acerque a la cama y con mucho cuidado deje la bandeja en la mesita de noche, y volteé para poder despertarlo encontrándome con un joven que yacía plácidamente dormido, su rostro era como una obra de arte de los dioses, tenía unos labios gruesos, hacían desear una probada de ellos y una sexy mandíbula muy bien marcada, me tome un momento para apreciarlo. Luego se unos cuantos segundos me acerque a el poniendo mi mano sobre una de las mantas que llevaba y junto con suave movimiento comencé a llamarlo. 

—Señor Jung señor, ya es hora de desayunar —dije casi en susurro, pero al no conseguí una respuesta comencé a hacer movimientos más bruscos —señor, ya despierte, debe desayunar —esta vez tuve éxito si así se lo puede llamar.

El se levantó lentamente de la cama para quedar sentado y luego me miro muy enojado.

—¿Quien eres? ¿Por qué entraste a mi habitación sin pedir permiso? —dijo casi gritando

—Yo llame, pero usted...—mi excusa fue interrumpida por un grito.

—¡No me importa! ¡No debes entrar a mi habitación como si se tratara de tu casa! —hizo un gesto de desprecio.

—Lo siento señor, le dejo su desayuno allí —respondo señalando la mesa de noche. El señor Jung se levantó y tomó la bandeja con el desayuno.

—Yo no voy a comer esta porquería, llévatelo saldré por un café o algo asi —cuando intente recibir la bandeja se resbala de mis manos y cae al suelo —¿Acaso eres inútil? —pregunto para luego chasquear la lengua —Limpia esto rápido, quiero ver el piso reluciente o te despediré —dijo tomando una chaqueta y saliendo de la habitación dejándome completamente sola, me dispuse a limpiar el desastre. 

—Maldito idiota. —dije en susurro mientras juntaba algunos trozos de vidrio de los vasos que había llevado —Si no necesitara tanto el dinero, ya lo hubiese hecho pagar, le hubiese roto esa cara tan fea que tiene. —una voz interrumpió mis quejas e hizo que me asustara.

—¿A quien le romperías la cara? —dijo el señor Jung mientras entraba nuevamente a la habitación. comenzó a dar algunos pasos, haciéndome retroceder  al mismo tiempo hasta el punto en el que me choqué con la cama y caí en ella, el se ubicó sobre mi tomando mis brazos con fuerza. —No  me había tomado el tiempo para verte bien, eres realmente bonita, pero no puedo distinguir si tienes un buen cuerpo con esa ropa ¿debería averiguarlo? —preguntó mirándome  de arriba a abajo para luego volver a verme a la cara, lentamente comenzó a acercarse a mi rostro con sus ojos clavados en mis labios.

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Esta es mi primer historia. Espero que hayan disfrutado este capitulo,  si hay algo que no entienden o que parece incorrecto por favor dejalo en los comentario.

Como este cap es piloto cuando llegue a las 20 vistas o 5 votos voy a subir la parte siguiente.

TODAS LA OPINIONES SIRVEN PARA MEJORAR ♥.

Sr. Jung [•Simon Dominic• A🌐MG •]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora